Crisis pediátrica en Alemania por virus estacional: “intentar lograr que su hijo no muera”

Se trata del virus sincitial, endémico hace años, pero que luego de la pandemia y el uso sistemático de mascarillas y distanciamiento social, ha tomado fuerza dado que muchos niños no han podido obtener inmunidad de rebaño.

Crisis pediátrica en Alemania por virus estacional: “intentar lograr que su hijo no muera”
Los servicios intensivos para infantes en Alemania se encuentran saturados debido a un virus estacional, pero ante el que no se ha podido generar inmunidad natural durante la pandemia.

Según el Instituto Robert Koch, uno de cada 10 alemanes está padeciendo estos días un virus respiratorio, casi nueve millones de personas. Los más afectados son los escolares entre los 5 y los 14 años de edad. Especialmente peligroso para los más pequeños, sobre todo para los bebés, es el llamado virus sincitial respiratorio (VSR), que afecta a las vías respiratorias y puede cursar de manera tan grave, que sea necesaria la respiración asistida.

En el Hospital Charité, de Berlín, la clínica universitaria más grande de Europa, muchos médicos y personal sanitario son trasladados desde las plantas para adultos a las pediátricas. Pero también entre ellos se propagan los virus con rapidez. La falta de personal es tan grande que el Charité ha empezado a funcionar en modo de emergencia, al igual que ya han hecho muchos otros hospitales alemanes.

Eso implica, en la práctica, que cientos de operaciones programadas han debido ser pospuestas hasta 2023: “Lamentamos este procedimiento, pero queremos tener margen de acción para los tratamientos urgentes, como operar tumores que no pueden esperar, transplantes, atender pacientes que sufren un accidente cardiovascular o un infarto, y otras urgencias”, dice un portavoz del Charité, quien agrega que la idea es posibilitar que médicos y sanitarios puedan ser trasladados como refuerzo a las plantas pediátricas.

La pandemia tiene mucho que ver con el hecho de que el virus sincitial respiratorio esté golpeando Alemania con fuerza. Debido a la obligación de llevar mascarillas y las restricciones debidas al coronavirus, los niños pequeños han estado poco en contacto con el virus, y ahora se están contagiando con mayor frecuencia. Eso tiene graves consecuencias para el sistema de salud alemán, que lleva padeciendo desde hace mucho tiempo una sobrecarga crónica.

Yoosefi dice: “No podemos acoger a algunos niños porque no tenemos suficientes camas. Otros no pueden recibir soporte respiratorio porque todos los aparatos están en uso, por lo que no podemos monitorear sus niveles de saturación de oxígeno en sangre. Muchos pequeños reciben prematuramente el alta médica, o son pasados de los cuidados intensivos a las plantas pediátricas antes de lo que se debería”.

Una encuesta realizada por la Asociación Interdisciplinaria alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Emergencia (DIVI, por sus siglas en alemán) muestra que una de cada dos clínicas en todo el país ha tenido que rechazar niños en cuidados intensivos pediátricos. Y lo cierto es que camas suficientes hay, lo que no hay es personal para atender a los pacientes.

Y de 110 hospitales infantiles, 43 no tenían ni una sola cama libre en la planta de pediatría en los últimos días. “Todos estamos totalmente sobrecargados de trabajo”, dice Yoosefi, la pediatra de la Charité. “Por todas partes hace falta personal para hacer frente a la gran avalancha”.

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