Las mujeres tienen hasta 23 tipos de orgasmo y los hombres no los conocen

El orgasmo femenino, tan complejo como desconocido, tiene un protagonista que se lleva gran parte de los aplausos (y no es el pene).

La actriz Meg Ryan en una célebre escena de la película "Cuando Harry conoció a Sally", en la que finge un orgasmo en público.
La actriz Meg Ryan en una célebre escena de la película "Cuando Harry conoció a Sally", en la que finge un orgasmo en público.

Uno de los secretos mejor guardados de la historia, ha sido la función del clítoris en el orgasmo femenino. No fue hasta 1998 que se descubrió su forma real y que, para sorpresa de muchos, abarca más que ese pequeño botoncito. Lo cierto es que el orgasmo femenino es más complejo y multicausal de lo que se tenía noticias. Como si fuera poco también tiene un día: el 8 de agosto se lo celebra a nivel mundial.

En 2019, la primera boutique erótica online para mujeres, Erotique Pink, realizó un informe en el que revela que el 20% de las mujeres argentinas es anorgásmica, es decir que no tienen orgasmos o rara vez lo alcanzan. A nivel mundial no alcanzar el orgasmo es algo frecuente y afecta alrededor del 30% de mujeres. Puntualmente en Estados Unidos, Europa, América Central y del Sur, el número de mujeres varía entre 16% y 28% y en Asia los números alcanzan el 40%.

Tipos de orgasmo

“Las mujeres tenemos 23 tipos de orgasmos”, explica María Emilia Marín, educadora sexual certificada. “Los 4 principales son el vaginal, el clitoriano, -que es el máximo creador de placer-, el uretral, en el que aparece el squirt (un chorro de líquido blanquecino) que solo un 5% de las mujeres lo logran, y el orgasmo anal”. 

Para la educadora sexual, la sociedad está construida bajo un concepto penecentrista, por lo que muchos hombres descreen del orgasmo clitoriano, reduciendo el placer femenino a la penetración.

Esto se debe a que hasta el siglo XIX, y especialmente entonces, se diagnosticaba la histeria femenina, como una enfermedad que causaba desmayos, insomnio, inapetencia, nervios y otros problemas, y que se resolvía con el uso de un “consolador de histeria”, que no era otra cosa que masturbación genital hasta conseguir el paroxismo. Por supuesto, todo esto se realizaba de forma antinatural. De este modo nace la idea de que la penetración es el aliado del placer femenino.

En su novela El anatomista, el escritor argentino Federico Andahazi cuenta con detalle cómo el protagonista se dedicaba al tratamiento de este padecimiento femenino y el consecuente estudio de ese órgano genital que era el causante de tanto estrago. 

Para qué sirve el clítoris

Durante siglos se intentó vincular, sin éxito, la función del clítoris con la reproducción humana, dejando como legado una enorme cantidad de mitos, falacias y conceptos erróneos. Uno de ellos es el “Punto G”, que tanta frustración ha provocado a millones de mujeres tratando de encontrarlo, ya que no se trata de un punto específico, sino de un complejo entramado de terminaciones nerviosas, que se extiende a lo largo de todo la genitalidad femenina y cuyo comando central es, justamente, el clítoris.

“Ninguna parte del cuerpo del hombre tiene un órgano de placer, como lo tiene la mujer” explica Emilia Marín, y agrega “para que el pene se erecte necesita de 20 centímetros cúbicos de sangre, mientras que las mujeres necesitamos casi 100 centímetros cúbicos”. Este es el motivo por el cual el hombre necesita descansar luego de la eyaculación, mientras que la mujer “puede estar excitada y lubricada toda la noche sin la necesidad de una nueva previa”, sostiene.

El orgasmo fingido

Algunas mujeres admiten fingir orgasmos, por diversos motivos. Entre los más frecuentes están el hecho de nunca haber tenido un orgamo real, para estimular a su pareja, y para elevar su propia excitación.

Estas últimas, suelen tener mejor consistencia en el orgasmo, mientras que aquellas que lo fingen por temor o para satisfacer a su pareja, cuando finalmente llegan, suelen hacerlo con menor intensidad.

Nueve curiosidades del clítoris

  • Fue descubierto en 1559, o sea, después del descubrimiento de América.
  • Está presente en todas las hembras mamíferas: el más grande es el de las hienas, que orinan y dan a luz a través de él, por lo que puede llegar a medir hasta 20 centímetros.
  • Recién se conoció su forma real y completa en 1998, cuando la uróloga australiana Helen O’Connell demostró su anatomía.
  • Tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas: está conectado con el cerebro y todo el sistema nervioso. Durante el clímax puede producir hasta 16 contracciones.
  • Sólo vemos la parte que sobresale, pero es mucho más grande de lo que parece, ya que tiene alrededor de 6 centímetros en su anatomía interna.
  • Es el único órgano que sirve exclusivamente para dar placer.
  • Puede tener muchas formas y tamaños diferentes.
  • El 20% de las mujeres no sabe dónde está.
  • Nunca deja de crecer: cuando la mujer llega a la vejez, puede medir 7 veces más que en la adolescencia.

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