Preocupante: el Banco Central no pudo sumar reservas genuinas en el primer cuatrimestre

Si no fuera por el aporte del FMI, las reservas brutas de la autoridad monetaria hoy estarían por debajo de fines de 2021. En cuatro meses, el Gobierno hizo frente a deuda en moneda extranjera por 6.525 millones de dólares con el Fondo y privados.

Frente del Banco Central de la República Argentina.
Frente del Banco Central de la República Argentina.

El Banco Central cerrará abril sin haber sumado un solo dólar genuino de reservas internacionales a pesar del superávit comercial y de que los términos de intercambio (precios) están en el mejor nivel de los últimos 35 años, debido principalmente al enorme peso de las amortizaciones de deuda del país.

Si bien la deuda externa con privados se reestructuró y el pasivo con el FMI se refinanció, esto sigue teniendo un peso decisivo para la golpeada economía local. En el primer cuatrimestre de 2022 se pagaron amortizaciones en moneda extranjera por unos 1.904 millones de dólares a privados y 4.621 millones al Fondo Monetario, según un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación.

La situación es mirada con lupa por las grandes empresas, los bancos y los operadores del mercado bursátil. Y, en parte, explica las tensiones que se han generado en las últimas semanas con los distintos tipos de cambio que se miran a diario.

El 18 de abril, el llamado “dólar blue” cotizaba en 195 pesos. Tocó los 212,50 el martes 26. Y ahora se ubica en torno a los 204 pesos, en un marco de volatilidad, después de tres meses de cierta estabilidad tras haber tocado un récord de 222,50 pesos el 27 de enero.

En la Bolsa, el denominado “dólar MEP” –que se opera con el bono GD30- sube 7,1% en el mes, hasta los 204 pesos; y el dólar de contado con liquidación –que también se opera con GD30- escala 8% en abril, hasta 205,45 pesos.

En paralelo, el Banco Central aceleró desde el arranque de 2022 la progresión de la devaluación del peso, después de haberla pisado en gran parte de 2021 como ancla inflacionaria en el contexto electoral.

Es así que el dólar minorista “solidario” –con impuestos incluidos- al que acceden los ahorristas dentro del cepo ha subido 3,2% en abril y 11,1% en lo que va del primer cuatrimestre, alcanzando los 198 pesos.

Gustavo Ber, economista y analista de mercados, señala que el ritmo del “crawling-peg” (arrastre en el régimen de tipo de cambio que permite que la depreciación del peso) avanza actualmente a un ritmo del 60% anual.

Eso se da en paralelo a lo que marcan las expectativas de inflación. A fines de marzo, los analistas de mercado proyectaron que la inflación minorista para 2022 se ubicará en 59,2% interanual, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central.

El drama de las reservas

El Banco Central había cerrado el 2021 con reservas equivalentes a 39.662 de dólares. El stock siguió en caída hasta tocar los 37.075 el 23 de marzo. El 25 de marzo ingresaron fondos del FMI y las reservas saltaron en 6.246 millones, a 43.321 millones.

Pero ese monto no marcó un piso, como esperaba el Gobierno, sino un techo. Desde entonces, el Banco Central ya perdió 857 millones de dólares, ubicándose las reservas en torno a los 42.464 millones de dólares.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional plantea un objetivo de crecimiento de reservas internacionales de 5.800 millones en 2022 y una acumulación de reservas de 15.000 millones de dólares hasta el 2024.

Tanto el Fondo como el Gobierno incluyeron estos objetivos en el acuerdo al considerarlos necesarios para calmar expectativas y fortalecer la estabilidad cambiaria, con la idea de que esto contribuiría a un proceso de reducción de inflación.

Ber dice los operadores del mercado tienen los ojos puestos en esta situación a la hora de tomar decisiones. “Miran el nivel de compras del Banco Central, toda vez que resulta crucial profundizar dicha dinámica en busca de cumplir con las metas de acumulación de reservas consensuadas con el FMI”.

El economista asegura que más allá de “efímeros respiros” en el camino, continúa la incertidumbre y la tónica de dólares financieros sostenidos ante una mayor demanda por cobertura de operadores, activada a raíz de la cautela externa y también los ruidos locales, todo lo cual ya viene desafiando la vigencia del carry-trade en el actual contexto.

Es un problema grave el que tiene el equipo económico de Alberto Fernández si se considera que en todo 2021 el Banco Central había sumado apenas 275 millones de dólares de reservas genuinas.

Si hoy se le descontaran lo que en marzo aportaron los Derechos Especiales de Giro (DEG) del acuerdo con el Fondo, las reservas brutas estarían aún por debajo del nivel que tenían ese día: 36.218 millones de dólares. Esto indica que el Banco Central perdió en términos reales unos 3.444 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año.

El Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) indicó en su último análisis sobre el tema que al 15 de abril las reservas netas del Banco Central se ubicaron en 7.429 millones de dólares y las líquidas fueron negativas en 3.309 millones.

Para GERES, dentro de las reservas brutas de la autoridad monetaria hay unos 3.925 millones de oro y otros 6.813 millones que corresponden a los DEG que fueron depositados por el Fondo Monetario en marzo y a un remanente que quedaba de depósitos anteriores.

El analista económico y de mercados Salvador Di Stefano calculó que actualmente las reservas líquidas netas del Banco Central están en rojo, ubicándose en los 2.884 millones de dólares negativos al 25 de abril.

Un dato no menor indicado por GERES es que en el primer trimestre de 2022, los términos del intercambio (cociente entre precios de expo e importaciones) crecieron 5,0% interanual y 7,0% respecto del cuarto trimestre de 2021, alcanzando el nivel más elevado de la serie oficial (que comienza en 1986).

En el primer trimestre, el superávit comercial había sido de 1.394 millones de dólares, frente a un saldo positivo por 2.531 millones de dólares en igual período de 2021.

Qué dice el Gobierno

El ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo en la noche del jueves en las jornadas Pulso 2022 organizadas en los 110 años del diario Río Negro. Y allí, aunque muy tangencialmente, habló de las reservas.

“Queremos mantener las mismas metas que diseñamos en el programa original (con el FMI) desde lo que es la acumulación de reservas hasta el sendero fiscal y el financiamiento que el Banco Central hace al Tesoro de la Nación”, dijo.

Según dijo el funcionario, la primera revisión del programa firmado con el Fondo (que se hará en mayo) se va a enfocar en la dinámica del primer trimestre del año, y esas metas en la parte fiscal, en la parte externa y monetaria “han sido alcanzadas”.

Guzmán aseguró que las metas de reservas se alcanzaron porque desde un primer momento se estableció que los DEG del FMI se contabilizarían a la hora de revisar el stock para ver si se cumple o no con lo previsto.

Días atrás Guzmán estuvo reunido en los Estados Unidos con empresarios, organismos multilaterales y think tanks. Allí dijo que “los fundamentos de la economía están mejorando, las reservas de divisas crecen, el financiamiento monetario está disminuyendo, la brecha cambiaria, que existe, también disminuyó, se redujo unos 40 puntos en los últimos dos meses”.

La visión del Gobierno es que la implementación del programa y el cumplimiento de las metas trimestre a trimestre debe conducir a un aumento en la credibilidad del programa económico y el anclaje de las expectativas.

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