La exótica y polémica escultura que Vero Lozano colocó en su mansión y que pocos se animarían a tener

Vero Lozano y su pareja, Jorge “Corcho” Rodríguez, son dueños de una increíble mansión que se destaca por la particular ambientación y decoración de cada uno de los espacios que habitan. Recientemente, adquirieron una escultura polémica que colocaron en uno de las habitaciones principales de la propiedad.

Toma aire antes de ver la excéntrica mansión de Vero Lozano inspirada en un palacio francés

La mansión de la conductora y del empresario es muy llamativa por los colores que eligieron para las paredes, los muebles y sobre todo con las obras de arte que están expuestas en distintos lugares de la casa.

La reconocida conductora, su pareja y su hija viven en una impresionante mansión en San Isidro, Buenos Aires, con un estilo francés que enamora y capta la atención de sus seguidores en redes sociales cada vez que muestra algún rincón en fotos o videos.

Los detalles decorativos, como cortinados de terciopelo y obras de arte exclusivas, le dan un toque único a cada ambiente. Fue una obra que adquirieron recientemente, realista y colorida, la que acaparó todas las miradas.

La escultura de Di Girolamo que está en el living de Vero Lozano

Se trata de la escultura de una mujer en ropa interior colorida y sandalias de taco, que está recostada sobre una pilastra con sus piernas apuntando hacia arriba. El lugar que eligieron para exhibirla es el living, frente a uno de los ventanales, por lo que se puede ver tanto desde adentro como desde los jardines de la casa.

Así de imponente es el jardín de la mansión de Vero Lozano que parece de película

Esta escultura es del artista Martín Di Girolamo, quien se dedica a crear obras realistas. Incluso, fue él quien creó el monumento del músico y compositor Gustavo Cerati que Argentina donó a Costa Rica por el bicentenario de su independencia ya fue emplazado en la Plaza de las Artes de la ciudad capital de San José.

En este espacio también tienen otras obras como un enorme cuadro de una mujer en blanco y negro, con el pelo pintado en los colores verde y amarillo. Y otro cuadro de gran tamaño en el que fue retratado Copito, el perro de la familia, con un traje de general.