Como vencer la ansiedad

Podríamos decir que hoy en día “ansiedad” es una de las palabras más sonadas, todos hemos vivido o conocemos a alguien que ha padecido. Pero como todo en esta vida tiene solución y una explicación mucho más profunda de lo que creemos, les traigo unos consejos que me han ayudado a trasmutar dicho estado.

ansiedad
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Empezaremos definiendo que es, ya que me he dado cuenta de que un gran parte de la población utiliza la palabra ansiedad de una manera errada. Por ejemplo, la otra vez hablaba con una amiga que se va a casar próximamente y me decía: “amiga, siento mucha ansiedad por la boda, ya quiero que llegue” le pregunté: “amiga, estás pensando que van a pasar cosas negativas en tu boda? ¿Tienes algún miedo?, y ella me dijo: “no nada que ver, estoy muy emocionada porque llegue ese día”. Al igual que mi amiga, yo también utilizaba antes los términos errados para expresarme, justamente días previos a hablar con ella, llego a mí la información del verdadero significado de la palabra ansiedad y pude comentarle la diferencia entre estar emocionado y padecer dicho estado. Ahí fue donde concienticé y entendí la importancia de saber el significado verdadero de las palabras que decimos, recordando siempre el gran poder de manifestación y creación que tienen las palabras.

Ahora bien, la ansiedad es un estado mental, es una manera de pensar dónde su naturaleza y esencia son escenarios con finales netamente negativos. Es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Se puede presentar de distintas formas, en el mundo de la medicina se le conoce como trastornos.

La ansiedad está relacionada con el exceso de futuro, es básicamente estar constantemente pensando en cosas negativas de lo que vendrá. Este cúmulo de pensamientos vienen acompañados de efectos corporales, de reacciones del cuerpo reflejadas en taquicardias, tensión, dolencias, contracturas, falta de aire, etc.

ansiedad
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Todo está en tu mente:

Aquí el detalle importante es el siguiente, la mayoría de las cosas que las personas imaginan, nunca suceden, pero el cerebro las toma como si estuviesen pasando en el presente, como si estuviese pasando en la vida real.

Todos hemos vivido etapas de miedo incontrolable, obsesionados por controlar todo. Los famosos “y si” “y si mi pareja me es infiel” “y si me despiden del trabajo” “y si no consigo llegar lejos y superarme”, todas estas suposiciones alteran el organismo de la misma manera que la realidad pura. Es por eso que hay estudios que confirman que el 90% de las cosas que nos preocupan nunca jamás suceden, pero nuestra mente y nuestro cuerpo lo viven como si fuera real. Es decir: si un día Sara sale a caminar y la roban, automáticamente lo primero que el cuerpo percibe es una amenaza y segregara cortisol, la hormona del estrés y del miedo y esto cambiara todo su mecanismo. Con el tiempo Sara tiene que volver a pasar caminando por el lugar donde sucedió el robo, pero su mente empieza a decirle “y si te vuelven a robar”, “y si pasa alguien y te hace algo” ya con el hecho de imaginarlo y pensarlo, el cerebro segrega cortisol y adrenalina de la misma forma que estuviese sucediendo realmente y no en la imaginación. En momentos de amenaza el cerebro recibe la señal y segrega estas dos hormonas, dichos efectos de ese susto tardará en recuperarse y estabilizarse dentro del cuerpo entre 6 y 8 horas.

La existencia del cortisol es necesaria, de hecho su existencia ayuda a que las otras hormonas del cuerpo funcionen de manera correcta, como el sistema de fertilidad, sistema digestivo, sistema neuronal, articulaciones, todo funciona como uno. El cortisol es básico, nos ayuda a activar el sistema de alerta. ¿Pero qué pasa si vivo constantemente preocupado por algo real o imaginario?, el tema aquí es vivir las 24 horas del día activando dicho sistema. Viviremos intoxicados de cortisol y ese cortisol va a generar tres cambios en el organismo, en la mente y en el comportamiento. En el cuerpo: se empieza a caer el cabello, empieza a ver cambios en la piel, a veces tiembla el párpado, se duermen las manos, dolores en las articulaciones ¿por qué? Porque el organismo está en tensión, a punto de salir corriendo, está en alerta, pero recuerden que el 90% de todo está en la cabeza, no está pasando en la vida real. A veces lo que afuera son 4 gotas, dentro de la cabeza es un tsunami.

ansiedad
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Claves para vencer la ansiedad:

Uno de los aprendizajes más importantes que saqué de esta situación que por mucho tiempo padecí fue la siguiente: en el camino del amor es importante a aprender a vivir con la incertidumbre sana, es decir no sé qué va a pasar, pero confió en Dios y en sus planes. Vivimos en una sociedad intoxicada por pensamientos consumistas y nocivos, necesitamos volver a la conciencia del presente, del aquí y del ahora. Entendiendo que es el Amor quien nos sostiene, y como mencione antes probablemente todos los miedos que imaginamos no sucedan nunca, pero si sucede alguno, entenderemos que todo tiene un porqué y que Dios está con nosotros.

1. Enfrentar los síntomas: entendiendo que la ansiedad es un cúmulo de estrés hasta que el cuerpo dice no más, y empieza a manifestarse en síntomas como taquicardia, ataques de pánico, dolencias, etc. Una de las formas de combatir la ansiedad es perdiéndole el miedo a los síntomas, entender que son transitorios que al final del día habrán pasado y nada malo te va a ocurrir, entender que nosotros podemos dominar dichas situaciones, ya que si no logramos combatirlos ellos estarán dominándonos

2. Cambios en el estilo de vida: observar en que se invierte las horas del día, los hábitos. Estudios confirman que levantarse temprano, tener una dieta saludable, salir a caminar, hacer ejercicios, mejorar la postura y la respiración, en conclusión, cambiar y evolucionar a un estilo de vida cada vez más positivo y nutritivo ayudan a combatir estados mentales como la ansiedad y la depresión. Nota: mantener la causa que genera ansiedad, y querer “controlarla” simplemente medicándose, es contraproducente y nocivo. Al final los episodios se van a seguir repitiendo. La idea es poder reconocer la causa y atenderla, no temerle, observarla sin juicio, ni bueno ni malo, simplemente observarla, y lo siguiente será el cambio, es decir, empezar a crear nuevos hábitos de comportamiento y nuevos hábitos mentales. Revolucionarse a uno mismo y con ayuda del Ser Superior todo es posible.

3. Cambia la relación que tienes contigo mismo: debes comenzar a tratarte mejor, tratarte con más compasión. En los bucles de ansiedad casi siempre terminamos criticándonos o sometiendo a juicios propios. Para poder vencer la ansiedad debes empezar a conocer tus límites, empezar a conocerte a ti mismo, hablarte con amor, entender que no eres esa voz molesta que te dice “y si pasa esto” recuerda que también eres humano, en ti viven emociones, es otra fase más en la que tenemos que aprender a lidiar. Observar porque ese lado de la mente está tan preocupado, atenderlo con amor y cariño, como si fuese un niño, abrazarlo y decirle tranquilo cariño, todo estará bien, vamos a ver cómo podemos solucionarlo, pero con calma y confianza, si eliges el camino del amor todo sé irá dando, soltar y confiar pero de forma disciplinada y organizada, sin estrés ni preocupación.

4. Confía en el Ser Superior: refuerza tu relación con Dios, a tal punto que sea tu mejor amigo, tu confidente y terapeuta, te puedo asegurar que no existe antídoto más efectivo para cualquier situación en la vida que Dios. Enfócate en tu crecimiento espiritual, nutre tu ser y tu alma de luz. Conoce el camino, la verdad y la vida y renuncia a las ataduras mentales que programa el mundo. Pide dominio propio de tus emociones y pensamientos, pide sabiduría para poder saber qué pasos dar.

Tenemos que apuntar a superar las fases de ansiedad, porque sí, son fases que una vez que se supera nos llevan a otro nivel de madurez espiritual, ayudan a forjar nuestro carácter, hay que empezar a ver las cosas desde otra perspectiva, entendiendo la profundidad. Cuando la ansiedad llega a nuestra vida, nos está avisando que algo no está bien, que es momento de parar y hacer cambios. Atiéndete con amor.

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