Jonathan Gómez no paraba de caminar y saludar a todo el mundo. No paraba un instante de celebrar.
La emoción lo abordó absolutamente y su rostro cubierto de felicidad. Es que el jockey y su compañero Malaikan cruzaron el disco de manera magnífica y se adueñaron del Gran Premio Vendimia de turf.
Una jornada extraordinaria en la Catedral del turf mendocino, donde Malaikan voló en la arena y sorprendió a todos, convirtiéndose de esta manera en el Rey de la temporada 2022, tras imponerse por dos cuerpos a Gift Of Virtue, con un tiempo de 2′16″2/5 en los 2200 metros.
Una tarde que no estuvo colmada de público como en otras ocasiones, poero la pasión estuvo intacta.
Con la ventaja de estar descansado y con la monta de Jony Gómez, que se tenía mucha fe, el pingo entrenado por Roberto Villalba, no estaba entre los favoritos, pero no dejaba de ser uno de los grandes rivales para quienes estaban como número puesto como Macklin o Lord Triump.
Pero sin lugar a dudas, Jony Gómez le tenía mucha fecha y llegó concentrado, como diría luego el ganador, para coronarse como el mejor.
Largó adelante con el N°3 en el lomo de su caballo que se adelantó los primeros 300 metros dominando la carrera más importante de día y con la mirada atenta de la flamante reina de la Vendimia 2022, Natasha Sánchez acompañada de la Virreina, Giuliana Pilot. Las soberanas tuvieron su clásica presentación en la previa a la carrera.
Moscato Pizza se le puso a la par y lo presionó en la subida y lo exigió un poco más. Por dentro Macklin también buscaba cansarlo junto con Lord Triumph.
Pero con el paso de los metros se afirmaba y continuó dominando el pingo guiado por Gómez, cuando tomaron la recta se tornó inalcanzable para sus rivales y, Joni se paró sobre los estribos de su monta unos 20 metros antes de pasar el disco para celebrar un gran triunfo.
Luego abrazó a su caballo le dio unos caramelos y volvió a besarle el hocico. A sus 31 años y con uno como profesional, aunque hace 14 que corre, Jony Gómez desbordó de alegría.
“¡Es lo que he soñado toda mi vida. Tengo una emoción que no puedo parar de festejar´!. La verdad, que todavía no puedo creerlo”, contó Gómez mientras se fundía en un abrazo con su madre. “Viste mi niño hermoso que podías ganar”, le decía ella entre lágrimas.
“¡Ese es mi Negro ganador!”, retumbaba desde uno de los laterales de la vallas, uno de los tantos amigos del gran vencedor de la tarde.
“¡Viste que podíamos! ¡Sabía que podías ganar!”, le decía Gisela Martínez a Gómez y arrodillados celebraban el gran momento.
Un poco más relajado, Gómez sostuvo que: “Es un momento de mucha emoción para mí, pero mucha emoción y la verdad que no puedo parar. De pibe soñaba esto, ganar un Vendimia. Venía a verlo a correr a mi papá a mi hermano, porque yo me he criado en el hipódromo. Me veo ahí jugando con los barquitos en la acequia, mientras ellos estaban allí y hoy, cumpliendo mi gran sueño; ganando este Vendimia”, contó el jockey.
Si bien no era un gran favorito en las apuestas llegaba con grandes posibilidades. “Siempre supe que mi caballo podía ganar. Vine muy concentrado y mi caballo es bueno. Venía muy descansado y los otros venían de correr en febrero, venían muy carrereados, además el mío es ¡una maquina!. dijo entre risas.
En cuanto a sus grandes afectos y apoyo incondicional. Gómez sin dudas no dejó de hablar de su madre: Es que ella siempre me está diciendo que venga a entrenar y no le afloje. Es quien está siempre y me respalda . Le pido algo y ella está. Y este triunfo es para ella. Igual que para mi viejo, que hoy está en Buenos Aires, se está rompiendo el alma por su caballo allá, pero seguro que me vio ganar”, dijo embriagado de felicidad el jockey de la gran figura de la tarde: Malaikan.