Historias de vida: Isaac, el nene de 6 años que sonríe por su nueva bicicleta

Vive en Las Heras y solía pasar por el Centro de Salud 136 con su ruidoso vehículo sin neumáticos. Lo vio una empleada y organizaron una colecta para regalarle una bicicleta nueva.

Recorre todos los días las calles de su barrio en su flamante bicicleta. Foto: Nicolás Rios / Los Andes
Recorre todos los días las calles de su barrio en su flamante bicicleta. Foto: Nicolás Rios / Los Andes

Travieso, inquieto y con una sonrisa capaz de comprar a cualquiera, Isaac Fuentes, que tiene seis años y vive en Las Heras, fue protagonista de una emotiva historia que pinta de cuerpo entero la solidaridad de los mendocinos.

Sucedió en cercanías del Centro de Salud N° 136 Juan Minetti. El personal escuchaba el bullicio de un nutrido grupo de niños del barrio que solía andar en bicicleta.

Pero una de esas bicis -justamente la que conducía Isaac- hacía un ruido particular, estridente, al punto que llamó la atención de Fabiana Barros, una las empleadas de Salud.

Con gran destreza y siempre contento, constató que el chiquito se desplazaba en una bicicleta armada precariamente y que carecía de neumáticos.

“Giraban las ruedas pero sin las gomas y puedo asegurar que jamás se quedaba atrás”, recuerda Fabiana, quien de inmediato le comentó esto a su marido, Luis D’Alfonso, alumno de la escuela de ciclismo Raza Biker de Fernando “Nano” Méndez.

La tierna imagen de Isaac, filmado en el teléfono, comenzó a correr como reguero de pólvora entre los allegados a la pareja y a muchos les trajo a la memoria la historia de Richard Carapaz, el ciclista profesional ecuatoriano que ganó el Giro de Italia y que se inició en su humilde barrio y en una bicicleta sin llantas.

Luis comentó el suceso entre su grupo de amigos y a las pocas horas se hizo una colecta. Días después, en el interior del centro de salud donde había sido descubierto el protagonista, se le hizo entrega de su flamante rodado azul metalizado.

Isaac no pudo más de la emoción y rompió en llanto abrazado a su hermana mayor.

“La vida siempre nos da una oportunidad”, reflexionó Fabiana Barros, para destacar que quedó admirada de la actitud del niño, que subía y bajaba las rampas al igual que sus amigos.

“Con poco se puede hacer muchísimo y quedó demostrado”, dijo, para concluir: “Que esta pandemia nos deje una enseñanza. Unirnos para colaborar puede ser una de ellas”.

Fanático de las dos ruedas, Isaac, alumno de la Escuela Fuerza Aérea Argentina de Las Heras, cumplió 6 años el 7 de marzo y tiene seis hermanos: Mauro, de 21 años; Abril (18); Selene (15); Facundo (12); Romeo (9) y Ambar (3). En su casa también vive Aymará, de cuatro meses, hija de su hermana Selene.

“Aquel día entró a casa emocionado sin poder creer el regalo que había recibido y desde allí jamás se baja de la bici”, cuenta Laura Fuentes, su mamá.

Hasta el año pasado trabajaba en un geriátrico, pero nació su nieta y tuvo que hacerse cargo. Hoy la familia vive de una pensión por siete hijos, aunque también recibe la ayuda de una abuela. “Anda todo el día y conoce a la perfección el barrio. A veces me da miedo, pero se cuida solo”, señala Laura.

“¡Mami! ¡Mirá!”, recuerda que le decía Isaac aquella tarde.

Atrás quedó la bicicleta destartalada armada a los “ponchazos” y sin neumáticos. Ahora Isaac se luce feliz, a todo pedal, con su sonrisa intacta, por las calles del barrio Mathieu.

“La historia de Isaac la conocimos en plena cuarentena y si bien hicimos la colecta y las gestiones necesarias para lograr la bicicleta, cuando se le entregó no pudimos acercarnos por protocolo pero nos sentimos inmensamente felices cuando supimos la felicidad que sintió”, dijo, por su parte, “Nano” Méndez, de Raza Biker. Agregó que el principal impulsor de este gesto solidario es Luis y por eso creo que a él y a su esposa Fabiana se le debe la sonrisa del chiquito. Según dijo, el “ruido a lata” fue lo que motorizó a la mujer a salir a la vereda y observar lo que sucedía.

Efectivamente, Isaac no se resignaba y salía todos los días con su bici sin cubiertas, al igual que sus amigos. Y el molesto ruido que generaba en las baldosas fue, en definitiva, lo que terminó ayudándolo a tener una nueva bicicleta. “Al principio Luis planteó de posibilitar cámaras y cubiertas para repararla, pero luego terminamos consiguiendo un rodado flamante”, recordó.

Los médicos y las enfermeras convocaron a la familia y así fue que Isaac llegó con su hermana. “Esta historia nos hizo acordar a la de Richard Carapaz, el ganador del Giro de Italia en 2019, que en su niñez andaba en las mismas condiciones. No sé si tendremos un campeón del mundo, pero lo que sí tuvimos fue un niño feliz”, reflexionó “Nano”.

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