Tácticas: distraer y confundir

Las columnas comandadas por Cabot, Zelada, Freire y Lemos desconcertaron a los realistas sobre el verdadero rumbo del Ejército.

Columnas de Cabot y Zelada
El 9 de enero partió un pequeño contingente al mando del teniente coronel Manuel Cabot destinado a controlar el puerto de Coquimbo y la villa de La Serena, capital de la intendencia del Norte de la capitanía de Chile. En San Juan fueron reforzadas con 80 milicianos de caballería, cuya preparación y sustento habían sido costeados por el vecindario.

El 12 de enero abandonaron la ciudad cuyana y avanzaron por la ruta de Calingasta hasta el valle de Pismanta para alcanzar el paso de Guana. Después de 14 jornadas de marcha cruzaron el último cordón montañoso y el 6 de febrero sorprendieron a la guardia de la Cañada de los Patos, y los tomaron prisioneros a todos. Continuaron avanzando hasta el valle de Sotaquí que domina el camino a Coquimbo.

El 11 de febrero, las fuerzas realistas fueron derrotadas en el combate de Salasa.

El triunfo de Cabot le permitió dominar el área y la expedición entró en Coquimbo.

Hacia mediados de enero, el teniente coronel Francisco Zelada partió de La Rioja rumbo al Norte de Chile con el objeto de atacar las fuerzas que custodiaban el paso de Comecaballos y apoderarse de la villa minera de Copiapó y el puerto de Huasco. El dominio de aquel espacio resultaba importante para las Provincias Unidas debido al tráfico comercial que mantenía con las ciudades del norte.

La pequeña expedición dirigida por Zelada, oficial del Ejército del Norte, había sido enviada por el General Belgrano para apoyar la campaña del Ejército de los Andes.

El 12 de febrero consiguieron tomar la guardia de Castaños; 5 días después ingresaron a Copiapó donde se unieron a las fuerzas de Cabot.

Columna de Freire
El 14 de enero, partió desde el campamento de El Plumerillo una división comandada por el teniente coronel Ramón Freire rumbo al sur de Chile. Su objetivo era atacar la guardia que custodiaba el paso del Planchón. Al mismo tiempo, tenían orden de promover la insurrección de la población y sumarla a la lucha contra los realistas.

La división avanzó sin inconvenientes a través del territorio pehuenche -como se había acordado en el parlamento de San Carlos del año anterior- y cruzó la cordillera según lo programado. En la madrugada del 4 de febrero se enfrentó con una partida enemiga en la estancia de Cumpeo, a 12 leguas al NE de Talca. Un largo combate, que resultó favorable a los revolucionarios.

Los emigrados chilenos formaron guerrillas que se sumaron a los hombres de Freire.

Las ciudades de Talca y Curicó se unieron a la revolución, lo que resultó importante para las tropas de Freire, cuya subsistencia dependía del apoyo de los habitantes que los proveían de alimentos y animales. El sur se convirtió en el refugio de los realistas luego de su derrota.

El intendente de Concepción reorganizó la resistencia desde el fuerte del puerto de Talcahuano apoyado por algunas parcialidades mapuches y pobladores fieles al rey. A fin de año, en aquel puerto desembarcó un ejército de 5.000 hombres comandado por el brigadier Osorio que desafió al Ejército Unido, integrado por tropas chilenas y rioplatenses.

Columna de Lemos
La división comandada por el capitán José León Lemos estuvo integrada por unos 30 blandengues del Fuerte de San Carlos, a los que se unieron algunos milicianos, que podrían haber contribuido con el arreo de las mulas y los caballos que transportaban víveres, armamento y municiones. Los blandengues de la frontera conocían el espacio por el que debían transitar, por lo que no se les había fijado un itinerario.

Las instrucciones sólo ordenaban a Lemos graduar la marcha para atacar San Gabriel en la madrugada del 4 de febrero y, es probable que lo hayan transitado en menos de 10 días.

Seguramente, la división partió del Fuerte de San Carlos hasta alcanzar el Portillo.

En la madrugada del 4 de febrero, las tropas de Lemos se dispusieron a atacar la Guardia de San Gabriel, pero debido a un temporal fueron descubiertas y, los realistas huyeron con rapidez frustrando el intento. Sin embargo, la división cumplió parte de su objetivo ya que hizo huir a la guardia realista mientras las fuerzas que avanzaban por el camino de Uspallata tomaban la Guardia Vieja; las que lo hacían por los Patos asaltaban la de Achupallas y, Freire, la de la estancia del Cumpeo en el Sur.

Es probable que Lemos haya explorado el área con sus hombres simulando ser la vanguardia del ejército para cumplir su misión. Seguramente, advirtió la presencia de tropas realistas, porque el 7 de febrero retrocedió hasta Los Piuquenes donde, a las 5 de la tarde, pasó un parte de su situación al Gobernador Intendente.

Toribio de Luzuriaga lo recibió el 13 de febrero, tres días antes de que se conociera en Mendoza el triunfo de Chacabuco, y le comunicó a San Martín sus resultados.

ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA
- Buscá en el diccionario las palabras estrategia, táctica y blandengue.

- ¿Por qué te parece que las columnas fueron ideadas como punto de apoyo estratégico?

- Investigá por qué se llamaba "blandengues" a la guarnición de los fuertes de San Carlos y San Rafael.

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