La universidad, a través de su función estratégica de ciencia y la tecnología debe favorecer el desarrollo sostenible y la adaptación climática; debe fomentar la investigación y favorecer la capacitación de sus estudiantes y de sus profesionales a través de la gestión eficiente del agua, la vitivinicultura resiliente, las energías limpias, la minería sostenible. La universidad debe liderar proyectos de innovación en estos campos, colaborando con empresas y gobiernos.
Con respecto a la innovación en matriz productiva, debe favorecer los emprendimientos en sectores como la agroindustria, la biotecnología, el turismo sustentable y las energías limpias.
La transformación digital y la educación en nuevas TIC también es fundamental a través de la economía del conocimiento y teniendo en cuenta la necesidad de capacitar en forma permanente a través del buen uso de la inteligencia artificial.
La universidad debe continuar promoviendo la equidad, el acceso a la educación y la inclusión en todos los niveles a través de programas de extensión y de vinculación social, fortaleciendo el tejido social desde la educación en valores hasta la integración de comunidades vulnerables.
Es importante también que la universidad aporte, a través de la ciencia, datos fidedignos y que favorezca la ciberseguridad y el desarrollo de todas las tecnologías. También debe potenciar la investigación y los programas de salud preventiva, considerando las necesidades sanitarias como el bienestar social. Áreas como la telemedicina, la salud mental y la medicina personalizada pueden mejorar considerablemente todo lo que esté relacionado con prevención de enfermedades y promoción de la salud.
Para construir una Mendoza con proyección internacional es fundamental promover la vinculación entre universidades, gobiernos y sectores productivos incluyendo actores regionales y globales. Esto permitirá atraer inversiones, compartir conocimientos y desarrollar proyectos conjuntos que eleven el perfil de la provincia en el contexto global.
Estos ejes, respaldados por una educación universitaria que forme profesionales con visión global y compromiso local, permitirán trazar un futuro en el que Mendoza no sólo sea más competitiva y sostenible, sino más equitativa y con una mejor calidad de vida para todos sus habitantes.
*El autor es médico, rector Universidad Juan Agustín Maza y Presidente de Red Andina de Universidades (RADU)