Hace unos días, el 10 de este mes, se celebró el Día de la Fuerza Aérea Argentina. La fecha fue establecida en correspondencia con la creación, en 1912, de la Escuela Militar de Aviación, en El Palomar. Un decreto del presidente Roque Sáenz Peña hacía realidad la quinta arma del Ejército.
En 1945 como institución independiente se integra a las FFAA del país.
En su corta vida, sus miembros, hombres y mujeres, civiles y militares, se constituyeron en necesarios protagonistas del desarrollo de la Nación.
A la fundamental misión de la defensa de la soberanía del espacio aéreo y mar territorial correspondiente, a fin de asegurar la autodeterminación del país, se agregaron otras, algunas de extraordinaria importancia.
En una nómina, obligadamente muy resumida, dado el espacio disponible en esta nota, se incluye (también desordenadamente) las siguientes: los vuelos de LADE, vinculando a la Patagonia al territorio nacional; la creación de la Base Marambio y la construcción de la primera pista y vuelos regulares a Malvinas. El desarrollo de los grandes complejos industriales de fabricación de aviones, Dinfia e IAME, entre otros: DL-22, Pulqui I Y II, Calquín, Morane Soulnier, Pucará, Pampa y binacional con Embraer de Brasil CBA- 123, por parte de la exFMA y la fabricación de motos, el primer tractor y el primer automóvil y vehículo utilitario.
En el campo aeroespacial, el desarrollo de la cohetería de investigación científica de la atmósfera y del misil Cóndor II intercontinental (suspendido a requerimiento de EEUU).
Las grandes realizaciones aeronáuticas del Pampa y el CBA-123, así como la ignominiosa “privatización” de la exFMA través de burdos negociados, que fueron denunciados por el suscripto, sin ser investigados.
Además, a Fuerza Aérea se le debe la organización y funcionamiento en los primeros años del Servicio Meteorológico Nacional. En distintas oportunidades: evacuación de enfermos y accidentados ciudadanos civiles y la cooperación y ayuda requeridos por gobiernos extranjeros y/o dispuestos por el Gobierno nacional, en el caso de desastres naturales. También la participación de efectivos en misiones de las Naciones Unidas ante la situación de conflictos; utilización del hospital reubicable que posee Fuerza Aérea en Haití, Mozambique y Chipre. Hace algunos años, un C-130 de la I Brigada Aérea realizó el histórico vuelo transpolar Argentina-Nueva Zelanda-Australia.
* Brigadier retirado rjengroba@hotmali.com