“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años

Julia Quispe vive en una finca prestada, pero el inmueble fue vendido y ahora debe buscar otro lugar para vivir. Luego de que Los Andes contara su historia, desde la Municipalidad de Maipú se comprometieron en aportar materiales de construcción. La historia, el sentido del humor y los secretos de esta mujer de 107 años que es muy querida por todos en Coquimbito.

“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Norma Churquina.
“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Norma Churquina.

Julia Quispe nació el 7 de febrero de 1915 en el Norte Argentino. Este año, la mujer cumplió 107 años (¡nada más y nada menos!) y su historia se convirtió en noticia durante las últimas horas, luego de que Los Andes relatara la complicada situación que atraviesa. Y es que la finca en Coquimbito (Maipú) que le prestaron para que viva hace 6 años fue vendida recientemente, por lo que Julia deberá dejar el lugar. Norma Churquina (51), una de sus hijas, pidió ayuda a la comunidad para conseguir materiales de construcción y así poder levantar una nueva habitación para la centenaria mujer en la casa familiar (también de Maipú). Y en el transcurso de la mañana de este viernes, funcionarios de la Municipalidad de Maipú se reunieron con Julia y su familia, y se comprometieron a conseguir y entregarle ese material para la nueva habitación.

Sin embargo, por fuera de esta noticia –que se acerca a tener un final feliz-, Julia es muy conocida en Coquimbito. No hay vecino de las inmediaciones de Monteagudo y Urquiza –donde queda la finca- que no se detenga a saludar a Julia cada vez que la ven, ni tampoco hay persona que no la quiera.

Saludo a mucha gente yo, y toda esa gente me saluda a mí. ¡Todos me quieren mucho! La gente en la calle se para a pedirme recetas y me preguntan cuál es mi secreto. Yo les respondo: ‘¿qué comen las gallinas?’, y cuando me dicen ‘maíz’, les digo: ‘¡pues eso como yo!’”, cuenta entre risas la vecina más longeva de Mendoza, y probablemente una de las más grandes del país.

“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Gentileza Norma Churquina.
“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Gentileza Norma Churquina.

“Que yo conozca, no hay otra persona que tenga la edad de mi abuela en Mendoza. En el país ya no sé”, acota su nieta, Carina, con una afirmación que sale más del fondo de su corazón y del amor que de cualquier Récord Guinness registrado y certificado ante escribano público.

“En lo que tiene que ver con comida, me preparo yo misma y como de todo. ¡Todo me gusta! Salvo el pescado, que es muy oloroso”, se sincera Julia. Y aclara una y otra vez que la clave para sentirse tan bien consigo misma y con los demás es el respeto. “Si yo respeto a los demás, me van a respetar. Pero si no lo hago, ¿cómo voy a pedírselo a los otros?”, reflexiona con su sabiduría de más de un siglo de vida.

Un día en la centenaria vida de Julia

Todas las mañanas, Julia se despierta a las 5 de la mañana, ya sea verano, invierno, esté oscuro o empezando a amanecer o haga calor o frío. “Siempre tengo que estar haciendo algo. Si no meto la mano en un lado, la meto en otro. Y tengo que estar caminando siempre de acá para allá. Necesito que mi cuerpo esté en movimiento. Todo el tiempo me están diciendo que me quede quieta, que me siente. Pero si yo no estiro mi cuerpo y me quedo sentada, se termina encogiendo todo”, se excusa, sonriente, la mujer que vivió parte de su infancia en Bolivia y luego regresó a Argentina.

“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Gentileza Norma Churquina.
“Respetar para ser respetada, saludar y no discutir”, los secretos de Julia para llegar a los 107 años. Foto: Gentileza Norma Churquina.

Sin importar qué ocurra en el mundo exterior, Julia Quispe siempre encontrará algo para hacer y mantenerse ocupada. Desde ir a hacer las compras hasta ir al banco o cocinar. “Todas las mañanas cuando me despierto le hablo a las plantas, si no tengo a nadie más para conversar. Les digo siempre que están muy bonitas y que ya las voy a regar”, confiesa, siempre risueña.

Además de comprar, cocinar y regar las plantas, Julia también lava la ropa como parte de su rutina cotidiana. Estar siempre activa y en movimiento ha sido parte de su vida y personalidad desde siempre.

“Trabajé muchos años en la caña de azúcar, trabajaba como si fuera un hombre trabajaba. En ese tiempo trabajaba mucho de lo que fuera, uno no elegía que hacer. Si era caña de azúcar, era caña de azúcar. Si no, cosecha de tomate, en el tabaco, ¡lo que fuera! Con tal de que haya una moneda para mí y para mi familia, todo vale. Siempre intenté que a mi familia no le faltara nada”, sigue mientras repasa su vida.

Julia tiene familiares en Bolivia, pero también en Jujuy y en Mendoza. Con todos trata de mantenerse en contacto permanentemente, y a ellos se suman los amigos y conocidos que ha dejado por donde ha pasado.

“Hablo con mis vecinos y conocidos de todos lados. Hay que alegrar a la gente, hay que levantarla. No hay que odiar a nadie. Hay que tener respeto. Si uno respeta, lo van a respetar”, refuerza.

El secreto para vivir mucho y bien

No existen pócimas mágicas ni encantos para llegar a los 107 años, y mucho menos para llegar de la manera en que lo ha hecho Julia Quispe. Por ello mismo, cuando se le pregunta por alguna recomendación o secreto, la mujer simplemente se limita a describir cómo vive ella su vida.

“Ando siempre bien, siempre feliz. No molesto a nadie, no pido ni exijo nada, disfruto la vida. A mí me gusta vivir sola, no quiero escuchar discusiones. Porque sin escuchar problemas, vivo feliz. Las discusiones me enferman”, reconoce Julia, mientras su nieta la mira y sonríe a su lado.

Julia, la mujer de 107 años más querida de Coquimbito, necesita una pieza para poder vivir. Foto: Gentileza Norma Churquina.
Julia, la mujer de 107 años más querida de Coquimbito, necesita una pieza para poder vivir. Foto: Gentileza Norma Churquina.

Hace poco más de un mes, Julia estuvo internada por unas complicaciones intestinales. Sin embargo, recibió el alta a los pocos días y hoy prácticamente no videncia ningún síntoma o consecuencia de esa internación.

“Cuando me iba del hospital, los doctores y los enfermeros me pedían que no me fuese, que me quedara. ‘¡Quédese, abuela!’, me decía. Me quieren mucho. Y yo siempre estoy orando para que todo el mundo esté bien”, agrega.

“Por suerte estoy muy bien de salud, ¡como para andar bailando una zamba o una cueca!”, concluye. Y, una vez más, sonríe.

La nueva habitación para Julia, más cerca de ser una realidad

Julia, su hija Norma y su nieta Carina participaron durante la mañana de hoy de una reunión con funcionarios de la Municipalidad de Maipú. Durante el encuentro, desde la comuna se comprometieron a conseguir y aportar el material para que Julia pueda mudarse a la casa de su hija cuando deba dejar la finca de Coquimbito (Norma vive en General Ortega, también en Maipú y cerca de un kilómetro de su madre).

“Nos fue bien en la reunión y salimos con la esperanza de que se va a construir la piecita para mi abuela”, resume Carina sobre el encuentro.

Desde la comuna maipucina, en tanto, destacaron que Julia manifestó que el nuevo dueño de la finca en la que está viviendo le aseguró que no es necesario que abandone la casa en el corto plazo. Según especificaron desde la comuna, esto permitirá trabajar con más tiempo e integridad en la solución para Julia Quispe.

Además, personal del área de Desarrollo Social también se entrevistó con la mujer de 107 años y se dispuso que fuera visitada por una trabajadora social para asistirla con insumos y alimentos. Desde el área de Vivienda de la comuna, en tanto, confirmaron que ya se iniciaron los trámites para que le sean otorgados materiales de construcción a Norma y, de esa manera, en el terreno de la casa de Julia pueda construirse una habitación de 24 metros cuadrados y un baño para Julia.

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