La ONG de una ex campeona solidaria sacó de la calle a dos hermanos en San Rafael

Silvia Romero, creadora de “Fierritos Solidarios”, le consiguió un techo a los jóvenes que estaban en situación de calle. Ahora necesita bicicletas para que puedan ir a trabajar. Cómo ayudar.

Brian y Sebastián junto al alma solidaria que les tendió una mano. Los dos dormían en un improvisado campamento y ahora tienen un techo. | Fotos: gentileza
Brian y Sebastián junto al alma solidaria que les tendió una mano. Los dos dormían en un improvisado campamento y ahora tienen un techo. | Fotos: gentileza

Una vez más, la sanrafaelina Silvia Alejandra Romero (47), ex campeona nacional de mountain bike y madre de tres hijos, demostró todo su amor por el prójimo a través de la ONG “Fierritos Solidarios”, creada en 2016 con el único fin de darle una mano a la gente necesitada.

Esta vez Silvia fue el “puente” para que dos hermanos en estado de abandono y en situación de calle consiguieran un hogar.

Fue la tarde previa a Reyes, el pasado 5 de enero, cuando a través de sus redes sociales a esta campeona solidaria le llegó el caso de Sebastián y Braian Ponce, de 26 y 28 años respectivamente, que estaban a la intemperie desde hacía tres semanas.

Silvia no demoró un solo segundo en poner manos a la obra con el empuje de siempre. A esta altura, se encuentra habituada a que los vecinos le cuenten permanentemente historias duras y de vulnerabilidad. En San Rafael todos saben que ella “mueve cielo y tierra” para buscar una solución.

“Demoré alrededor de tres horas en encontrar el paradero de estos muchachos, cuya mamá falleció y su papá los dejó hace tiempo”, cuenta Silvia a Los Andes.

Según señala, el vecino Claudio Martínez, quien suele darles trabajo a los hermanos en el rubro de la construcción y ayudarlos con la comida, le manifestó su preocupación.

“Cuando al fin los pude localizar, Sebastián me comentó que pedía una vivienda para alquilar o cuidarla. Al no tener recibo de sueldo tienen pocas posibilidades de lograr algo por derecha. Enseguida me puse a contar la historia en mis redes sociales y la respuesta fue inmediata”, relata Silvia.

En primer lugar, y para evitar que esa noche permanecieran en la calle, otro vecino, Matías Oviedo, los alojó por una noche en el hogar “Mía nonna”, donde residen abuelos. Allí se higienizaron, cenaron y descansaron dignamente. Cuenta Silvia que el gesto fue recibido por ellos “con muchísima alegría”.

Foto: gentileza
Foto: gentileza

A las pocas horas, otra mano solidaria apareció gracias a la difusión del caso: la familia Muñoz ofreció una vivienda en calidad de préstamo. Los hermanos se comprometieron a cuidarla mientras estén allí.

“Fue una felicidad enorme saber que habíamos encontrado una solución que yo llamo milagro de Dios. Apenas me enteré de esta posibilidad fui corriendo al hogar para comunicarles a ambos”, reflexiona Silvia. Y agrega: “Donde hay una necesidad hay un derecho”.

Empatía y entrega

Es la segunda vez que Silvia oficia de intermediaria a través de su organización para restablecer un techo a personas necesitadas. En 2022 vivió una historia muy emocionante con otro hombre en situación de calle que pudo regresar a su tierra natal junto a sus familiares después de varias décadas.

Según asegura, la solidaridad existe y la comunidad siempre está dispuesta a aportar su granito de arena. Eso sí: hay que difundir y estar atento a los casos, que cada vez son más frecuentes debido a la crisis económica y social que vive el país.

“Hoy estamos detrás de dos bicicletas que alguien pueda donar para que estos chicos puedan trasladarse a las obras donde trabajan”, dice Silvia, que dejó su teléfono de contacto.

Y cierra: “Nunca debemos abandonar a alguien cuando lo veamos en esta situación porque no sabemos qué pudo haber sucedido para llegar a eso. Hay que acercarse, contarlo, denunciar, solidarizarse. Pero jamás abandonar”.

Una larga historia

De niña, cada vez que había alguna competencia o exposición, Silvia Romero asistía con su familia al autódromo ASA de San Rafael y aprovechaba la ocasión para llevar a cabo distintas campañas.

Así, recaudaba mercadería, juguetes, ropa de abrigo, calzado, materiales para la construcción y todo lo que el público pudiera donar en esos encuentros multitudinarios. Y por eso nació “Fierritos Solidarios” el 10 de septiembre de 2016, en el barrio El Sosneado 6 de esa localidad.

No obstante, pese al trabajo intenso que realiza Silvia junto a su familia, no logra oficializar la ONG que tanto anhela. En parte, debido a los elevados costos que implica. “Le pedimos a la gente que no afloje, que se sume a donar, porque las carencias son innumerables”, reflexiona.

Foto: gentileza
Foto: gentileza

Y cuenta que desde su propio domicilio, y junto otros colaboradores, pone el cuerpo para recoger frazadas, ropa de abrigo, muebles, materiales de construcción, prendas de vestir, colchones, pañales, leche en polvo, zapatillas y mercadería. Todos estos elementos son distribuidos en merenderos, comedores, instituciones públicas y gente común que necesita sobrellevar el invierno.

Los barrios más afectados, dice, son Costa Esperanza, La Isla, El Molino, Cuadro Nacional, Pobre Diablo y otros aledaños. “Desde que empezó la pandemia la demanda ha crecido muchísimo y estamos al pie del cañón cuando se nos llama”, cuenta con orgullo.

A Silvia no le sobra nada, pero su misión es más fuerte. Se dedica al reparto de pollos y su esposo es techista. Y, en forma paralela, acondiciona la ropa, organizan la mercadería y distribuyen a quien la necesita. “Nuestra labor es asistir cuando el municipio no puede llegar por el mismo motivo. Es muy grande la pobreza que se observa”, amplía.

“Fierritos Solidarios” sacó su nombre del fanatismo que toda la familia tiene por los autos. No obstante, Silvia pide dejar en claro sus orígenes en dos ruedas, que tantas satisfacciones le ha dado.

“En el tiempo que me inicié en las carreras tuve el apoyo de empresas, como el diario Los Andes, bicicletería Escandolera y Municipalidad de San Rafael”, enumera. Y cierra: “Sin esa ayuda se me hubiese hecho imposible salir a correr a nivel nacional”.

Cómo colaborar

La sede de “Fierritos Solidarios” se encuentra en calle Agustín Álvarez 3289 del barrio Sosneado, en San Rafael. Teléfono: 260-4022700. Quienes estén fuera de esa localidad pueden contactarse para gestionar el traslado de donaciones. En las redes sociales figura como Fierritos Solidarios.

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