La conmovedora historia de Joaquin, el niño de 10 años que se recupera de sus quemaduras y sueña con abrir su propia pastelería

En el 2019 tuvo un accidente doméstico y resultó con el 25% de su cuerpo quemado. En las redes comparte el progreso de sus recetas que costea con el dinero que va ahorrando.

Joaquín comparte su progreso en las redes sociales
Joaquín comparte su progreso en las redes sociales

Joaquín Nahuel tiene 10 años y en el 2019 debido a un accidente doméstico resultó con el 25% de su cuerpo quemado. En aquel momento los médicos le dijeron a sus padres que tenía pocas chances de sobrevivir pero el pequeño luchó por su vida y hoy persigue su sueño.

Desde que tenía 6 años empezó su amor hacia la pastelería y de la mano de su abuelo aprendió a hacer sus primeros bizcochuelos. Hoy es furor en las redes sociales donde comparte su progreso día a día.

Joaquín comparte su progreso en las redes sociales
Joaquín comparte su progreso en las redes sociales

Sus papás Raquel y Emanuel trabajan como vendedores ambulantes y, cuando tienen dinero extra les dan plata a sus hijos para que se den algún “gustito”. Fabricio (12), Abril (8) y Teo (7) gastan la mayor parte del dinero en golosinas mientras que Román (2) reciben lo que le dan sus hermanos más grandes.

Pero Joaquín guarda cada centavo para comprar harina, manteca, polvo para hornear, crema y granas, entre otras cosas para cocinar en su casilla del barrio Parque Rivadavia de General Rodríguez.

“Es muy ahorrativo. No gasta en golosinas, no gasta en chocolates, no gasta en nada. Guarda, guarda y con lo que guarda se compra lo que quiere: harina, huevos, leche, todo lo que necesita para hacer bizcochuelo. Los hace y nos lo comemos con el té. Para él es un juego. Es plata que nosotros le damos los meses que nos sobra un poco. En cambio, los hermanos no son así, se gastan todo”, explicó su madre.

A través de sus redes sociales, donde tiene miles de seguidores Joaquín muestra su progreso y el progreso del local que está construyendo con la ayuda de donaciones donde pondrá su ansiada pastelería. Según informó Infobae, el niño vive con su padrastro de 26 años y su mamá. Su apellido, el que heredó de su padre biológico, lo omite, lo esconde.

Joaquín comparte su progreso en las redes sociales
Joaquín comparte su progreso en las redes sociales

Cabe destacar que lo de Joaquín no es trabajo sino un pasatiempo. Hace poco tiempo, luego de que se volviera viral, explicó que sus papás no lo obligan a trabajar, que simplemente lo acompañan en sus preferencias.

Tal es así que hace unos días pidió direcciones de merenderos y comedores para donar los bizcochos con los que practica distintas técnicas de decorado.

El accidente

En abril del 2019 la familia festejaba el cumpleaños número 27 de Raquel con un asado. Mientras la madre y el resto de la familia charlaban en la casilla los chicos jugaban en el patio.

En un momento determinado Joaquin tomó una botella con alcohol y roció las brasas y se quemó. “Dos veces los mandé adentro a los dos porque estaban haciendo lío. Hasta que de repente sentí como una efervescencia -relata-. Lo primero que hice fue darme vuelta para tapar al bebé y la otra chica hizo lo mismo. Cuando me doy vuelta escuché que el más grande le decía a Joaquín ‘te dije, boludo’. El más grande tenía el buzo prendido fuego. Se tiró al piso, empezó a rodar y se apagó”, recordó Raquel.

“Cuando lo miré a Joaquín estaba todo envuelto en llamas. No me dio tiempo a nada. Mi vecina me sacó al bebé. Lo único que quería hacer era que se tirara al piso, que rodara. Pero no lo hacía. Empecé a gritar, a gritar, mi mamá abrió la puerta de su casa y de un empujón lo metí adentro. Como no lo podíamos apagar, mi papá, que escuchó los gritos, saltó de la cama y así como vino lo abrazó con una campera. Se quemó las manos y los brazos, pero lo apagó”, contó.

La ambulancia nunca llegó así que el niño fue trasladado al hospital en un móvil policial. “Los médicos nos dijeron que nos vayamos preparando porque para ellos Joaquín no iba a salir vivo. Tenía mucho porcentaje de su cuerpo quemado y nos decían que a su edad es muy normal que los pacientes se descompensen y que no haya vuelta atrás. Nos prepararon para ver morir a mi hijo. Creían que no iba a aguantar la noche. Pero la aguantó y al otro día a la mañana lo llevaron al hospital de Quemados”, dijo.

En el 2020, durante la pandemia la rehabilitación de Joaquín se detuvo. Dejaron de hacerle los injertos de piel que venían reemplazando sus partes muertas y las operaciones programadas se suspendieron.

En marzo de 2021, les dijeron que las lesiones ya habían cicatrizado, que no podrían realizarle nuevos injertos y que iban a tener que introducir debajo de la piel del rostro cuatro expansores. Cada uno cuesta 500 dólares.

Ante esto, la familia empezó a pensar en formas de obtener dinero para costear los gastos médicos. “Vendíamos nuestras cosas: un celular, una máquina de cortar el pelo, una planchita y cosas que nos donaban para sortear. Y el último premio era algo que hacía él”, cuenta su mamá.

“Nos dimos cuenta de que le salía bien y que le gustaba hacerlo. Tiene 10 años, no tiene preparación, nunca hizo un curso pero el bizcochuelo, la crema y el manejo de la manga le sale perfecto. Y nosotros no entendemos nada de pastelería, eh”, confió.

Joaquín comparte su progreso en las redes sociales
Joaquín comparte su progreso en las redes sociales

Ahora los médicos creen que por ahora los expansores no son necesarios. Lo serán después. Así que Joaquín sigue con los sorteos pero para levantar un local comercial. Sebastián, su tío, le cedió la edificación que hizo en la entrada de su casa. La estructura está a medio hacer.

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