Robos, tiros e inseguridad: la amenaza constante de los mendocinos que practican enduro en el Circuito de Papagayos

En los últimos 14 días se registraron dos robos con armas de fuego, uno de ellos con disparos. Enduristas reclaman más seguridad a las autoridades municipales.

Desde hace varios años, la zona del dique Papagayos es ha vuelto muy insegura tanto para enduristas, ciclistas, turistas que recorren esta parte del sector pedemontano capitalino.
Desde hace varios años, la zona del dique Papagayos es ha vuelto muy insegura tanto para enduristas, ciclistas, turistas que recorren esta parte del sector pedemontano capitalino.

Hace pocos días el circuito de enduro del dique Papagayos fue noticia por un hecho de inseguridad: delincuentes armados le robaron sus motos a tres enduristas que practicaban en la zona. Pero el hecho parece no ser un caso aislado y es por eso que referentes del deporte reclaman a los municipios de Capital y Godoy Cruz más seguridad, en un lugar que aseguran que “es zona roja y liberada”.

Ubicado al oeste del barrio La Favorita, unos 500 metros al oeste del ex Zoológico en el Parque General San Martín, el Circuito de Papagayos volvió a estar en el ojo de la tormenta por la inseguridad que viven quienes transitan la zona: “Normalmente los enduristas y ciclistas no pasamos por ahí porque pasa siempre lo mismo. No sólo con los que andamos en moto o bici, también los turistas, los que salen a correr, todos. El piedemonte es tierra de nadie”, reconoció a Los Andes Carlos Valverde, motociclista que practica en el lugar hace 30 años.

Y quienes no lo pudieron evitar fueron Juan y sus dos amigos el pasado fin de semana. Al igual que Valverde, sabían que era no debían llegar a esa zona: “Llegamos a unos 500 metros antes del Papagayos, y para no salir por ahí nos íbamos a volver por adentro y salir por el (dique) Frías”, relató la víctima. Fue en ese regreso que se metieron por “un cañadón que tiene unos 2 metros de alto y es muy cerrado, entra de a una moto”, donde se cruzaron con una piedra en el camino. “Bajé la piedra y vi que había tres personas, que estaban apoyados con el pecho contra la pared, escondiéndose. Me apuntaron con revólver, se veían los tambores, el primero se quedó conmigo y los otros dos se fueron atrás mío con mis otros dos compañeros”, recordó.

Juan contó en exclusivo a Los Andes que si bien pensó en reaccionar, no quiso poner en riesgo a sus amigos: “No había posibilidad de acelerar hacia ningún lado, ni de volver para atrás, no se podía dar vuelta la moto, estábamos en una zona complicada. No quedaba otra que agachar la cabeza”, analizó. Al grito de los ladrones de “bajá de la moto, quédate quieto o te pego un cuetazo en la cabeza”, Juan contó que “me quedé tirado en el piso, no me dejaban mover, les dije que nos quedáramos tranquilos y se llevaran lo que quiera, que tenemos familia. Tratamos de apaciguar las cosas porque estaban un poco nerviosos”. Finalmente los ladrones, de entre 25 y 30 años, se llevaron las tres motos, con todas sus mochilas y sus pertenencias, por lo que el botín ronda “aproximadamente los 45 mil dólares”.

Lo llamativo (o no), es que tan sólo una semana antes el endurismo había sufrido otro delito grave, que llevó a la suspensión de la 7ma fecha del campeonato local. Maribel Giordani, presidente de la Federación Mendocina de Motociclismo Deportivo, reveló a este diario que el día domingo anterior a la competencia, a un piloto le robaron a punta de pistola en el paredón del Papagayos: “Cuando estaban escapando se les paró la moto y no la podían hacer arrancar, justo venía una camioneta que subió al dueño de la moto para seguir a los delincuentes. Los ladrones empezaron a tirarles tiros y se fueron corriendo, pero recuperaron la moto”.

A raíz de esto, “tres días antes tuvimos que trasladar la competencia, manifestó Giordani, además de asegurar que “desde el municipio de Capital nos dijeron que era la mejor decisión porque la zona era incontrolable y no me daban la seguridad para poder hacer ahí el evento”. Así las cosas, los enduristas no ven con buenos ojos el futuro de la actividad que “desde el año 1976 se practica el deporte en el dique Papagayos, ahí y en el Frias nació el enduro mendocino”. Por eso, Maribel confesó que “nos genera tristeza, e impotencia de perder nuestra raíz en la provincia. Yo particularmente aprendí a andar en moto ahí, mi papá aprendió ahí, y así sucesivamente, con mis hijas también. Pero hoy me genera muchísima inseguridad llevarlas, y estamos perdiendo las raíces del enduro”.

La víctima del último robo, Juan, manifestó que aunque “trato de poner esperanzas porque es una actividad que empecé hace 4 años, cuando recién me pude dar el gusto”, ahora “no creo que pueda volver a adquirir esa moto de acá a 10 años. Me costó mucho hacerlo, y no creo que pueda volver a hacerlo”. Y reconoció que, si pudiera volver practicar enduro, “no volvería al Circuito de Papagayos”. Valverde, por su lado, fue contundente: “Yo no me arriesgo a marcar un circuito allá adentro ni loco, no voy ni como turista a pasar un domingo con mi familia. No es una zona roja, ya no sé qué color sería”.

La zona en cuestión, el paredón del dique Papagayos se encuentra junto a La Favorita y a la reserva Divisadero Largo. El desaparecido Autódromo General San Martín quedó desafectado como tal, en parte, debido a hechos de inseguridad. La mayoría de los deportistas que concurren al Cerro Arco no toma este camino, prefiere dirigirse por El Challao. A pesar de los intentos, resultó imposible obtener la palabra del ministerio de Seguridad y desde el municipio capitalino señalaron que están trabajando en la zona, sin embargo señalaron que hasta el momento no han recibido un pedido formal de alguna entidad reclamando mayor seguridad.

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