Crimen del médico Burela: “Mi hermano durmió 27 años con el enemigo, su propia esposa”

A una semana de que inicie el juicio contra la viuda de Domingo Burela y su amiga “bruja”, un hermano de la víctima apunta contra ellas.

“Mingo” (izquierda) era 19 años mayor que su hermano Raúl Burela (centro). Junto a José Miguel (derecha), ahora son querellantes y buscan justicia. Foto: gentileza
“Mingo” (izquierda) era 19 años mayor que su hermano Raúl Burela (centro). Junto a José Miguel (derecha), ahora son querellantes y buscan justicia. Foto: gentileza

Domingo “Mingo” Burela se recuperaba de una exitosa operación cardíaca. Los últimos días los pasaba en bata en su casa, ubicada en el tranquilo barrio Kolton, de Las Heras. En la tranquila mañana del 15 de abril de 2019 su cuerpo sin vida quedó tendido en un sillón del living, con cuatro certeros disparos que terminaron con su vida y lo llevaron a convertirse en involuntario protagonista de uno de los casos más resonantes e intrincados de la historia delictiva mendocina. La viuda de la víctima y una “bruja” amiga estarán en el banquillo de los acusados el próximo lunes 19 de septiembre, sindicadas como las responsables de orquestar el crimen. Y aún en las sombras, el presunto sicario que terminó con la vida de quien salvó otras miles a través de la medicina.

“Durmió 27 años con el enemigo”, sentencia en una charla con Los Andes Raúl Burela, hermano menor del galeno ejecutado. Junto a su otro hermano, el también médico José Miguel, lograron un antecedente jurídico histórico en la provincia: se constituyeron como querellantes en el expediente, algo que estaba reservado a los hijos, padres y cónyuges de las víctimas de homicidio.

El abogado y hermano de Burela admite que nunca había desconfiado de su ex cuñada, Elizabeth Ventura. Pero que, abrumado por la cantidad de pruebas en su contra que le exhibió la fiscalía, sintió la necesidad de constituirse como querellente en la causa. “Yo no desconfiaba de mi cuñada hasta que la fiscalía me mostró las pruebas. Entre las primeras 48 y 72 horas ya habían sospechas sobre ella, principalmente por su declaración y por dejar todos los accesos liberados al sicario. Si no, el Ministerio Público no hubiera tenido motivos para investigarla”, apunta.

¿Cómplices? La viuda (adelante) y su amiga Castro (detrás) en Tribunales.   Foto: Los Andes
¿Cómplices? La viuda (adelante) y su amiga Castro (detrás) en Tribunales. Foto: Los Andes

La hipótesis de la fiscalía sostiene que Ventura fue asesorada por su amiga Mónica Castro, una “vidente” que contactó a un sicario para asesinar al ginecólogo jubilado del Servicio Penitenciario provincial. De hecho, una escucha telefónica posterior reveló que “la bruja” le recriminaba a la viuda de Burela: “Decile que vos mandaste a matar a tu marido”.

Por ello, en octubre de 2019, seis meses después del homicidio, ambas mujeres fueron detenidas.

Pero el hermano de la víctima a punta a “un sinnúmero de pruebas” que incriminan a su ex cuñada y a su presunta cómplice. “Es irrefutable la cantidad de pruebas objetivas que hay en el expediente, coincidiendo totalmente con la visión que tienen el Ministerio Público Fiscal y la doctora Claudia Ríos. Hay testimoniales, lo que se secuestró en los allanamientos, las escuchas telefónicas, los casquillos, la autopsia. No es una simple escucha telefónica”, detalla.

Lo que llamó la atención incluso de la prensa nacional fue que durante un allanamiento a la “bruja” se hallarongualichos” que buscaban impedir el avance de la investigación, firmados de puño y letra por las acusadas, según apunta Burela.

Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

“Mingo siempre fue muy cuidadoso con el tema de la seguridad pero por nada en particular. Tenía armas registradas a su nombre. Tenía dos pistolas: una, que fue la última compra que realizó, con un calibre muy especial que hay muy pocas en Mendoza. Oh casualidad, con ese calibre lo ejecutaron de cuatro disparos. Ninguna de las dos armas apareció luego. No se llevaron nada más de la casa”, afirma convencido el letrado sobre la teoría del accionar de un sicario, algo muy poco frecuente en la provincia.

Y vuelve sobre el rol que habría tenido Ventura: “Era un matrimonio normal, con dos hijos. Nunca existió nada raro y de pronto nos enteramos de que alguien entró con todos los accesos abiertos: una reja, una puerta-reja y una puerta. Los tres accesos quedaron liberados para llegar adonde estaba mi hermano”.

“La imputación para mi ex cuñada es homicidio agravado por el vínculo y para la señora Castro, mal llamada “bruja”, es como partícipe necesario, es decir que sin su ayuda no se podría haber cometido este asesinato. Fue un hecho totalmente premeditado en el tiempo y con alevosía”, sentencia Raúl Burela.

Un hecho histórico

“Con mi otro hermano -21 años mayor- nos dirigimos al Ministerio Público Fiscal y lo único que solicitamos desde el primer día fue que se hiciera justicia. Como ni la mujer ni sus hijos se constituían como querellantes espontáneamente, iniciamos una constitución de querella como hermanos. Lo único bueno que va a dejar este tristísimo caso es que asentamos jurisprudencia en Mendoza”, señala Burela, quien busca algo de optimismo entre tanto dolor.

El galeno fue ejecutado en su casa en Las Heras el 15 de abril de 2019. foto: Archivo / Los Andes
El galeno fue ejecutado en su casa en Las Heras el 15 de abril de 2019. foto: Archivo / Los Andes

A partir de ahora, en cualquier caso de homicidio, se van a poder constituir como querellantes los colaterales en segundo grado, que son los hermanos. Es un tema técnico: antes los únicos que se podían constituir como querellantes en un caso de homicidio eran los ascendientes (padres), los descendientes (hijos) o el cónyuge. En ningún momento desde que pasó este homicidio su mujer fue a constituirse como querellante o a pedir algún tipo de respuesta de quién había matado a mi hermano”, agrega el hombre que es patrocinado por la abogada oficial pública Claudia Vélez.

Poco antes de que la causa se elevara a juicio, los dos hijos de “Mingo” se constituyeron también como querellantes. “El abogado de los hijos de mi hermano no acusó: directamente tuvo un rol de abogado defensor. Cuando llegó esta etapa en el proceso penal la que se opuso fue la fiscalía porque, cuando sos abogado querellante, tenés la obligación de acusar. No podés ser abogado defensor porque la madre ya tenía dos defensores. La función del querellante es aportar pruebas y acusar. Por eso la doctora Ríos presentó un recurso de queja en la Corte que se demoró seis meses en expresarse. Si te constituís como querellante es para buscar la verdad y es lo que vamos a hacer”, refuerza el hermano del galeno asesinado.

“Un muy buen tipo”

Mi hermano fue un muy buen tipo, muy querido en el ámbito profesional como médico. Y, más allá de su actividad laboral, que desempeñó en muchos sitios públicos y privados, era querido por los vecinos del barrio, muy solidario, honesto”, describe Raúl a su difunto hermano. Su voz se entrecorta por la emoción.

Un suspiro fuerza una breve pausa. “Mi hermano tenía un perfil muy bajo. No tenía ostentación ni lujos, más allá de que por su profesión se podría haber dado. Siempre iba de vacaciones a la misma playa de Argentina, vivía en un barrio de laburantes de clase media, nunca tuvo un auto importado a pesar de que lo podía tener. Era muy humilde, no necesitaba aparentar nada”, continúa.

Y cierra, con tristeza e impotencia: “A mí me llevaba 19 años, por eso el cariño como hermano y a veces como padre... No puedo llegar a entender por qué esa decisión de cruzar la línea y de premeditar esto en el tiempo y con tanta alevosía”.

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