Le negaron la libertad a empresario mendocino acusado de abusar de su sobrina y es juzgado por segunda vez

El acusado, muy conocido en el exclusivo ambiente del golf local, está siendo juzgado nuevamente, tras la anulación del primer debate.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Comenzó a ser juzgado nuevamente un empresario muy conocido en el ambiente de golf que se encuentra acusado de haber abusado de su sobrina, cuando era menor de edad.

El segundo juicio contra D. D., de 46 años, se había abierto el pasado 8 de marzo pero, ante renuncia de los abogados defensores, uno de los cuales abandonó el debate tras un cuarto intermedio, se decidió suspender la audiencia hasta que el hombre tuviera un nuevo defensor.

Ahora, el empresario es asistido por un defensor oficial, por lo que ayer los jueces Marcelo Gutiérrez de Barrio, Mauricio Juan y Ramiro Salinas decidieron reanudar el debate.

Como primera medida, los magistrados hicieron lugar a un pedido del abogado de la víctima que se había opuesto al pedido de libertad solicitado por la defensa, dado que la prisión preventiva se iba a vencer el próximo 15 de abril. Así las cosas, el imputado seguirá detenido hasta que termine el juicio.

Ayer también declaró el primer testigo citado la mujer del empresario y la siguiente audiencia del debate continuará el 24 abril.

Los presuntos abusos

En agosto de 2019, una joven denunció a D. D., un empresario de 46 años, de haberla abusado sexualmente. En abril de ese año fue detenido. En julio de 2021 se le dictó la prisión preventiva al acusado, quien se dedica al rubro de la construcción, tiene locales comerciales en Palmares y es muy conocido en el exclusivo ambiente del golf.

El hombre está imputado por un delito grave: abuso sexual agravado gravemente ultrajante y promoción de corrupción de menores, ambos cargos agravados por ser encargado de la guarda de la víctima.

Según la denunciante, quien actualmente tiene 25 años, los abusos comenzaron cuando ella tenía sólo 11 años y hasta los 19. En la denuncia la mujer sostiene que, como su mamá debía trabajar pues mantenía el hogar, ella pasaba mucho tiempo en la casa de sus tíos. Y los días en que se quedaba a dormir, el presunto agresor sexual aprovechaba para meterse en su cama y tocarla. A medida que fueron pasando los meses, le mostraba videos en los que mantenía relaciones sexuales con su esposa y le exigía que replicara esas prácticas sexuales.

De acuerdo a la denuncia, el hombre le decía a la niña que no le contara a nadie lo que le hacía, al tiempo que le entregaba costosos regalos con el fin de que guardara silencio.

Lo cierto es que en 2019 la joven decidió contarle a su madre la situación que había vivido cuando era niña a manos de su tío, quien era a la vez era su empleador, ya que trabajaba en el local que el acusado tiene en Palmares.

La incorporación de la pericia psicológica en el expediente que investigó la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual es una de las pruebas en contra del acusado ya que el relato de la joven indica que es coherente y no fabula.

El primer juicio anulado

En junio de 2022 los jueces Aníbal Crivelli, Ariel Spektor y Alejandro Miguel, luego de que declararan todos los testigos –incluso la denunciante- y que la fiscalía, la defensa y la querella realizaran los alegatos, decidieron anular todo, no dictar sentencia por defectos técnicos en la acusación y ordenaron que se realice un nuevo debate.

Luego, el caso llegó a la Corte provincial que, sin expedirse sobre la cuestión de fondo abrió el juego para que se haga este segundo debate.

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