ABC del cuidado facial: los mejores tips para una piel radiante

En esta primera parte del artículo te brindamos los cuidados básicos para tener una piel sana y radiante, distinguiendo los que la benefician a nivel general o interno y aquellos que son de aplicación directa sobre la piel.

Luego de una correcta higiene por las noches, se puede aplicar la crema de uso nocturno.
Luego de una correcta higiene por las noches, se puede aplicar la crema de uso nocturno.

Para quienes están interesadas en incursionar en el mundo del cuidado de la piel, lo mejor es iniciar con una rutina básica de tres pasos: limpiar, hidratar y aplicar protector solar. 

Por supuesto, esto se puede modificar y se pueden agregar otros productos de acuerdo a las diferentes necesidades de cada tipo de piel. Es muy importante cuidar la piel desde edades muy tempranas, pero hay que hacerlo bien. Para ello, nada como confiar en un cosmiatra para que te acompañe en el desarrollo de tu rutina de cuidado facial.

En el cuidado de la piel, la prevención y la constancia son la clave. Mi lema es “Pocos productos, bien aplicados y usados con constancia”. Hay que ser constante a la hora de cuidar la piel, no sólo cuando vemos que su aspecto no es el mejor.

Pero ¿cuál es el ABC de la belleza?

  • A. Higiene

En el cuidado de la piel no existen fórmulas ni trucos milagrosos. Lo que funciona es el cuidado diario y uno de los pasos más importantes, que muchas veces se olvida, es una buena higiene de la piel, algo que no se puede hacer solo con agua. Si durante el día has usado mucho maquillaje, te recomiendo hacer una doble limpieza, primero con un limpiador oleoso y después con uno a base de agua.

A nivel superficial, la limpieza es la medida más universal para mantener las funciones cutáneas esenciales. Los productos que utilizamos deben ser cuidadosamente elegidos de acuerdo con el tipo de piel, ya que un exceso de limpieza puede arrastrar la “emulsión natural” que recubre su superficie.

Se debe limpiar como mínimo por la noche, eliminando los restos de maquillaje, polución, sebo y las células muertas que la propia piel va eliminando. Para las pieles secas, recomiendo leche o emulsión de limpieza; para las pieles mixtas mousse y para las pieles grasas; gel de limpieza. Aunque durante el día se haya prescindido del maquillaje, por la noche debe quedar limpia para permitir su regeneración y así tener una piel sana y radiante.

Luego de esto ya podrás colocar tu crema de uso nocturno. Es imprescindible renovar la piel para mantener una tez joven, luminosa, refinada, uniforme, además de mejorar la permeabilidad del tejido para que luego penetre todo mejor… y es clave que cada uno dé con el exfoliante que mejor le conviene. Esto lo podremos ver detenidamente en una segunda parte.

  • B. Hidratación

El agua es esencial para mantener la elevada actividad metabólica de la piel, así como su plasticidad. Una piel sana y radiante contiene agua, en distintas proporciones, según la profundidad: 70% en la dermis, 30% en la epidermis y solamente un 15% en la capa más superficial, el estrato córneo.

De forma natural, el agua va ascendiendo desde el interior a la superficie, a la vez que las células, que también ascienden desde la dermis, pierden agua y componentes celulares. En la última capa sólo tenemos células huecas, muertas y secas que acaban cayéndose. Para que el ritmo de esta renovación sea el correcto, depende, en gran manera, de que la hidratación sea suficiente. Y suficiente debe ser el agua que bebemos y que llegará a la piel, desde el interior, por la sangre.

A su vez, desde el exterior, debemos aportar a la piel cosméticos que aporten agua, sustancias grasas y sustancias humectantes a fin de mantener el “manto hidrolipídico”, que es la emulsión natural que recubre nuestra piel y mantiene la hidratación.

  • C. Protección

No hay duda de que los rayos ultravioletas del sol provocan un daño acumulativo en la piel que se manifiesta a corto plazo con “manchas” y a la larga con envejecimiento y cáncer cutáneo.

Para mantener la piel sana es importante que el sol se tome con moderación y siempre con fotoprotector solar, que aplicaremos antes de salir de casa y deberás renovar cada 3 horas. También será importante proteger la piel del frío y el calor intensos, ya que provocan una mayor deshidratación. En situaciones extremas de frío son más recomendables y proporcionan más confort las cremas un poco más grasas que ejercen un “efecto barrera” a la pérdida de agua hacia el exterior.

Particulamente entiendo la belleza de forma global, como un equilibrio de cuerpo y mente y muy relacionada con el estilo de vida. Es un concepto estético, pero también de amor propio.

Espero que hayas disfrutado de este artículo. Si querés conocer sobre los ingredientes más efectivos para el cuidado de la piel, ¡no dudes en leer la segunda parte!

Luciana Oliva: maquilladora, dermatocosmiatra de pieles sanas y enfermas, styling de cejas y pestañas, asesora de imagen. Instagram: @lucianaolivamakeup

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