Un informe muestra que Argentina comercializó más litros de vino que Chile

El reporte del INV en base a datos de la OIV indica que mientras nuestro país vendió en total, entre el mercado interno y externo, 1.174 millones de litros, Chile colocó 1.029 millones de litros. Diferencias y similitudes entre dos modelos vitivinícolas.

Un informe muestra que Argentina comercializó más litros de vino que Chile
Mendoza 5 de febrero 2021 Sociedad Cosecha en Finca la Jacintana, Bodega Lagarde Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

De un lado y el otro del sur de la cordillera de los Andes, están ubicados dos de los diez países con mayor superficie cultivada de vid: Argentina y Chile. Con varias diferencias y similitudes, un informe del argentino Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) plantea que el primero de los dos es superior en varios aspectos, como la venta total en litros, superficie cultivada y el aumento en ingreso de divisas entre 2020 y 2021.

La comparación puede generar rispideces, pero Martín Hinojosa, presidente del INV, aclaró que la idea no es hablar en contra de Chile, sino a favor de la vitivinicultura argentina: “Se trata de valorizar a nuestro sector, que trabaja con mucho profesionalismo y a veces es tirado a menos cuando se lo compara con otros países. Tenemos que valorizarnos como mendocinos y argentinos, porque los números destacan muchos puntos buenos”.

El estudio se basa en datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), que toma a su vez información del INV y del Ministerio de Agricultura de Chile. Así, por ejemplo, se señala que en el año 2021 la superficie cultivada de vid en Argentina fue de 211.100 ha, mientras que la de Chile fue de 193.000 ha.

Otro punto es la comercialización, considerando los litros destinados a mercado interno y externo. “El total comercializado por nuestro país fue de 1.174 millones de litros, mientras que Chile comercializó 1.029 millones. Es decir, 145 millones de litros más (14%)”, se lee en el informe. El número puede llamar la atención porque Chile es muy fuerte en exportaciones, pero el mercado interno (mucho mayor en Argentina) inclina la balanza hacia el este de la cordillera.

Ese triunfo de Argentina, señaló Hinojosa, no es solo del año pasado sino que se dio en 8 años desde 2013. La única excepción fue en 2017 cuando Argentina importó vino del vecino país, tras la baja cosecha local de 2016.

En cuanto al consumo de vino, una tendencia en varios países es que disminuyan esos valores, pero el presidente del INV destacó que, de 2013 a 2021, en Argentina el consumo cayó 19%, mientras que en Chile disminuyó un 44%.

“Chile conoce de la ventaja Argentina de poseer un mercado interno fuerte. No es casual que se radicaron en nuestro país las más prestigiosas bodegas trasandinas. Con inversión en cultivos, construyendo bodegas y utilizando estructura comercial local”, explicó Hinojosa.

Y agregó: “sin duda que además han tenido en cuenta las condiciones de clima y suelo ideales para producir variedades iconos de la región como el Malbec. A la inversa no lo vemos, no se replican en Chile que bodegas Argentinas se radiquen allá”.

Comparando la exportación

Se menciona mucho a Chile al hablar de exportaciones, con una mayor estructura exportadora y acuerdos que le eximen de pagar aranceles. Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile, en 2021 el vecino país exportó un total vitivinícola de US$ 2.037 millones, casi el doble de las exportaciones vitivinícolas argentinas (alrededor de US$ 1.100 millones).

Pero también es importante señalar que el análisis comparativo del INV destaca que, en términos de valor, ambos países aumentaron las exportaciones en el año 2021 respecto a 2020, pero en distinta proporción: Argentina aumentó el ingreso de divisas un 6,4 % y Chile un 4,4 %.

“Históricamente, la Argentina ha obtenido un precio medio mayor al de Chile en el mercado externo. Argentina exportó en 2021 un 66% del volumen total como vino fraccionado, a un precio medio de 3,73 U$S/litro. Y Chile en el mismo año exportó un 57% del volumen total como vino fraccionado, obteniendo un precio medio de 3,30 U$S/litro”, destaca el análisis.

Incluso, desde el INV comentaron que las ventas argentinas crecen a un ritmo mayor que las chilenas, principalmente desde 2017 cuando Argentina exportó el menor volumen de los últimos 9 años. En el año 2021, Argentina exportó un 6,7% más de vino que en 2013, mientras que Chile disminuyó un 1,6% respecto a ese año.

Una cámara local que suele insistir por mejoras competitivas para exportar es Bodegas de Argentina (BdA), por ejemplo, pidiendo la quita de retenciones. Sin preguntarle sobre el informe puntual del INV, sino sobre la forma de trabajo de la industria chilena, Patricia Ortiz, presidente de BdA, comentó que si se hiciera un cuadro comparativo de las condiciones se podrían notar varias diferencias favorables al otro lado del Cristo Redentor.

“Ojalá tuviéramos las mismas condiciones... vender sin retenciones, con tratados de libre comercio, con una carga impositiva más baja, una logística más económica y sumando recursos para la promoción”, disparó Ortiz. La presidenta de BdA lamentó que Argentina presente varios “frenos” a la producción, trabando “a las economías regionales, fuente de empleo y divisas”.

Diferencias que pesan

Carlos Fiochetta, gerente de Coviar, consideró que no se trata de una competencia entre ambos países, sino que sus vitiviniculturas tienen “más diferencias que similitudes”, con variables estratégicas, económicas y hasta culturales diferentes. Así, por ejemplo, mientras que el sector chileno tiene una cercanía al mar con una tradición exportadora, Argentina tiene un fuerte mercado interno.

“Hoy creo que Chile debe ser el sector vitivinícola que tiene más acuerdos comerciales de todo el mundo. Eso claramente es una fortaleza y algo que es para envidiar, más allá de que no depende del propio sector sino que es una decisión más a nivel estructural y estratégica del propio país”, comentó Fiochetta. Otra diferencia es que la concentración vitivinícola es mucho mayor en Chile que en Argentina, con una mayor diversidad de productores y bodegas.

Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, su director ejecutivo Mauro Sosa consideró que, si bien siempre es importante “mirar a los costados para ver cómo se comportan los vecinos”, Chile y Argentina expresan dos modelos totalmente distintos de vitivinicultura y por ende son apenas comparables. “El asunto no es lo que tiene cada uno sino lo que hace con eso dentro de sus posibilidades”, analizó.

Sosa destacó que Chile tuvo históricamente una estrategia de especialización y expansión de las exportaciones de vinos posicionándose en segmentos de bajos precios, diversidad de productos y con una política de apertura comercial. “Además, ha logrado una macroeconomía de equilibrio (inflación muy baja, política de importación de insumos, etc.) que les da certidumbre y previsibilidad a sus negocios”, agregó el director ejecutivo del centro.

En cambio, “Argentina es todo lo contrario”, ya que, aunque haya crecido en exportaciones y mantiene un mercado interno per cápita por encima del mercado chileno, hay frenos como las dificultades de importar insumos, los altos costos internos y la pesada carga tributaria. “Argentina posee una gran potencialidad como país vitivinícola, pero han de cambiar sustancialmente las condiciones macroeconómicas para poder materializarlas”, opinó Sosa.

Por último, Fiochetta comentó que hay un tema donde las vitiviniculturas de ambos países vienen trabajando, que es la sustentabilidad y el cuidado ambiental. Mientras que Chile lleva una ligera ventaja por tener una menor cantidad de bodegas y productores, Argentina viene trabajando con algunas empresas y resta que esto se haga masivo a todo el sector, mirando a la totalidad de la cadena vitivinícola. Un punto a trabajar desde los dos lados de la cordillera.

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