Vendimia 2024: aún con los problemas, se destaca la sanidad y calidad de la uva

Seis referentes enológicos de distintas zonas describen el estado actual de la temporada. El efecto del Zonda, las heladas puntuales y las altas temperaturas.

Las problemáticas de la vendimia 2024.
Las problemáticas de la vendimia 2024.

La vendimia 2024 ya está en marcha y con ella el proceso para transformar las uvas en vino. Es así que Los Andes habló con referentes enólogos de seis bodegas mendocinas para conocer cómo viene la calidad enológica, con algunos aspectos en común como una muy buena sanidad y calidad, corrimiento en los racimos y una maduración distinta a otros años.

Hay que tener en cuenta que, según el pronóstico del Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV), este año Mendoza tendrá un mejor volumen de cosecha y se prevé levantar 11,9 millones de quintales, 28% más que en 2023 (sin olvidar que esa fue una de las peores cosechas de la historia, por las heladas). Ahora, ¿qué se puede decir con respecto a la calidad enológica?

Cosecha, imagen ilustrativa.
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Cosecha, imagen ilustrativa. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“El aspecto que destaco es la sanidad y la calidad que está teniendo la uva hasta el momento. Nosotros llevamos tres semanas de cosecha, especialmente con base para espumante, y la verdad que hemos recibido muy buena calidad y sanidad”, afirmó Maricel Valdez, enóloga de Bodega Los Toneles.

La especialista de Familia Millán espera que siga así durante toda la vendimia, ya que queda la parte más fuerte de las variedades tintas. En cuanto a las condiciones climáticas, recordó que algunas zonas se vieron más afectadas por heladas, lo que generó un rendimiento más bajo.

Además, señaló Valdez, en zonas como el Valle de Uco se puede ver cómo afectó el viento Zonda, “más que nada en la variedades tintas”, donde se puede observar corrimiento en los racimos. En términos generales, eso ocurre cuando el viento caliente deshidrata la flor y se pierde la formación de granos, por eso el racimo se ve incompleto, con muchos espacios libres porque no cuajó.

Una recuperación con desafíos

Para Sergio Casé, gerente de Enología de Bodega Trapiche, la calidad enológica de esta temporada “realmente viene muy bien”. Aún cuando se sigue por debajo de la media histórica en volumen, celebró la recuperación con respecto a la fuerte caída del 30% en 2023 y, más allá del calor y las lluvias, el clima viene acompañando bien.

Las altas temperaturas de fines de enero y principios de febrero complicaron la graduación de azúcar en las plantas, pero, según la mirada de Casé, el tema ha mejorado en estos últimos días con temperaturas más acordes y una mejor amplitud térmica. “En general, hablando de sanidad, viene muy bien todo lo que es Valle de Uco”, apuntó el enólogo, que destacó un buen balance de producción por planta.

El especialista recordó los problemas en octubre por viento Zonda en variedades que ya florecían, como Chardonnays, aunque aclaró que el corrimiento no es un problema generalizado. Más cerca, se vienen dando lluvias fuertes en la montaña, aunque no hay graves daños. Ahora, en Trapiche queda esperar que maduren los taninos y que suba el tenor azucarino para que después se traduzca en la graduación alcohólica de cada vino.

“Como te decía, hemos arrancado con los vinos blancos, excelentes en la sanidad, de Chardonnay, Sauvignon blanc y otras uvas como Chenin y Torrontés que se van cosechando… muy bien hasta ahora. Para los tintos estimamos unos 20 días más para que empiece el fuerte, y estamos muy expectantes a la cosecha 2024 para ver su maduración y su evolución”, sintetizó Casé.

Muy buena sanidad

Un punto en el que coinciden varios especialistas es la buena sanidad vegetal que se ha visto este año. “La uva, primero y principal, ha venido a la bodega súper sana. La sanidad este año ha estado increíble, hemos tenido ya resultados excelentes en ese aspecto”, destacó Ana Paula Bartolucci, gerente de Enología de Chandon.

A eso, Bartolucci sumó que la uva fue madurando lentamente: “Tuvimos una ola de calor que hizo que la planta fuera madurando, al contrario de lo que uno pensaba, mucho más lento de lo habitual. Y yo creo que eso va a ser una ficha clave en los vinos 2024 para obtener una excelente calidad”. Ese punto es importante sobre todo para los vinos bases, y ya han podido ingresar mostos a la bodega con un alcohol potencial muy preciso.

Uvas (Imagen ilustrativa)
Uvas (Imagen ilustrativa)

En cuanto a las contingencias climáticas, la especialista de Chandon recordó un granizo fuerte en El Peral que afectó un poco la cantidad de uva: “Lo bueno es que, en ese momento, la baya todavía era muy chiquita, entonces la baya que fue tocada por el granizo se secaba y no nos afecta hoy en día en cuanto a alguna otra enfermedad por esta rotura”. Así, esperan un 15% o 20% más de uva que en 2023, menor a los históricos de cosecha.

Por otro lado, Bartolucci remarcó la ola de calor de este verano, “con temperaturas que no cedían ni siquiera en la noche” y con el bloqueo de las plantas y una maduración más lenta, como ya se comentó. Luego, vinieron varias lluvias en la última etapa que permitieron que las plantas se recuperaran y siguieran produciendo azúcares.

Maduras y no tanto

El oasis este presenta uno de los mayores paños vitivinícolas de América y desde ahí habla Matías Morcos, uno de los enólogos de Familia Morcos, con su viñedo y bodega. Él señala que es un año atípico en la zona, porque algunas uvas adelantaron su maduración mientras que en otras se atrasó, incluso en la misma planta.

Tenemos uvas donde se frenó el ciclo y la maduración, pero en otras pasó lo contrario: las blancas tempraneras y algunas tintas maduraron super rápido. Tenemos las dos cosas, uvas más maduras para la época, pero también uvas recontra verdes, como la criollas y comunes de la zona”, detalló Morcos. La causa de este “desorden” sería el mix de heladas puntuales, viento Zonda y, hace poco, las altas temperaturas.

De todos modos, este enólogo de Familia Morcos considera que en general las uvas vienen “con una buena calidad” y que ahora toca controlar que las lluvias no generen problemas de pudrición, tanto en sus viñedos como en los de terceros a los que compran, así que también deben revisar su producción.

Por otro lado, Matías Morcos analizó que están con una cosecha mejor a la del año pasado, aunque sigue siendo baja en kilos comparada con otras temporadas. Así mismo, recordó la caída en el consumo interno del vino en Argentina durante el último año y se esperanza con que el gobierno nacional tome medidas para favorecer las exportaciones.

Aroma y color

“Si bien es un poco temprano para terminar de definir la temporada, hasta ahora vemos buena sanidad en nuestras uvas, con linda acidez natural en general. Los blancos vienen muy expresivos aromáticamente y con gran concentración de color para los tintos”, señaló por su parte Agustina Hanna, enóloga de Ruca Malén. En la bodega de Luján de Cuyo están entusiasmados porque todo indica que será “un lindo año” para sus vinos.

La enóloga coincidió con sus colegas en los problemas del Zonda, la contingencia que “más ha impactado a nivel general” y que ha provocado corrimiento y menos carga de uva. En cuanto a las heladas, fueron más concentradas: hay zonas donde la pérdida ha sido considerable y otras en donde no llegó a afectar.

Uvas blancas.
Uvas blancas.

“Estos dos eventos hacen que pueda haber menos rendimiento en algunos viñedos, sobre todo en blancas. De todas maneras, se espera más uva que el año pasado, estiman un 24% más que para el 2023 aproximadamente, pero siempre insisto en que habrá que esperar a que termine la cosecha para poder sacar conclusiones finales”, remarcó la enóloga de Ruca Malén, recordando que quedan de uno a dos meses por delante.

En cuanto a las temperaturas altas, Hanna señaló que las olas de enero hicieron que la madurez avanzara rápidamente, con una mayor producción polifenólica (“por lo que ya se ve mucho color para las uvas tintas y podemos esperar vinos de gran concentración y textura”). Estas últimas semanas la temperatura ha bajado y la madurez viene más despacio, por lo que analizan la marcha climática para ver cómo seguir cosechando.

Blancos delicados y finos

Si se pone la lupa sobre Agrelo, desde Viña Las Perdices sostienen que la cosecha viene muy bien en cantidad y calidad. “Si bien creímos que podríamos llegar a tener un adelantamiento importante, en especial en las variedades blancas, sorprendentemente no ha sido así y hay un proceso totalmente normal”, señaló Fernando Losilla, primer enólogo de esa bodega.

Losilla señaló que están muy atentos a las variaciones del clima, aunque por ahora las lluvias no han generado problemas: “Hasta el momento las uvas blancas, que son las protagonistas, están perfectamente sanas y no hemos interrumpido la cosecha por las lluvias, lo que nos esperanza a tener muy buenos blancos. Si todo sigue este rumbo, esperamos que los tintos también sean de muy buena calidad”.

Es así que en Viña Las Perdices ya están viendo “vinos blancos muy delicados, muy finos, con muy buenos perfiles”. Todavía hay que esperar para sacar conclusiones finales, pero de momento están muy satisfechos con el perfil que van logrando las variedades blancas, y luego será el turno de las tintas.

Además, Losilla destacó las temperaturas actuales, con una buena cantidad de días soleados y oferta energética, y estima una madurez en los parámetros normales. “Estamos frente a un año cálido donde vamos a tener buenos alcoholes y también es absolutamente normal en cuanto a la cantidad, después de un 2023 que fue muy escaso en cuanto a cantidad de uva, debido a los fenómenos climáticos”, destacó el enólogo de Agrelo.

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