Por las redes
Tenía una “cafetería anticapitalista”, no le ponía precio a sus productos y tuvo que cerrar por falta de fondos
The Anarchist funcionaba en Toronto. Según comentó su dueño, el lema del negocio era “pagá lo que puedas”. Si bien no pudo mantenerse a flote, dejó una buena impresión en la comunidad local y ofreció una experiencia a quienes buscaron un lugar con valores anticapitalistas.