Durante un alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 7, el fiscal Oscar Ciruzzi solicitó una pena de cuatro años y seis meses de prisión para Ricardo Daniel Carias, conocido como “la Tota Santillán”, por una serie de hechos de violencia de género contra su expareja y madre de dos de sus hijas.
Ciruzzi, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 7, acusó a Carias de los delitos de “amenazas agravadas por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cónyuge y lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja y por mediar violencia de género”. Además, lo señaló como responsable de un episodio de lesiones leves y otro de amenazas.
El caso se remonta a 2013, cuando Carias vivía junto a su expareja y sus hijas en el barrio porteño de Belgrano. Según la acusación, el conductor comenzó a insultar y agredir verbalmente a la mujer, llegando incluso a amenazarla con sacarle un ojo con una tijera.
El fiscal resaltó que los hechos no fueron aislados, mencionando un incidente ocurrido durante un viaje a Mar del Plata, donde Carias aceleró el vehículo mientras amenazaba con asesinar a su expareja: “Te voy a matar en el acantilado y nadie te va a encontrar”. También se mencionó un suceso que ocurrió en 2014 en Santiago del Estero, donde el acusado agarró del cuello a la mujer y la ahorcó durante una discusión.
En su alegato, Ciruzzi hizo hincapié en la necesidad de abordar el caso con perspectiva de género y destacó el testimonio de la psicóloga que atendió a la denunciante, así como el informe de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, que determinó que tanto la mujer como sus hijas se encontraban en una “situación de alto riesgo”.
Tras la exposición de la defensa de Carias, el juez Alejandro Noceti Achával informó que el próximo viernes 9 de junio el imputado tendrá la oportunidad de hacer uso de su derecho a las últimas palabras, y posteriormente se dictará el veredicto.
En caso de ser condenado, el fiscal solicitó que se establezca un esquema de presentación periódica ante el tribunal cada 15 días, para asegurar su comparecencia sin avasallar su estado de inocencia, hasta que la sentencia quede firme.