Un nene de 12 años se cayó en el hueco entre dos paredes y lo rescataron sano y salvo tres días después.
Según los medios nigerianos, Aduragbemi Saka se estaba escapando de su abuela y se cayó en el espacio de 30 centímetros entre las dos construcciones (una casa abandonada y una residencia estudiantil).
El niño estuvo tres días sin comer ni bebe hasta que los vecinos escucharon sus gritos de auxilio. Para liberarlo los rescatistas destruyeron una de las paredes.