Susana aconsejó a las víctimas de violencia: “Al primer síntoma cortá esa relación”

Tras la entrevista en la que Mariana Nannis describió duras situaciones vividas con Claudio Paul Caniggia, la diva reflexionó al respecto.

Susana aconsejó a las víctimas de violencia: “Al primer síntoma cortá esa relación”
Susana aconsejó a las víctimas de violencia: “Al primer síntoma cortá esa relación”

En la noche del domingo, Susana Giménez tuvo en su living una de las visitas más esperadas del último tiempo, Mariana Nannis. Tal como se esperaba en la previa sus declaraciones dejaron mucha tela para cortar, pero lo que más sorprendió fue los crudos relatos de violencia que expuso la mediática con Claudio Paul Caniggia.

Las repercusiones de la charla llevaron a la diva de los teléfonos a reflexionar sobre la situación: "A raíz de la entrevista de anoche recibí muchos mensajes. Chicas, reitero lo que ya dije muchas veces: ninguna mujer, bajo ninguna circunstancia, debe soportar malos tratos, mucho menos golpes", escribió la conductora en su cuenta de Twitter.

"Al primer síntoma de violencia cortá esa relación, un hombre agresivo no cambia", alertó Su y agregó el 144, la línea que es utilizada para realizar denuncias sobre violencia de género.

Durante el relato de Nannis, la rubia se mostró muy conmovida y sin entender como la mujer soportó las adicciones, violencia e infidelidades que denunciaba por tantos años.

Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas.   

El momento más impactante de la nota se dio cuando la mediática dio detalles de la pérdida de un embarazo producto de la violencia de su marido: "Hoy tendría un hijo de 12 años. Lo cambió por un paquete de cocaína. Le pregunté si tenía algo y le dije que me mostrara los bolsillos. Que esa casa debía respetarla y que si estaba drogado que se fuera porque tenía tres hijos menores y dos señoras trabajando en mi casa. Él se enojó y me empujó contra un auto. Y entonces se fue, esa noche no durmió en mi  casa. Ese día se fue y yo me quedé en mi casa con mis hijos. Al día siguiente vino mi masajista y de repente, mientras me hacía el masaje, empecé a sentir las piernas calientes. Cuando me miro estaba llena de sangre y agarré papel higiénico porque tenía una hemorragia. Agarré a Charlotte y nos fuimos a la clínica USP, porque era sábado y mi ginecólogo no atendía. Cuando llegué a la clínica me hicieron esperar, tuve que ir al cuarto piso, me hicieron una ecografía y cuando el médico me vio me dijo que me fuera a mi casa a hacer reposo y volviera el lunes porque me tenía que hacer un legrado (raspaje)".

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