La tasa de letalidad por Covid-19 en Mendoza es la mitad de la nacional

En Mendoza el índice que mide cuántos fallecidos hay entre los infectados es la mitad que en el promedio nacional. Para las autoridades, la clave es la atención en el sistema de salud.

En Mendoza, el número de fallecidos por coronavirus se ha incrementado notablemente. Sin embargo, en proporción con los infectados, la tasa es baja. / José Gutiérrez
En Mendoza, el número de fallecidos por coronavirus se ha incrementado notablemente. Sin embargo, en proporción con los infectados, la tasa es baja. / José Gutiérrez

La tasa de letalidad por Covid-19 en la provincia es la mitad de la que registra el promedio nacional. Es decir que es menor la proporción de quienes mueren entre quienes se enferman.

En Mendoza este indicador es de 1,32% mientras que en el país, es de 2,7%. Para llevarlo al plano de los números, hasta el viernes por la noche el país llevaba acumulados 965.609 positivos, de los cuales 25.723 habían fallecido. En Mendoza, hasta ese entonces eran 33.908 confirmados y 449 muertes.

Uno de los factores que incide en la letalidad es la edad de los infectados, ya que los mayores de 60 años tienen más riesgos. Sin embargo, no hay diferencias entre lo que sucede en estos dos territorios. En la Argentina, el promedio de edad de los casos detectados es de 38 años mientras que en Mendoza es de 41, es decir, levemente superior.

Diversas variables

Se trata de un indicador atravesado por diversas variables. Para la ministra de Salud de la provincia, Ana María Nadal, influyen varias cuestiones en el escenario local. “Una es que el 82% de los casos confirmados están entre los 15 y los 59 años y en ese rango etario están las personas con menos riesgo de morir”, explicó.

Además, “influye la calidad del sistema de atención. Cuando la gente va a una UTI (Unidad de Terapia Intensiva) encuentra calidad de atención en el cuidado de los pacientes y, por otra parte, desde el inicio de la pandemia hasta ahora se va aprendiendo a cuidar mejor y a tener mejores tratamientos”, consideró.

El gobierno local confía en la eficacia de los operativos barriales a través de los que buscan detección de infectados, para aislarlos, encontrar a sus contactos estrechos y así cortar la cadena de contagio. La estrategia podría impactar en la letalidad, en tanto puede atenuarse el contagio a grupos de riesgo por parte de asintomáticos y oligosintomáticos. Por otra parte, un seguimiento oportuno y adecuado puede incidir en la evolución del cuadro y evitarse así llegar a una condición crítica.

Analía Rearte, Directora de Epidemiología de la Nación señaló que la tasa, en primer lugar, está totalmente atada a la notificación de casos y fallecidos.

“Si hacés muchos diagnósticos y notificás, tu letalidad va a bajar”, subrayó. Hay que considerar que las notificaciones las realizan las provincias al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), y que en ese sentido, dada la sobredemanda a los efectores que deben concretarla, se han presentado atrasos.

Destacó que también está asociada a la virulencia del germen -que es la misma para todos- a los servicios de salud y la oportunidad de atención: “Cuanto más robusto sea un sistema de salud para atender tempranamente, va a marcar la letalidad”. Ese es uno de los factores que determinan un descenso ante una enfermedad que hoy no tiene un tratamiento específico.

“Para bajar letalidad y mortalidad (cantidad de muertos por millón dehabitantes) lo que se puede hacer es bajar la transmisión del virus en el grupo que lo está transmitiendo, que son los menores de 60. Los mayores de 60 se mueren”, remarcó. Para ello, hay que aislar y cortar la transmisión.

“Es muy difícil, porque hacer eso en personas jóvenes que se sienten bien es un gran desafío, y después, en el sistema de salud ampliar camas, tener respiradores necesarios y personal capacitado”, apuntó.

En tanto, Fernando Kurban -presidente de la Asociación Mendocina de Terapia Intensiva Cuidados Críticos- mencionó que hay que considerar el contexto, la edad promedio de contagiados y las enfermedades previas.

De todas formas, señaló: “Es parte de un análisis que hay que hacer con cuidado cuando pase esta situación crítica, con la frialdad de los números”. Dijo esto al referir que la provincia lleva con la pandemia un tiempo diferente que el área Metropolitana de Buenos Aires, que en algún momento llegó a tener el 80% de los casos del país, algo que está cambiando.

Curvas y tendencias

Por otra parte, se observa las últimas semanas un leve aumento en la tasa nacional, mientras que la de Mendoza ha tendido a una pequeña mejora.

Sin embargo, si se hace una mirada más amplia, el país ha tenido un cambio positivo importante después de haber tocado un techo de 6% los primeros días de mayo. Desde aquel entonces, la curva comenzó el descenso para estabilizarse y llegar incluso a menos de 2 a mediados de junio. Desde entonces permanece en ese rango, con pequeños movimientos. Con octubre, llegó un nuevo empujón hacia arriba y muestra una leve tendencia ascendente.

El primer informe semanal publicado por el ministerio de Salud de Mendoza, el 7 de agosto, daba cuenta de que por aquel entonces la letalidad en la provincia era de 2,44%, con 1.923 confirmados y 47 fallecidos. Un mes después había bajado a 1,53%, con 9.140 positivos acumulados y 140 muertes.

En el mundo la tasa es de 2,8%, con lo cual el país -el quinto en el mundo con más casos de Covid 19- estaría en consonancia con el escenario internacional y hasta levemente mejor.

Si bien la pandemia se concentró en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en las últimas semanas la curva de contagios allí ha tendido a amesetarse. En contraposición, las provincias comenzaron a sentir más su impacto.

Rearte reconoció que se venía con una letalidad de 2,1 % que pasó a 2,7% y lo atribuyó a mejoras en la notificación de fallecidos por parte de algunas provincias. En particular mencionó la provincia de Buenos Aires donde dijo que por su densidad poblacional el impacto es mayor. Lo que están haciendo es cruzar los datos de los hospitales con otros registros donde queda consignada una muerte.

“Esta situación la recomendamos y la estamos trabajando con las provincias, hay más de 8 mil personas que cargan datos en todo el país, es imposible para el gobierno provincial y nacional monitorearlos”, explicó.

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