Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la “ciudad subterránea”

Es la obra hidráulica más importante del Gran Mendoza y su finalidad va desde la provisión de agua para riego y consumo hasta para la generación eléctrica. Por fuera de lo “visible” hay un complejo sistema de compuertas y túneles que permiten controlar caudales y limpieza.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

El embalse Potrerillos es el más importante en lo que hace a la provisión de agua para el oasis norte de Mendoza, tanto para el riego como para consumo. Además, permite generar –en las centrales hidroeléctricas que operan en las zonas de proximidad al embalse- entre 25% y 30% de la energía eléctrica que se consume en Mendoza. Como ocurre con los icebergs (para recurrir a una metáfora gráfica), aquello que es visible de manera cotidiana para la gente es solamente una porción de todo el sistema y la estructura que le da vida y lo conforma. Porque cualquier mendocino o turista que elige escaparse de la rutina y pasar unos días o unas horas en esta localidad de montaña ubicada en Luján de Cuyo queda asombrado con el imponente paredón de 116 metros de altura y 480 metros de extensión que da contención a 395 mil millones de litros de agua –capacidad actual- a lo largo de casi 10 kilómetros.

Sin embargo, lo que no se ve es casi tan monumental e imponente como el mismísimo paredón y la totalidad del embalse. O más aún. Porque en el interior del cerro de la margen derecha del embalse se encuentra esa especie de ciudad subterránea que permite que el embalse funcione y tenga “vida” para cumplir las distintas funciones con que comenzó a ser construido entre 1999 y 2002, siendo inaugurado en 2001 (ese año empezó a llenarse el embalse y se completó en marzo de 2006). Las funciones van desde la provisión de agua para riego y para consumo hasta la generación de 779 Gwh en un año de escurrimiento medio con la intervención de las centrales hidroeléctricas de Cacheuta (520 Gwh al año) y de Álvarez Condarco (259 Gwh), lo que representa, por lo menos, 25% de la energía que se consume en Mendoza si se suman además los 83 Gwh anuales que genera la central ubicada en El Carrizal –que es operada también por la firma Cemppsa (Consorcio de Empresas Mendocinas para Potrerillos Sociedad Anónima). Con lo que produce El Carrizal, el total de energía asciende a más de 860 Gwh como promedio anual.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

“La principal finalidad del Dique Potrerillos es regular el Río Mendoza, que tiene un caudal promedio de 44 m3/segundo. Y las principales funciones del embalse son responder a la demanda poblacional de agua, proveer al riego del oasis norte, generar energía hidroeléctrico, controlar las crecidas y también la función de recreación y turismo”, destacan a Los Andes los gerentes de Cemppsa, Sergio Falzone (gerente general), Juan Pablo Cordone (gerente técnico) y Francisco Lettry (gerente de administración).

Además de la construcción y el mantenimiento del dique, este consorcio de empresas se creó en 1997 con el objetivo de que construyera y operara la nueva central hidroeléctrica Cacheuta (la original era de 1914), se ampliara la de Álvarez Condarco (construida en 1955) y operara y mantuviera la central del embalse El Carrizal, que data de 1973 y es ajena al cauce del Río Mendoza, ya que se encuentra en el cauce del Río Tunuyán.

Radiografía del Dique Potrerillos por dentro

La habilitación del túnel que vincula a Cacheuta con Potrerillos a través de la ruta 82 fue una de las obras más esperadas –y celebradas- por mendocinos, turistas e, incluso, por la gente que habita en ambos parajes lujaninos. Y es que, después de varias décadas, se recuperó esa conectividad entre ambos distritos que permitió recortar tiempos y distancias, teniendo una alternativa para conectar el área metropolitana de Mendoza y la Alta Montaña diferente a la ruta 7.

Por el mismo tramo de la ruta por el que se llega al flamante túnel está el acceso al camino del paredón del Dique Potrerillos. Sin embargo, el camino no está abierto al público en general ya que, a diferencia de otros embalses en los que el circuito del paredón es parte del recorrido y del camino turístico, en Potrerillos esa vía no está conectada con nada más que no sea la parte operativa del manejo del embalse.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

Es también por este camino por el que se llega a la parte “invisible” del dique: el cerro que se encuentra en el lado derecho del paredón (vendría a ser el margen sur del embalse). Accediendo por la galería principal y por los distintos pasillos en forma de caverna, a 250 metros de la entrada, se encuentra la sala de control. Allí se pueden observar las 4 compuertas, vinculadas a las aperturas del Descargador de Fondo (DDF). Sobre este cerro también se encuentra túnel que se conoce como “Aliviadero” o “Morning Glory”, una especie de “embudo” que se encuentra por encima de la superficie del espejo de agua y que está pensado como una vía de desagote en caso de que el nivel suba por encima de la cota máxima normal a causa de un aluvión. Por otro lado, en el cerro de la margen izquierda de la presa se ubica la obra de toma y el túnel de aducción a las centrales.

“El Túnel de Aducción permite erogar (NdA: distribuir) hasta 80 m3/s, mientras que el Aliviadero tiene un diámetro de 30 metros y permite desalojar hasta 1.800 m3/s. Nunca ha sido necesario evacuar agua por ahí todavía”, aclaran los gerentes de Cemppsa durante la recorrida, que incluye los distintos túneles y los niveles dentro de la sala de las compuertas.

La tercera de las vías de evacuación que está conectada con la parte “invisible” de la estructura del Dique Potrerillos es el Descargador de Fondo (abreviado como DDF) y que es más utilizado para las distintas tareas rutinarias de limpieza del fondo del embalse, lo que lo convierte en algo más conocido para la ciudadanía, al menos desde el nombre. Es precisamente este túnel, de 480 metros de largo y de 10,7 metros de diámetro y que atraviesa todo el cerro desde la pared frontal donde está el agua hasta el margen externo, al otro lado de la presa. Es este túnel el que se abre regularmente.

Estas compuertas son las que se abren periódicamente para hacer la limpieza de sedimentoslimo y arcilla (barro), de presencia muy común en ríos y embalses de montaña- y que derivan, por otros factores, en el corte del suministro de agua potable durante algunas horas en el Gran Mendoza. Porque el agua que sale cuando se hace esta descarga presenta una alta concentración de turbiedad, lo que lleva a que las plantas potabilizadoras se vean afectadas de forma momentánea, y ello deriva en que se resienta el servicio por un lapso.

El detalle es que esta limpieza –con la correspondiente apertura del DDF- constituye una tarea ineludible e indispensable para evitar que esos sedimentos se asienten en el fondo del embalse, obstruyan la salida del túnel y –en una situación de extrema urgencia- haya que llegar a tener que vaciar parte del embalse para desobstruirla.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

Automatización y control a distancia

Otro dato que hace más que atrapante el funcionamiento del Dique Potrerillos y de las centrales hidroeléctricas Cacheuta, Álvarez Condarco y El Carrizal es la posibilidad de operar de forma remota la apertura de compuertas y el monitoreo (siempre y cuando sea para casos que no impliquen una emergencia). Si bien las instalaciones de Potrerillos cuentan con un sistema de alarmas –con sensores de movimiento- y personal de seguridad en los accesos, el hecho de que las distintas maniobras puedan ejecutarse a la distancia y por medio de la tecnología lleva a que no sea condición indispensable que todos los operarios tengan que estar presentes en el lugar para, por ejemplo, la apertura de compuertas del DDF.

Lo mismo ocurre en las centrales hidroeléctricas, donde el funcionamiento de las turbinas y generadores puede operarse también de forma remota. En Cacheuta funcionan 4 turbinas Francis, mientras que en Álvarez Condarco hay 3 y en El Carrizal hay 2. Todas ellas generan electricidad por medio del agua.

Una vez que el agua es “turbinada” y se genera la electricidad, regresa al cauce del Río Mendoza sin haber sufrido alteración ni pérdida alguna, ni ningún otro prejuicio.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

¿Mito o realidad? La tragedia ante una hipotética ruptura del paredón

A modo de mito urbano y ya casi como cliché, es muy común entre mendocinos y mendocinas escuchar y participar de conversaciones dignas de una película apocalíptica en las que se plantea el escenario que se presentaría si un día se rompe el paredón Del dique Potrerillos en una escena digna de esas producciones. Incluso, estas conversaciones incluyen hasta debates sobre qué pueblo, ciudad o departamento quedaría sumergido primero. La pregunta, desde la ciencia y lo técnico –y por fuera del estereotipo hollywoodense- es, entonces: ¿puede romperse el paredón? ¿Y qué ocurriría si eso sucede?

El Dique Potrerillos es una presa rocosa y con pantalla de hormigón. En el hipotético caso de un terremoto destructivo, el dique soporta una aceleración sísmica de 1,02 veces la aceleración de la gravedad; más del triple de la aceleración que soporta cualquier construcción construida en la Ciudad de Mendoza y siguiendo los códigos sismo resistentes (0,3 g). A ello se suma que el paredón está construido para soportar una crecida que llegue a 7.530 m3/s (casi el triple de la registrada en el aluvión de enero de 1934 por la rotura del endicamiento glaciar grande del Nevado del Plomo). Como puede verse, es una estructura diseñada con altísimos márgenes de seguridad.

Es por todas estas cosas que, hablando en criollo y dejando de lado lo técnico, en caso de un hipotético terremoto totalmente destructivo y que rompa el paredón, el agua no se llevaría a más que las ruinas, la desolación y la destrucción total que –de por sí- habría causado ya el movimiento en la ciudad.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

El dique Potrerillos hoy

En 1998, la construcción del Dique Potrerillos, de la Central Cacheuta y la ampliación de la central Álvarez Condarco demandaron una inversión de aproximadamente 300 millones de dólares. Estos fueron costeados 63% por parte de la provincia y 37% restante por quienes integraban el consorcio.

Los actores que intervienen hoy en el manejo del dique –y que se relacionan con Cemppsa- son tres. Uno de ellos es el Gobierno de Mendoza, poder concedente del aprovechamiento y quien mensualmente recibe de Cemppsa informes de auscultación y monitoreo del funcionamiento de la presa y de las distintas tareas de mantenimiento que realiza Cemppsa, no sólo en el dique sino en las 3 centrales mencionadas.

Por otro lado, el Departamento General de Irrigación es el órgano encargado de fijar y autorizar el agua disponible para la erogación (distribución). Es Irrigación quien, dependiendo el momento del año y la disponibilidad de agua en el embalse, determina qué cantidad de m3/s se “liberan” y de la que se dispone.

Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Viaje al corazón de Potrerillos: lo que nadie ve del dique más importante y la verdad sobre los mitos. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

Por su parte, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) es quien compra al consorcio la energía que se genera en las distintas centrales hidroeléctricas para ponerla a disposición en el mercado eléctrico.

Si bien la capacidad máxima del Embalse Potrerillos es 450 mil millones de litros, en la actualidad se encuentra reducida a 395 mil millones (en promedio). En esto ha tenido una incidencia directa la ya mencionada sedimentación, algo natural de los ríos de montaña que arrastran gravas, arenas, limos y arcillas en su cauce.

Según la época del año es el caudal que ingresa al dique y el que se eroga. En ese sentido, durante los meses de primavera sale más agua de la que ingresa al embalse (hay pocos deshielos), lo que provoca la disminución del nivel de agua. Mientras ya en verano , por lo general, es más alto el caudal que ingresa al dique que el que se eroga, por lo que se vuelve a recuperar el nivel de embalse. En otoño e invierno los caudales que aporta el río y los que se erogan son similares, por lo que no hay grandes variaciones en el nivel de embalse.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA