Miles de turistas se desplazaron para disfrutar de la montaña en el inicio del fin de semana “XL”

Las zonas de Potrerillos, Cacheuta y Uspallata mostraron una gran cantidad de visitantes. Hubo estrictos controles en los caminos para garantizar que los que se desplazaban contaran con su reserva, según el decreto vigente por la pandemia de coronavirus.

Fin de semana largo en cuarentena: Los mendocinos aprovecharon para hacer turismo interno en los lugares permitidos. Mónica y Paulino Ferrarese haciendo una caminta por El Salto / Ignacio Blanco
Fin de semana largo en cuarentena: Los mendocinos aprovecharon para hacer turismo interno en los lugares permitidos. Mónica y Paulino Ferrarese haciendo una caminta por El Salto / Ignacio Blanco

Con solo hacer algunos kilómetros por la ruta 40 entre Godoy Cruz y Luján de Cuyo, a la derecha, la estampa de la cordillera nevada se impone e invita a visitarla. Y los mendocinos difícilmente se nieguen a aceptar una invitación de la montaña, sobre todo cuando se presenta como en estos días: platinada y brillante bajo el sol. Más aún contando con el aval del gobierno para hacer turismo interno, luego de más de 100 días de un aislamiento que, aunque flexibilice sus fases, se hace cada vez más largo.

Por todo esto fue que miles de vehículos comenzaron a desplazarse ayer hacia la zona de Potrerillos, Cacheuta y Uspallata, sorteando el estricto control policial que se apostaba en distintos lugares a lo largo de la ruta.

En cada uno, el requisito de la autorización para circular y de reserva en alojamiento o restaurante era indispensable para seguir adelante. “Un alto porcentaje de los turistas tuvo que volverse, porque no tenían reserva y querían venir a pasear, bajar mesitas, tomar mate. Y no se puede” aclaró el oficial inspector de la Policía, Jorge Pinto, apostado en medio de la ruta a la altura de Blanco Encalada.

Un poco más tarde del mediodía, las filas de vehículos que se dirigían a la montaña se hacían cada vez más largas. A esa altura, el efectivo estimó que más de 3.000 autos ya había subido y se esperaba que el ritmo continuara igual por la tarde.

“Es que el check in es a partir de las 14, para poder hacer la higiene de habitaciones o cabañas, sobre todo ahora que el protocolo tiene mayores exigencias”, explicó Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza.

El tema es que aunque gran cantidad de gente se ha desplazado hacia algún punto turístico de Mendoza, la normativa vigente de tener habilitado sólo el 50% de la capacidad total, hace que apenas haya la mitad (o menos) de reservas en cabañas, hoteles y restaurantes. “La ruta 82, Cacheuta, Potrerillos y Uspallata ha estado muy bien, con una alta demanda para este fin de semana. Si tenemos en cuenta que la ocupación es del 90% o 100% estamos hablando de la mitad, que es lo autorizado”, aclaró González.

Por su parte, el jefe de la Policía Vial, Fabián Becerra, explicó que el tránsito liviano se había destinado por esta ruta, mientras que los camiones fueron derivados por la ruta 7: “El control en la ruta 82 está a cargo de los Preventores de Luján y de la Policía de Mendoza, porque está muy cargado el tránsito. Por Ruta 7 el trabajo es de la Policía Vial, que busca descomprimir la cantidad de camiones varados por el temporal”. El funcionario estimó que cerca de 1.600 camiones se encuentran varados en la zona de la destilería y otros 600 más aguardan en el llano.

En el primer día del fin de semana “XL” hubo “mucha demanda de gastronomía y alojamiento, teniendo en cuenta los feriados y el inicio de las vacaciones de invierno” amplió el presidente de la Cámara de Turismo. Pero al hecho de que sólo se permite la mitad de la capacidad, se suma que no todos los establecimientos están abiertos: “El Gobierno les dio la opción, pero cada propietario decide según la ecuación entre el costo y el beneficio de abrir o seguir cerrado”.

Por último,subrayó que los precios se han mantenido, sobre todo para hoteles y cabañas, aunque “no en la gastronomía porque por la inflación y porque los costos de montaña siempre son más elevados que los de la ciudad”, además agregó que “todos han hecho un gran esfuerzo en mantener precios e incluso en reducirlos cuando han podido para tener movimiento y rentabilidad y que sea un paliativo a la gran crisis que están atravesando”, concluyó González.

Abundan los carteles de “no hay lugar”

La zona del Valle del Sol, a simple vista se percibía ayer con poco movimiento. Pero en la entrada a muchos complejos de cabañas podía encontrarse el poco simpático cartel que reza “no hay lugar”. “Nosotros tuvimos que alquilar de lunes a jueves, ya nos estamos yendo” comentó Carol Sobich, una mendocina por adopción, oriunda de Brasil. “Es que quisimos alquilar para el fin de semana largo pero estaba todo completo” explicó.

“En el barrio no hay mucho movimiento”, dijo el propietario de la proveeduría El Lagarto. “La mayoría de los que están son los dueños, hubo poco turismo hasta ahora. Esperemos que mejore” expresó a media mañana el hombre, antes de que las largas filas de autos que estaban en la ruta llegaran a destino. Por la tarde, sus expectativas se vieron superadas.

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