¿Cómo iniciar una buena plantación para obtener los mejores resultados?

Muy cerca de la siembra de este cultivo hortícola, Aldo López, coordinador del Proyecto Ajo de INTA, brindó una serie de recomendaciones claves y definitorias en la plantación, pero que repercuten hasta la cosecha.

Mendoza es la provincia productora de ajo más importante de la Argentina. Allí, la superficie está estabilizada, con 11.000 a 14.000 hectáreas plantadas por año. En importancia, sigue San Juan.

Actualmente, se está cerrando el ciclo comercial 2020/21. Se trata de una especie que tiene un ciclo muy largo, que se inicia en marzo con la plantación. A sumar el tiempo de la ventana comercial (el verano), puede superponerse con el ciclo siguiente.

Considerando que en el tercer mes del año comienza la plantación, los horticultores están enfocados ahora en la pre campaña.

Aldo López es coordinador del Proyecto Ajo del INTA. El experto aportó una serie de recomendaciones para los productores, pero enfatizó en la primera y más importante: “Hay que empezar bien para terminar mejor”.

En este sentido, se refiere a varios aspectos a considerar sobre al momento de plantar el bulbillo semilla (el diente).

Al igual que cualquier cultivo, para obtener altos rendimientos uno de los principales aspectos es la calidad genética y sanitaria de la semilla. Esto implica buena uniformidad y calibre del bulbo madre, así como la ausencia de ciertas enfermedades y plagas”, explica López.

Genética y sanidad

Para iniciar el ciclo, según el especialista, la genética del bulbillo es decisiva. A pesar de que muchas veces los bulbos parecen iguales, no siempre es así. Es necesario partir de bulbos madres cuyas características hayan sido seleccionadas durante varias temporadas y sean estables en el tiempo. De esa manera se obtendrá uniformidad en el material y se asegurará buen crecimiento y desarrollo durante el período vegetativo.

En referencia a la calidad sanitaria, el principal problema y más severo es la “podredumbre blanca”, causada por el hongo Sclerotium cepivorum.

Para esta enfermedad, los controles químicos son muy deficientes. Su presencia se puede detectar por medio de un análisis micológico. El patógeno puede permanecer en el suelo por más de 20 años”, advierte el experto, y rescata que el principal medio de difusión es la semilla que invade suelos y limita producciones.

La presencia de nematodos es otro problema que puede tener la semilla y que quizás más conozca el productor. Para su control es clave el análisis nematológico que determina su presencia.

También señala que hay otras plagas, como los eriófidos, que provocan deshidratación de la planta en el invierno, provocando el enrulamiento de la hoja.

Considerando estos severos problemas sanitarios, después del desgranado del bulbo hay que realizar una buena desinfección del bulbillo semilla y aplicar un nematicida. También la acción fungicida es importante en ese momento para el control de Penicillium spp. y Fusarium spp.

Tamaño mínimo del “diente semilla”

Siguiendo con los aspectos centrales de la plantación, López dice que el peso del diente a plantar es importantísimo. En esta cuestión, cada variedad tiene su peso crítico, por debajo del cual los rendimientos comerciales bajan notablemente

En variedades de ajo blancos tempranos, mal llamados “chinos blancos”, la semilla debe pesar por encima de los 3 gramos, mientras que en los blancos mediterráneos, como mínimo 5 gramos”, indica.

Plantar solo lo que se pueda regar

Uno de los factores críticos al determinar la superficie a plantar tiene que ver con la disponibilidad de agua de riego. Estamos en crisis hídrica y muchas veces se deben resignar superficies cultivables. Hay que evaluar todos los cultivos implantados, calcular su requerimiento hídrico mensual y sobre esta base decidir.

La necesidad de agua de riego hay que considerarla según los momentos más sensibles, que son la brotación y la etapa de rápido crecimiento del bulbo y “en los días más calurosos, entre octubre y noviembre, no puede faltar el agua porque se disminuyen notablemente los rendimientos y hasta puede adelantar la finalización del ciclo”, recomienda.

Mercado

La gran pregunta de cada temporada que se hacen los horticultores es qué variedad plantar: ¿blanca, morada o colorada?. Para esto, explica López, muchos miran los movimientos de mercado de la última temporada.

Al respecto, en 2021/22 el ajo blanco tuvo un gran interés por Europa y Estados Unidos, es posible que estas variedades incrementen la superficie. Sin embargo, considerando que Argentina exporta principalmente a Brasil, seguramente las variedades más implantadas continuarán siendo de los tipos comerciales colorados y morados.

A diferencia de otras especies hortícolas anuales, las cuales reaccionan incrementando las superficies cuando los precios de la temporada anterior son altos, el cultivo de ajo reacciona casi en forma inversa: si el precio es alto, al año siguiente la superficie se mantiene o incluso disminuye, ya que lo mismo que se vende es igual a lo que se planta. De esta manera, si se vendió mucho por el alto precio, al año siguiente escasea la semilla.

El rendimiento pensado desde la semilla

Está claro que el rendimiento del cultivo se determina desde la semilla. En este sentido, la Dra. Ing. Agr. Claudia Mamani Moreno, Coordinadora Técnica de Stoller Argentina & Uruguay indicó que es clave en la primera etapa del cultivo conseguir una rápida emergencia, buen establecimiento del cultivo y óptimo desarrollo vegetativo inicial para asegurar buenos rendimientos en cosecha.

Stoller propone para el tratamiento de la semilla el uso de Stimulate más Stoller Zn. La combinación de las hormonas promotoras del crecimiento, presentes en Stimulate, junto con el aporte de Zn, precursor necesario para favorecer el crecimiento primario de raíz y tallo, aseguran aumentos de rendimientos y potencian las buenas elecciones del productor.

La Dra. Mamani Moreno, además, comentó que durante la temporada pasada se realizó una red de ensayos abarcando 9 localidades y se plantearon 5 estrategias posibles de intervención durante diferentes etapas del cultivo de ajo.

La estrategia que combina el tratamiento de semilla de Stimulate con Stoller Zn presentó mayor emergencia en los mismos momentos de medición que el testigo sin tratar. La combinación de este tratamiento junto con Rootfeed, fertilizante indicado para el tratamiento vía riego tecnificado, arrojó bulbos con 24% más peso seco en cosecha, diferencias estadísticamente comprobadas y mayores calibres, para todas las localidades.

Como conclusión, queda claro que las características genéticas del diente semilla, su estado sanitario, el aporte de riego oportuno, junto con los tratamientos fertilizantes comprobados en Mendoza, aseguran el mejor inicio a un cultivo que nos acompañará el resto del año.

Experiencia comprobada

Por último, la Ing. Agr. Gisela Arabel, Asesora Técnica Hortícola, detalla su experiencia vinculada al uso de productos: “Aplicamos Rootfeed, aproximadamente a un mes de la plantación de ajo, luego cuatro aplicaciones sucesivas cada 40 días hasta llegar a la última aplicación, aproximadamente 45 días antes de la cosecha. También aplicamos Sugar Mover e hicimos dos aplicaciones de Harvest More 5-5-45: 60 días y 30 días antes de la cosecha”.

El cuadro en donde se hicieron todos los tratamientos partió de una semilla más chica que el cuadro testigo sin tratar. Notamos en un momento del cultivo que ambos cuadros se emparejaron, como resultado de los tratamientos. Es decir, el cuadro tratado igualó en tamaño y follaje al cuadro testigo que provenía de una semilla de mayor peso y por ende, con mayor potencial. Después de la cosecha notamos que el calibre del cuadro tratado es más parejo y uniforme”, finalizó.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA