Historias del ex zoo de Mendoza: la “maldición de las jirafas” y las seis que murieron en 14 años

Lucerito, Soledad, Claudia, Belén, Tomy y un macho que no llegó a ser bautizado son los animales que estuvieron en el zoológico local y encontraron sus trágicas muertes entre 1990 y 2004.

26 de julio de 2001 Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes
26 de julio de 2001 Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes

Antes de ser reconvertido a Ecoparque y de cerrar sus puertas al público –la intención de las autoridades del lugar es reabrirlo cuando esté rediseñado y no queden animales exóticos ni exhibidos para entretenimiento -, el Zoológico de Mendoza fue uno de los paseos más tradicionales del piedemonte mendocino. Pero también fue el escenario de situaciones tan atípicas como preocupantes y que tuvieron su origen en distintos descuidos y desmanejos en el espacio que siempre estuvo rodeado de una atmósfera de rarezas y sospechas.

Como si se tratara de una especie de maldición, a lo largo de 14 años el Zoológico de Mendoza vio pasar a 6 jirafas por sus instalaciones. Y las 6 fallecieron en episodios trágicos, sin que ninguna de ellas llegara a sobrevivir más de 3 años en el establecimiento.

26 de octubre de 2001. Jirafa Belén. Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes
26 de octubre de 2001. Jirafa Belén. Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes

Asfixia con un envoltorio plástico, por un golpe luego de caer a la fosa de los leones, por un edema agudo de pulmón, por un parásito en la sangre y dos intoxicaciones con una flor fueron las causas de las trágicas muertes, que derivaron en que oportunamente las autoridades del ex Zoo decidieran no traer a ninguna otra jirafa (en su momento y mientras estuvo permitido, se llegó a pagar hasta 15.000 dólares por ejemplar).

Cronología de las seis jirafas muertas

Mientras en la Legislatura de Mendoza se debatía el proyecto de Ecoparque en Mendoza, la Fundación Cullunche elaboró un completo informe con todas las irregularidades que giraban en torno al por entonces zoológico. Fue su presidenta, Jennifer Ibarra, quien presentó un documento con 130 diapositivas en las que se enumeraban todas las fatalidades, manejos espurios (relacionados a tráfico e intercambio) y noticias que habían sido publicadas en los medios y que tenían que ver con el caos que imperó durante años en el paseo ubicado al costado del Cerro de la Gloria.

Y es en esta recopilación donde se resume la triste historia y el fatal destino de las 6 jirafas que vivieron alguna vez en el zoológico de Mendoza. La primera de ellas en encontrar una trágica muerte fue Lucerito. En 1990, el ejemplar se tragó un envoltorio plástico que había quedado en el paseo y éste le produjo una asfixia.

Historias del ex zoo de Mendoza: la “maldición de las jirafas” y las 6 que murieron en 14 años. Foto: Los Andes.
Historias del ex zoo de Mendoza: la “maldición de las jirafas” y las 6 que murieron en 14 años. Foto: Los Andes.

Cuatro años después, en septiembre de 1994, llegaron a Mendoza procedentes de Michigan (Estados Unidos) dos jirafas más, un macho y una hembra. Ambos quedaron en el recinto que había dejado abandonado Lucerito, pero la fatalidad volvió a golpear a esta especie. Y es que, cuando apenas llevaba de 3 días en el lugar y ni siquiera había llegado a ser bautizado con un nombre propio, el ejemplar macho se escapó de su recinto. Recién lo encontraron al día siguiente, en la fosa de los leones. La jirafa macho había caído al lugar desde una altura considerable y había fallecido como consecuencia del golpe. A la compañera de este ejemplar si se la bautizó y el nombre elegido –casualmente- fue Soledad.

También en 1994, aunque en noviembre y para acompañar a Soledad, llegó al Zoo mendocino la jirafa Claudia. Su vida en el lugar se extendió durante 6 meses, hasta que falleció como consecuencia de un edema agudo de pulmón.

Otra vez Soledad quedó sola, y su vida no se extendió durante mucho tiempo más. Años después, en 1997, la jirafa que ya había visto morir a su compañero y a su compañera, también fallecía en el Zoológico mendocino. Fue como consecuencia de un cuadro de Tripanosoma zoonítico, un parásito que afectó su sangre. Incluso, se llegó a manejar la posibilidad de que varios trabajadores del Zoológico se hubieran contagiado también, aunque no llegó a ser confirmado.

Ya en el siglo XXI, más precisamente entre 2001 y 2002, llegaron las últimas dos jirafas que estuvieron en Mendoza: Belén y Tomy. Procedentes de Chile, la hembra -que llegó primero, en julio- y el macho estuvieron en el recinto de jirafas hasta que encontraron su sorpresiva muerte en 2004. Según la autopsia, se confirmó que ambos habían fallecido tras ingerir clavel amarillo, una planta venenosa.

Belén y Tomy. Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes
Belén y Tomy. Jirafas en el Zoológico de Mendoza. Foto Archivo Los Andes

Los esqueletos de Lucerito y Claudia se encuentran exhibidos en el Museo de Ciencias Naturales Cornelio Moyano.

“El problema con el Zoológico de Mendoza era que todos los empleados se apropiaron de la institución sin tener en cuenta ni detenerse a pensar que era algo de bien público, de todos. Y que ellos eran custodios de algo que nos pertenecía y sigue perteneciendo a todos. Cada vez que había un conflicto, crítica o propuesta, se manifestaban en contra y tomaban medidas de fuerza”, rememora Jennifer Ibarra, de la Fundación Cullunche.

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