A punto de dar a luz, se espera que la mujer que mató a su marido en Godoy Cruz sea imputada por legítima defensa

La entrada de la casa precintada, en la manzana “B”, en pleno corazón del barrio Sarmiento de Godoy Cruz, era la única y muda prueba de que horas antes una violenta discusión de pareja había terminado en un asesinato. A unos metros, vecinos que trataban de tomar algo de fresco en la sofocante tarde del feriado miraban con recelo la llegada del equipo periodístico de Los Andes. Nadie habla. Nadie quiere intrusos preguntando por el barrio. Nadie quiere repasar lo que ocurrió la madrugada del último Viernes Santo en una de las barriadas “calientes” del Oeste.

Veinte minutos después de la una de la madrugada, los vecinos escucharon los gritos. Una enardecida pelea había vuelto a desatarse en la casa 26 de la manzana “B” entre Exequiel Alexander Ponce y su pareja, de apellido Vargas, quien cursa un embarazo de 40 semanas. Según lograron reconstruir fuentes policiales, fueron los mismos vecinos los que llamaron a la línea de emergencias 911 alertando sobre la pelea. Pero antes de que llegaran al lugar los primeros policías de la comisaría 27, Ponce era trasladado en un vehículo particular al hospital El Carmen.

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El hombre de 31 años de edad fue asistido por una médica de guardia, quien determinó que presentaba signos de ahorcamiento en el cuello, con hematomas de color morado. Además, tenía una herida de arma blanca en el lado izquierdo del tórax, a cinco centímetros de la tetilla, precisaron fuentes de la investigación. El corte no medía más de un centímetro, según certificó la profesional de la salud, pero le provocó la muerte.

Mientras eso ocurría, los efectivos que ya estaban en la escena interrogaban a la acusada, de 29 años de edad. La pareja vivía hacía un tiempo en esa casa ubicada en la angosta y oscura calle Mar del Plata, frente a unos lúgubres monoblocs cercanos a la esquina de Chapadmalal.

Durante la tarde de ayer, esas calles estaban prácticamente desiertas. Al calor reinante se sumaba el feriado, por lo que muy pocos comercios del barrio habían abierto sus puertas. En las esquinas puñados de jóvenes comenzaban a juntarse y miraban con desconfianza a cuanta persona ajena al vecindario de casas bajas y de material se acercara siquiera a consultarles una dirección.

Una puñalada fatal

Según el relato oficial, aún en shock, Vargas les confesó a los uniformados que había apuñalado a su marido con un cuchillo tipo Tramontina que había alcanzado a tomar de la cocina en plena agresión. Argumentó que lo hizo para defenderse ya que el hombre había comenzado a golpearla, como ya lo había hecho en repetidas ocasiones. De hecho, fuentes judiciales confirmaron a Los Andes que la mujer había realizado varias denuncias por violencia de género en contra de Ponce y ella les dijo a los policías que hace cuatro años un rondín policial custodiaba su casa como respuesta a esas denuncias.

En el prontuario de Ponce, quien no registraba medidas pendientes, figura una causa por “lesiones leves dolosas agravadas por la relación de pareja y por mediar violencia de género” el 6 de agosto de 2019.

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Los efectivos que hablaban con Vargas notaron que tenía moretones en los brazos. Algunos parecían recientes. Otros, ocasionados hace un tiempo. La mujer debió ser trasladada en primera instancia a la comisaría 34 para resguardar su integridad física, ya que habían comenzado a agredirla familiares de Ponce que llegaron al lugar al enterarse de la tragedia, según contaron fuentes de la causa.

La violenta y traumática situación aceleró el trabajo de parto, por lo que la mujer fue trasladada en una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado al hospital Lagomaggiore, donde quedó internada con custodia policial. Se espera que dé a luz en las próximas horas.

Según trascendió, la pareja tiene otros tres hijos, además del que llegará a este mundo próximamente. Se cree que los pequeños presenciaron todo lo ocurrido, por lo que deberá intervenir el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI).

Se espera que en las próximas horas el fiscal de Homicidios Gustavo Perrillo impute a la mujer por exceso de legítima defensa y se ordene su liberación. Lo hará una vez que la mujer tenga el alta médica.