Wanda Nara metió la cuchara y cumplió la fantasía de muchos argentino: “Así se come”

La conductora de Masterchef cumplió una fantasía que tienen todos los argentinos y no le importó el reto del jurado. Con los ojos cerrados y cara de placer, Wanda se la jugó por lo que quería

Wanda Nara metió la cuchara y cumplió la fantasía de todos los argentinos
Wanda Nara metió la cuchara y cumplió la fantasía de todos los argentinos

Este miércoles, día de gala de beneficio, el jurado de Masterchef se puso muy dulce, pero para los participantes tuvo un sabor amargo. Con el dulce de leche como protagonista principal, los cocineros tuvieron que hacer tres preparaciones que incluía un conito de dulce de leche, un cheesecake de dulce de leche y un alfajor relleno de dulce de leche.

Con potes gigantes de esta delicia de la gastronomía argentina abiertos en la mitad del estudio, la tentación era muy difícil de dominar. Y Wanda Nara cayó ante el susurro del dulce de leche y con cuchara en mano fue directo a hacer lo que todo el mundo tenía ganas de hacer.

La conductora metió la cuchara y sacó una abundante porción de esta delicia, mientras desde atrás de cámara se podía escuchar un “¡No Wanda!” a los gritos, pero la ex de Mauro Icardi hizo oídos sordos o como se dice ahora, “fingió demencia”, y los ignoró.

No solo eso, Wanda agarró una cucharada todavía más grande y se fue directo a la estación de Silvina. “¿Lo probaste?” le preguntó la conductora a la participante, quien inmediatamente después de decir que no se encontró con toda la cara enchastrada con dulce de leche. “Así se come” le dijo Wanda.

Wanda Nara metió la cuchara y cumplió la fantasía de todos los argentinos
Wanda Nara metió la cuchara y cumplió la fantasía de todos los argentinos

Wanda, sin culpas y una generosa cantidad de azúcar en sangre, siguió paseando por las estaciones, feliz con su cuchara de dulce de leche, mientras los participantes corrían frenéticamente para conseguir terminar las preparaciones.

LA QUEJA DE ANTONIO Y LA MALA ONDA DEL JURADO

A la hora de buscar el producto en el pote, los participantes tenían que llenar un recipiente más pequeño. El problema estaba en que la cuchara era muy chica y les tomaba mucho tiempo, por lo menos par Antonio que fue el único que puso las quejas, aunque entre dientes.

El salteño se quejó por lo bajo, el jurado lo escuchó y le pidió explicaciones. El joven juntó valor y les dijo que la cuchara era chica. Los jurados le pararon el carro y le dijeron que cualquier problema, que pida el libro de quejas.

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