Trail Running, el nuevo deporte furor en la montaña de Mendoza

Es una mezcla entre el Trekking y el Running que cada vez tiene más fanáticos. Carreras, comunidad y superación, en una provincia que ofrece lo extremo de la Alta Montaña.

Trek, running
Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Trek, running Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

No es algo nuevo, ni mucho menos, que los paisajes de Mendoza invitan a salir, recorrer y hacer deportes al aire libre, una práctica habitual y que no pierde vigencia en la provincia. Pero lo que sí es novedad es que cada vez son más los mendocinos que llevan la destreza mucho más allá y convirtieron una actividad en una nueva disciplina: correr en la montaña, conocido como trail running, es el nuevo deporte furor en Mendoza.

Para entenderlo fácilmente, es una mezcla de otras dos actividades muy elegidas por los mendocinos, como el trekking y el running. De ahí sale el trail running o trail run, que no es más –ni menos– que correr por los senderos de montaña, algo en lo que Mendoza tiene mucho para ofrecer. “Es una nueva actividad que ahora está en auge. Es running pero en la montaña”, sintetizó Cony Martino (36), una cordobesa que hace cinco años se mudó a nuestra provincia y practica el deporte.

Esta nueva disciplina que “es furor y ha crecido muchísimo”, como la describió el director de Deportes de la UNCuyo Fernando Martín, cada vez gana más adeptos. Cony Martino, que a pesar de ser cordobesa es una de las referentes en la comunidad local, agregó que “hace dos años éramos poco más de 20 personas los que entrenábamos y hoy ya somos más de 200″. Si bien en lugares montañosos de Europa ya existe hace tiempo y está más profesionalizado, de este lado del mundo “ahora se está imponiendo en versión más amateur, que es lo que hacemos nosotros”, contó la corredora.

Lógicamente, el trail running se nutre tanto de la comunidad del running y el trekking como de quienes hacen andinismo o montañismo. Las similitudes con las demás actividades hacen que más gente lo conozca, pero son sus diferencias las que resultan atractivas para los demás: “Cuando hablás con la gente de la comunidad, te dicen que la calle es más agresiva con las articulaciones y demás, es más desgastante físicamente. Por más que en la montaña se corran más kilómetros, es menos agresivo”, explicó Cony. Para el director de Deportes de la UNCuyo, además, “los que hacen running se ponen desafíos cada vez más importantes, correr más kilómetros, a más altura y por cerros, con las diferentes técnicas de ascenso y descenso”.

Vallecitos; los cerros Arco, Gateado y Campanario; la Quebrada del Alumbre; la Cascada del Salto y las termas de Valle Hermoso, son algunos de los sitios más elegidos para realizar la actividad en Mendoza. Por eso, más allá de lo físico, la corredora resaltó que “la montaña es como más terapéutica” en relación a la calle, algo que destacó como “un plus”. “No hay caminos tan marcados, hay que seguir senderos, el clima es distinto, tenés que ir con un chaleco, hidratación y comida. Usas otras zapatillas, con un agarre adaptado para los cerros”, continuó enumerando Cony sobre las diferencias con el running.

Trek, running
Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Trek, running Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Carreras, comunidad y superación

De a poco, y como ocurrió en Europa, la competitividad aumentó con el furor y ya se hacen carreras en todo el país, con sedes importantes como Villa La Angostura y Córdoba. En Mendoza, Fernando Martín expresó que “año tras año viene creciendo esa actividad y tenemos varias competencias”, la más reciente a finales de mayo, desde Uspallata, con cinco ediciones en su haber. La concurrencia de corredores puede ir “desde los 400 inscriptos, a los 3.000 o a los 10.000, como ocurre con Patagonia Run, una carrera en la que tenés mucha diversidad de distancias, desde los 10 km a los 160 km, entonces van desde los que recién arrancan a correr hasta los que ya están muy preparados”, contó Cony Martino.

Justamente el hecho de ir a carreras en otros lugares es, para la cordobesa, uno de los aspectos fuertes de este deporte y su comunidad, ya que “más allá de ser competitiva también ha generado mucho compañerismo y mucha vida social”: “Esa previa de juntarte para organizar el viaje, la estadía en cabañas unos días antes de la carrera y demás, es hermoso”, aseguró. En cuanto a nuestra provincia en particular, aseguró que “los mendocinos son muy fuertes, hay muchos y al tener la montaña tan cerca tienen más facilidad para esto”.

Ella, por ejemplo, participó de la carrera de 160 kilómetros (o 100 millas), lo que significó un antes y un después en su práctica del trail running: “Yo digo que es el típico ejemplo de resiliencia, porque te pone más fuerte. Realmente, cuando sobrepasas muchos kilómetros y estás toda una noche en la montaña, todas las adversidades que vas teniendo en la altura te hace mucho más gratificante el logro final”, sintetizó.

Pasás como si fuera una mini vida en el medio, con miles de momentos que vas pasando por tu cabeza. Hay momentos de soledad en que te preguntás para qué hago esto, y vas cayendo en muchos estadíos”, continuó relatando. “No sé si te vuelve mentalmente más fuerte, o ya lo sos y lo vas descubriendo a medida que vas sumando distancias”, analizó la corredora, y detalló: “Cuando largué sabía que iba a pasar dos noches, y vas pensando en que tenés por delante 160 km de montaña sola, que te van a pasar cosas, que puede llover, que te puede doler la cabeza, que podés tener frío, sueño o hambre, y vas pasando todas esas adversidades”.

Más allá de todo, insiste con que “en cada carrera uno se supera un montón y mentalmente te sentís muy fuerte”, y que lo mejor siempre llega al final: “Yo me siento enorme cuando llego, me es muy gratificante haber superado todos esos obstáculos que se te vinieron durante toda la carrera. Es una sensación hermosa”.

Trek, running
Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Trek, running Grupo de corredores entrenan en el Parque Deportivo de Montaña. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Correr en alta montaña

La atracción de quienes hacen trail running por Mendoza no sólo radica en sus espléndidos paisajes, sino que hay otro factor determinante: la altura más extrema. Gracias a esta característica de algunos pocos lugares y sus cumbres, surgió una nueva rama que en Europa llaman “Mountrailismo”, y que Cony explicó como “ir y volver rápido a los cerros”.

La corredora advirtió que es importante “diferenciar lo que es correr en altura y el trail running. Muchos creen que es lo mismo, pero no: el clima es completamente distinto, la forma de entrenar por la hipoxia en altura es distinta, y se subestima mucho el clima”. Además, marcó el contraste con el montañismo tradicional, que “es subir las montañas hacia los cerros altos respetando el proceso de aclimatación del cuerpo”, y “lo que nosotros hacemos es ir y subirlos rápido, aclimatarnos en la previa y subirlos sin parar”.

Esa modalidad, llamada “NoN Stop”, la llevó en nueve ocasiones a subir y bajar corriendo sin parar la cumbre del Cerro El Plata, a 6.000 metros de altura. También fue parte de la hazaña “Arco-Plata”, en la que “con un grupo de cinco locos” lograron recorrer el camino desde la base del cerro Arco (1.119m) hasta la cumbre del cerro El Plata (5.640m) en sólo 36 horas. “Fue algo impresionante y épico. Fue muy sacrificado y desgastante, pero hasta el día de hoy no puedo creer lo que hicimos, fue increíble”, confesó. Ahora, su objetivo está puesto en hacer el Aconcagua NoN Stop, algo que intentó en 2018 pero no logró: “Llegué a los 6.400 y me volví. Lo quiero intentar en algún momento, también al Mercedario y el Ojo del Jalado”.

Esta modalidad en alta montaña, que lleva poco años pero va ganando en popularidad, suele realizarse en grupos, ya que son muy pocos los capacitados para hacerlo en solitario. “Cuando estás en altura el clima es diferente, hace más frío y los peligros son mucho mayores”, resumió Cony, quien también reveló que “la clave es sentirte segura ante todo”: “Te tenés que conocer mucho en la altura, en qué comer y en la hidratación; saber cuándo abrigarte y cuándo desabrigarte; dónde apretar y dónde no, es todo autoconocimiento en la altura, puede haber un librito pero cada cuerpo es un mundo”. “Es hermoso que llegue mucha gente que quiera practicarlo, pero lo tienen que hacer seguros”, concluyó.

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