Paso a Chile: con el cambio de horario aseguran que se agilizará el tránsito de los 900 camiones que pasan por día

Desde ayer, el movimiento para todo tipo de vehículo será desde las 9 a las 21. Hubo resistencia inicial de camioneros.

Paso Los Libertadores, del sistema integrado Cristo Redentor (Gentileza / La Tercera)
Paso Los Libertadores, del sistema integrado Cristo Redentor (Gentileza / La Tercera)

El Paso Cristo Redentor habilitó este jueves el tránsito para todo tipo de vehículos con horario de invierno, es decir desde las 9 a las 21. Sólo por 12 horas estará en tránsito, con el objetivo de brindar seguridad a los transportistas y automovilistas en la época de nevadas y vientos intensos.

Este cambio generó el malestar en las distintas asociaciones de camioneros, quienes podrían ver afectado su trabajo al acotarse el rango horario.

El Coordinador del Paso Cristo Redentor, Daniel Galdeano, aseguró que lo que se buscó en una negociación intensa con las autoridades chilenas fue que la ruta estuviese habilitada por 15 horas, es decir tres horas más de lo actual, pero no hubo acuerdo.

“Los transportistas pedían tres horas más, de estas 12 horas, tres horas más para poder maniobrar, y llegar a destino, teniendo en cuenta que estamos en invierno. Pero todo quedaba supeditado a que se mantuviese el buen tiempo y eso no lo podemos asegurar. Depende de las condiciones del tiempo y nosotros tenemos que velar por la seguridad”, dijo Galdeano.

Ayer se desactivó una medida de fuerza que iban a llevar adelante un grupo de transportistas, de la cual no se iba a sumar la Asociación de Propietarios de Camiones (APROCAM).

Frente al conflicto que se desató con los transportistas, desde la coordinación aseguraron que buscarán reforzar los servicios del sistema coordinado para evitar las demoras y que todo encauce el objetivo de llegar a que pasen los 900 camiones en promedio.

La semana pasada, por las malas condiciones, el Paso Cristo Redentor estuvo cerrado una semana. Esto complicó la situación de cientos de familias que quedaron varadas en Uspallata y en otros puntos de la provincia. Algunos con mejor suerte consiguieron hospedaje y contaban con dinero para aguardar la apertura. Otros, debieron pernotar en los autos y en la ruta y hasta tuvieron que ser asistidos con alimentos por parte de Gendarmería Nacional.

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