La noticia trascendió rápido en el viejo continente y en todo el mundo. La policía fue en busca del padre Fran, quien no se resistió al arresto. Una vez entregado, el también conocido como “padre Paco” entendió que lo habían descubierto.
Francisco Javier Cuenca fue acusado de haber abusado de mujeres a las que sedaba y filmaba mientras las agredía sexualmente. Esta semana, el cura andaluz de 34 años fue encarcelado en Málaga.
El padre Fran o padre Paco, como se hacía llamar para entrar en confianza, había denunciado un robo días antes de su detención: fue a la comisaría de Vélez-Málaga, donde vivía, y dijo que le faltaban tres mil euros y material personal de su computadora. Además, el sacerdote acusó a una mujer que sería su “novia”.
Sin embargo, lo que el padre Fran ignoraba era que el contenido que él reclamaba llevaba más de un mes en la Dirección General de la Policía Nacional. Hasta allí llegó después de que una mujer se presentara como “su pareja” ante la Unidad de Familia y Atención a la Mujer de Melilla, donde Cuenca había estado destinado como párroco.
Desesperada y sin pudor alguno para admitir que era novia de un cura, la mujer entregó una copia de las fotos y los videos que había descubierto en la computadora del sacerdote. En las filmaciones, que se habrían realizado entre 2017 -año en el que Cuenca fue ordenado cura- y 2019, aparecen mujeres semidesnudas, dormidas o desmayadas.
Según informó Clarín, en los videos analizados, el padre Fran las acaricia, las toca y abusa sexualmente de ellas sin que las mujeres sean conscientes de lo que les estaba sucediendo.
LA DOSIS
Cabe destacar que, de acuerdo a lo informado por dicho medio, los abusos se cometían en la casa parroquial o en el domicilio del padre Fran. Mientras que la droga que habría utilizado para sedar a sus víctimas habría sido el GHB o éxtasis líquido.
Respecto a la droga, la perito judicial Eva Milla detalló: “Puede ser un depresor absoluto del sistema central o puede dar muchas euforia y ganas de divertirse”. El padre Fran debía conocer la medida justa de la dosis que utilizaba. “Es una droga que también puede producir una depresión respiratoria que lleve a la muerte”, aclaró Milla.
En ese marco, en España, un tercio de las agresiones sexuales cometidas contra mujeres se producen con la voluntad de la víctima anulada. Este agravante pena a los agresores con hasta 15 años de prisión.
LAS VÍCTIMAS NO RECUERDAN NADA
La Policía rastreó a las víctimas. Logró identificar a cinco. Son mujeres de entre 25 y 35 años. Algunas de ellas, al reconocerse en las imágenes, negaron tener registro de haber sido abusadas por el cura.
Otras víctimas ni siquiera se atrevieron a verse en los videos. Se cree que Francisco Javier Cuenca habría sedado y agredido a muchas más.
EL PERFIL DEL CURA
Cabe mencionar que, según trascendió, el padre Fran era simpático, sociable y para nada solemne. Organizaba reuniones en su casa, retiros espirituales y viajes con los jóvenes de las parroquias en las que fue destinado; era un cura inquieto.
En apenas seis años de sacerdocio pasó de Málaga, donde se ordenó, a Melilla, la ciudad autónoma española en territorio africano. A principios de este año volvió curiosamente a Málaga, donde no tuvo un destino fijo. Se pasó el verano celebrando misa en dos pueblos de la provincia, Yunquera y El Burgo.
“Llevaba cinco meses aquí. No tenemos constancia de que haya víctimas del pueblo”, aseguró la alcaldesa de El Burgo, María Dolores Narváez. Y agregó: “Si la Iglesia, la diócesis o quien fuera tiene conocimiento de estos hechos, en primer lugar tendría que haberlo denunciado. No mandarlo a ningún municipio”,.
OBISPADO: ¿CÓMPLICE?
A comienzos de este año, específicamente en enero, la “novia” del padre Fran habría presentado el mismo material que llevó a la Policía a la máxima autoridad del obispado de Málaga en Melilla. Sin embargo, el obispado no denunció a Cuenca.
Lo que sí hizo la diócesis fue trasladarlo de nuevo a Málaga. La mudanza del sacerdote coincidió con el período en el que el obispado fue informado acerca de las aberraciones que filmaba el padre Fran.
Hoy, el portavoz de la diócesis, Antonio Moreno, dijo que el traslado “fue por motivos de salud”. Aun así, a Francisco Javier Cuenca no se le retiraron las licencias ministeriales para que pueda ejercer como sacerdote hasta que fue detenido y su caso escandalizó a toda España.
A modo de justificación, el portavoz exclamó: “No éramos conscientes del delito del que se lo acusa”. Y sumó: “Ante el ingreso en prisión preventiva de un sacerdote de la diócesis de Málaga acusado presuntamente de ‘agredir sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa’, el obispado de Málaga siente profundamente el daño que esta situación implica”.
“Conmovidos por el mal infligido, no podemos más que manifestar nuestro dolor como comunidad católica comprometida con el cuidado y el servicio a toda la sociedad, especialmente a los más débiles y necesitados”, señaló Moreno en el comunicado. Y continuó: “Reitera su condena más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer.
De esta manera, en el texto divulgado por el portavoz se asegura que “desde que se conocieron los hechos, este obispado colabora con los requerimientos de la Justicia y continuará ofreciendo su cooperación para cuantas gestiones sean necesarias con el fin de facilitar la investigación que aclare los hechos”.
En febrero del año pasado, la Conferencia Episcopal Española le encomendó al estudio de abogados Cremades & Calvo Sotelo que elaborara un informe independiente sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia y de instituciones religiosas.
La auditoría, de la que forma parte Juan Pablo Gallego, el abogado argentino que llevó adelante el juicio contra el cura Julio César Grassi y logró que fuera condenado, debía presentarse en marzo de este año. Luego se anunció la postergación de la presentación del informe para junio, pero tampoco se cumplió.
YA FUE NOTICIA
El padre Fran no esquivaba las cámaras. Según el reporte de Clarín, en junio de 2017 el cura posó para un portal online de noticias religiosas frente a la catedral de Málaga, donde fue ordenado sacerdote por el actual obispo de la diócesis, Jesús Catalá Ibáñez.
“Esta es la historia que ayer comenzó a escribir Francisco Javier Cuenca Villalba. Justamente a las 11 horas comenzó la eucaristía en la que sería ordenado como sacerdote”, celebraba el portal Objetivo Pasión el 25 de junio de 2017.
Según reseñaba el artículo: “Cuenca, nacido en el año 1990, comenzó sus primeros estudios alrededor de la fe cristiana en el año 2008. Hasta el año 2010 estuvo realizando el postulado con la comunidad trinitaria.”
De acuerdo a lo señalado por el portal: “Luego se trasladó hasta la ciudad malagueña de Antequera, donde realizó hasta el año siguiente el noviciado. Y volvió luego a la ciudad nazarí hasta 2012. Ya fue en el año 2013 cuando se incorporó al Seminario Mayor de Málaga hasta este año, cuando ha sido ordenado sacerdote.”
El padre Fran era todo un orgullo de su ciudad andaluza, Vélez-Málaga, conocida por haber alojado a Cervantes en 1594 y por haber acunado en el siglo XVII a fray Alonso de Santo Tomás, supuesto hijo ilegítimo del rey Felipe IV, que fue obispo de Málaga.
¿LA OTRA MEJILLA O DOBLE CARA?
En 2014, cuando todavía le faltaban tres años para ser ordenado sacerdote, el padre Fran fue entrevistado por el periódico La Opinión de Málaga. Allí contó que su madre, Paqui, había sido monja clarisa hasta los 30 años. En ese momento, el cura condenó los casos de pederastia y abusos sexuales dentro de la Iglesia.
“Me enseñó la fe desde que era chiquitillo. No sé si esta vocación viene en los genes, aunque soy hijo de Paqui, una de las monjas clarisas que durante años hubo en Vélez-Málaga”, dijo en esa ocasión Cuenca.
En aquella charla, el futuro padre Fran opinó también del papa Francisco. “Lo fundamental es que el nuevo papa ve que la Iglesia tiene que cambiar el lenguaje, ser más testigo. Salir fuera. Benedicto ya lo dijo muy bien: nadie es cristiano por ideología, sino por su encuentro con Cristo. Tenemos que llegar a la gente, ser cercanos”, señaló el ahora detenido.
Y condenó los abusos dentro de ámbitos eclesiales, cuando por entonces seminarista: “Estos escándalos de pederastia son una vergüenza. Es importante que la Iglesia haya tomado la decisión de ponerlos en manos de la Justicia”.
Al padre Fran tampoco se le movió un pelo cuando, recién llegado a Melilla, lo filmaron durante la ceremonia en la que asumió como párroco de la parroquia Santa María Micaela de Melilla. “Seguiré la disciplina común a toda la Iglesia y cumpliré las leyes”, contó en el púlpito, delante del altar.
EL PRESENTE DEL PADRE FRAN
El padre Fran hoy está detenido en la cárcel de Alhaurín de la Torre, uno de los 14 centros penitenciarios de Andalucía. “Tengo claro que, desde que naces, Dios tiene un proyecto para ti”, decía el padre Fran antes de que su “novia” encontrara los videos que escondía en su computadora.