Byung-Chul Han: la oscura faceta de la vigilancia

El filósofo surcoreano ve con preocupación cómo el coronavirus parece, de repente, legitimar distintos mecanismos de control digital.

Byung-Chul Han: la oscura faceta de la vigilancia
Byung-Chul Han: la oscura faceta de la vigilancia

El domingo pasado, planteábamos una primera aproximación a las distintas reflexiones filosóficas que ha suscitado la pandemia de coronavirus en el mundo. Slavoj Zizek y Alessandro Baricco son algunos de los que arriesgaron una primera predicción de cómo afectará esta crisis el mundo venidero: en todas ellas, el enfoque que se repite es qué pasará con la economía mundial. 

Pero es Han quien ha tomado la postura más extrema y pesimista. En la columna "La emergencia  viral y el mundo del mañanada", publicada el 22 de marzo en El País de España, el filósofo surcoreano lanzó definiciones como: "Tras la pandemia, el capitalismo continuará con más pujanza. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución". 

Era una clara respuesta Zizek, quien había asegurado que es el coronavirus el que le iba a dar el golpe "de gracia" al corazón capitalista. El surcoreano, radicado desde hace 35 años en Berlín, atenuó: "La globalización suprime todos estos umbrales inmunitarios para dar vía libre al capital. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta".

Criticó fervientemente el control que ha diseminado la pandemia en los distintos gobiernos del mundo, con drones que filman a los ciudadanos con reconocimiento facial, geolocalización de cada infectado y hasta cámaras que detectan la temperatura de los transeúntes: "El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte (…). La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus", advierte.


Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano.
Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano.

"En Wuhan se han formado miles de equipos de investigación digitales que buscan posibles infectados basándose solo en datos técnicos. Basándose únicamente en análisis de macrodatos averiguan quiénes son potenciales infectados, quiénes tienen que seguir siendo observados y eventualmente ser aislados en cuarentena", explica.

Pero quizás el pensamiento más estimulante que ha ofrecido Byung-Chul Han es el que llama a discutir una nueva fisionomía del mundo, donde las soberanías ya no están puestas en límites cartográficos, sino en posesión de datos.

Escribió: "Los cierres de fronteras son evidentemente una expresión desesperada de soberanía. Nos sentimos de vuelta en la época de la soberanía. El soberano es quien decide sobre el estado de excepción. Es soberano quien cierra fronteras. Pero eso es una huera exhibición de soberanía que no sirve de nada. Serviría de mucha más ayuda cooperar intensamente dentro de la Eurozona que cerrar fronteras a lo loco. (...) Por cuanto respecta a la pandemia el futuro está en la digitalización. A la vista de la epidemia quizá deberíamos redefinir incluso la soberanía. Es soberano quien dispone de datos. Cuando Europa proclama el estado de alarma o cierra fronteras sigue aferrada a viejos modelos de soberanía".

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