Giuliana Lucoski, a 10 meses del accidente: “Sentí la buena energía en mi corazón”

La ex Reina de la Vendimia contó sus sensaciones a Los Andes y agradeció a quienes la salvaron en el hospital Central, a quienes fue a visitar.

La Reina Nacional de la Vendimia 2016 contó que está completamente recuperada y con proyectos. | Foto: archivo / Los Andes
La Reina Nacional de la Vendimia 2016 contó que está completamente recuperada y con proyectos. | Foto: archivo / Los Andes

En una charla abierta y profunda con Los Andes, la primera luego del accidente vial que protagonizó el 8 de mayo de 2022 y que marcó su vida para siempre, la ex Reina Nacional de la Vendimia, Giuliana Lucoski (29), expresó su agradecimiento “eterno” al hospital Central, cuyos médicos le salvaron la vida. Confesó no entender por qué muchos pacientes de esta provincia se atienden en Buenos Aires “cuando Mendoza tiene los mejores profesionales en hospitales de primer nivel”.

Totalmente recuperada de salud –“como si nada hubiese sucedido”, según dijo- el último jueves visitó el hospital que la cobijó durante casi dos meses y agradeció en persona a todos y cada uno de los profesionales y empleados que la atendieron en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI 5).

Entre ellos, volvió a abrazar nada menos que una de sus mejores amigas, Marianela Martín, quien estuvo “al pie del cañón” durante ese tiempo interminable en el que Giuliana se debatía entre la vida y la muerte.

Delgada –según dijo siempre fue de contextura pequeña y además realiza actividad física—vestida con pantalón, remera negra y zapatillas, volvió a valorar a los cuatro vientos al grupo humano excepcional que trabaja en el Central y que juntos forman un engranaje perfecto, según definió.

Giuliana con personal del hospital, que fue a su encuentro. | Foto: gentileza
Giuliana con personal del hospital, que fue a su encuentro. | Foto: gentileza

“Funcionan de manera eficaz y el ejemplo más claro es que en la misma ambulancia que me trasladaba, el médico ya sabía dónde estaba fracturada y qué partes eran las más comprometidas, algo que iba anticipando telefónicamente. Al llegar, todos los especialistas estaban listos para poner manos a la obra”, evoca.

-¿Tu recuperación fue un milagro?

-Días atrás escuché algo muy interesante por parte de un sacerdote y me quedé pensando en esa frase. Los milagros no representan magia sino una conjunción de factores que colaboran en alguna causa. Por ejemplo, que una ambulancia circulara justo detrás nuestro al momento del accidente, que en el hospital se encontrara el especialista en pelvis, que yo sea delgada y que eso ayudara a detectar rápidamente mis fracturas… Claro, después estuvo el apoyo y el amor incondicional de mi familia, de mis allegados más íntimos y de la gran atención médica que recibí en todo momento. Por supuesto, no puedo dejar de mencionar la gran cantidad de personas que rezó por mí sin conocerme.

-¿Hay algún médico en especial que recuerdes?

-Es que, como dije, todos se portaron maravillosamente y no solamente conmigo, sino que mi familia observó eso durante todo el proceso. Casualidad o causalidad, resulté ser paciente de mi gran amiga Marianela, a quien conocí justamente en el pre de Medicina, aunque luego yo me decidí por Derecho. Ella fue clave en un primer momento porque le brindó gran contención a mi familia y hoy seguimos más unidas que nunca.

-¿Cómo fue la reacción del personal cuando te vieron volver?

-Fue hermoso observar las caras de sorpresa y alegría al verme y, sobre todo, al encontrarme recuperada totalmente. No hay que olvidarse de que muchos me vieron muy grave. Sentí en el corazón esa buena energía y valoro muchísimo la labor silenciosa y anónima de tantas personas, no sólo de médicos, sino de enfermeros, camilleros, ambulancieros, administrativos, ordenanzas… Estuve toda la mañana en el hospital. Ojo, a muchos de ellos los vi durante este último tiempo porque siguieron atendiéndome, pero me faltaba agradecerle a mucha gente.

-¿Alguien para nombrar?

-Tengo recuerdos borrosos y además no conozco todos los nombres y apellidos, pero puedo mencionar a Hugo Vitale, que fue el primero que me vio cuando abrí los ojos, Avila me operó el pie, Gallardo el brazo, Soria la pelvis. Son todos enormes y les agradeceré de por vida.

Giuliana Lucoski junto a personal del Central. A su lado, Marianela, su mejor amiga. | Foto: gentileza
Giuliana Lucoski junto a personal del Central. A su lado, Marianela, su mejor amiga. | Foto: gentileza

-Si tuvieras que pensar en la última franja de tu línea del tiempo, ¿qué hechos salientes mencionarías?

-Sin dudas, el 5 de marzo de 2016 fue una fecha muy importante porque fui elegida Reina Nacional de la Vendimia. Seis años después, el 8 de mayo de 2022, fue el accidente que casi me cuesta la vida y el 30 de junio de ese mismo año viví la felicidad de recibir el alta médica. El 5 de noviembre, también de 2022, me casé. Este 16 de marzo visité el hospital Central y creo que también representa una fecha trascendente en mi vida.

-¿Cómo va tu trabajo y tu nueva vida de casada?

- Si bien soy abogada y escribana, también estudié corredora y martillera pública, así que estoy bastante ocupada. En cuanto a mi vida de casada, no es muy diferente a la vida anterior porque ya convivíamos, pero tal vez hoy con un compromiso más fuerte y profundo, con muchos proyectos y el deseo de ser madre. No sé si en el corto plazo, pero es algo que evaluamos y que sería hermoso.

Claricé, la mamá que no se separó un segundo

Quien acompañó y sigue apoyando a Giuliana en todo momento, quien le apunta los datos que ella no recuerda y quien está a su lado como un “soldado” es Claricé, su mamá, quien también acudió el jueves al hospital para agradecer.

Los empleados del Central aseguran que fue emocionante ver a “Giuli” ingresar junto a su mamá “con una sonrisa radiante”.

“Su visita fue espontánea. Los enfermeros, médicos, kinesiólogos, personal de limpieza, entre otros, que la vieron tantos días acostada en una cama se mostraron emocionados y felices”, contó una empleada del nosocomio a Los Andes.

“No sucede muy seguido que los pacientes vuelvan a visitarnos. Es una alegría ver lo bien que está Giuli después de todo lo que pasó”, señaló un enfermero que seguía su evolución día a día.

Anécdotas, abrazos, risas y llantos de alegría se vieron en ese rato que pudo compartir una de las pacientes que más trascendió en los últimos tiempos junto a gran parte del equipo que la asistió día y noche para que su evolución fuera constante y sostenida. “A Giuliana Lucoski muchos la recordarán por ser Reina Nacional de la Vendimia, pero para este hospital es una paciente más de los cientos que se reciben constantemente y a quienes se les brinda la mejor atención profesional y humana, a quienes se atiende con dedicación y cariño”, señalaron desde el hospital.

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