Los restos de Nélida Gutiérrez ya descansan en el Pabellón de los Notables

Los restos de Nélida Gutiérrez, Reina Nacional de la Vendimia de 1951, fueron trasladados al Pabellón de los Notables del Cementerio de la Ciudad, en un emotivo acto. Participaron el secretario de Turismo y Cultura, Felipe Rinaldo; junto a Mónica Polvoreda, sobrina de Nélida; y demás familiares y amigos.

”Nos encontramos realizando este homenaje en el Pabellón de los Notables, sitio creado en 2003, cuando el municipio decidió nombrar a los Pabellones B y G con esta nueva denominación. Desde ese momento, en este lugar se han ido reubicando distintas personalidades ilustres, como Frank Romero Day, ingeniero agrónomo que ideó la Fiesta de la Vendimia; y la primera reina vendimial de la Ciudad de 1936, María de Los Ángeles Orquín. A ellos se le suma Nélida Gutiérrez”, fueron las palabras de Felipe Rinaldo.

Durante el encuentro se homenajeó a Nélida II con una pequeña reseña de su vida y luego también con las palabras de su sobrina Mónica, que la recordó como “una verdadera guardiana de la Vendimia, que siempre difundió su importancia como una tradición”.

Finalmente se realizó el descubrimiento de una placa en su tumba, donde se depositó una ofrenda floral. El acto se cerró con un  caluroso aplauso.

Sobre Nélida Gutiérrez

Isidra Nélida Gutiérrez nació el 4 de abril de 1933 y falleció el 2 de mayo de 2013, con 80 años. Era viuda y no tuvo hijos. Sus allegados la recuerdan como una mujer espléndida, muy coqueta, elegante y sociable.

Fue elegida Reina Nacional de la Vendimia en 1951, cuando representó al distrito del Borbollón y luego al departamento de Las Heras, donde resultó coronada como Nélida II.

Trabajó como secretaria del gobernador Francisco Gabrielli y en la Secretaría de Turismo en el año 1976. Posteriormente, comenzó a desempeñarse en el área de Protocolo de Gobernación hasta 1986, cuando se jubiló.

La fiesta en la que fue coronada se realizó el domingo 11 de marzo de 1951, donde estuvieron presentes el gobernador Tte. Coronel Blas Brísoli, junto a su esposa Esmeralda Carabajal de Brísoli, y el intendente de la Ciudad Sr. Humberto Moreschi, entre otras autoridades.

Fue también el año de grandes avances en las obras del Teatro Griego, levantado en los terrenos del autódromo. Para esta fiesta se construyeron las bases definitivas del escenario que en esa edición mostró una estructura de escenario tipo rascacielos, con superposición de niveles y con la elevación del trono vendimial varios metros sobre el nivel del tablado.

En ese magno escenario que remataba en un voluminoso tonel destacado por los haces luminosos, fue electa la joven Nélida Gutiérrez de Las Heras, tras obtener la mayoría de los votos. La virreina de ese año fue del departamento de Rivadavia.

Nélida era comúnmente llamada “Negra” por sus amigos. Fanática de todo lo relacionado con la fiesta de la Vendimia, no se perdía ninguna de las celebraciones, siendo una activa participante de la CORENAVE (Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia).