Fiesta de Lagunas del Rosario: el regreso de una tradición religiosa y popular de más de 300 años

El festejo popular en medio del campo de Lavalle volvió con más fuerza que nunca, tras dos años de ausencia debido a la pandemia. Estiman que 60.000 personas participarán hasta este lunes.

Entre el fervor religioso de unos y la pasión folclórica de otros, transcurrirá el festejo que oficialmente comenzó la madrugada del viernes. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Entre el fervor religioso de unos y la pasión folclórica de otros, transcurrirá el festejo que oficialmente comenzó la madrugada del viernes. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Esta es la casa de Dios, puerta segura del cielo, año 1864”, reza un cartel a la entrada de la histórica capilla del Rosario, en medio del secano de Lavalle, a casi 130 km de la ciudad capital. Es la antigua zona de las lagunas del Rosario, al límite con San Juan y centro de los festejos patronales de la Virgen del Rosario. Por estos días, se espera la visita de unas 60.000 personas, devotos de la virgen, jinetes y público en general que año tras año asiste a una convocatoria impulsada por la fe, pero a lo largo de 300 años se convirtió en una reunión popular de encuentro.

Y justamente en esta oportunidad, la cita que se extenderá hasta el lunes sirve de reencuentro de la gente tras dos años de ausencia debido a la pandemia por el Covid-19. La convocatoria no se hizo esperar y ayer este pequeño poblado de menos de 200 habitantes ya estaba colmado y seguían llegando visitantes a través de la ruta 40 o desde la 142-San José. La mayoría de los visitantes instalaron sus carpas, casillas -algunos con sus puestos de venta de artesanías y diversos artículos- dispuestos a vivir tres jornadas junto a sus seres queridos, partientes y nuevos amigos.Y en un paisaje donde crece el algarrobo, el chañar y la jarilla, plantas acostumbradas al ambiente del secano.

Entre el fervor religioso de unos, la pasión folclórica de otros, transcurrirá el festejo que oficialmente comenzó el viernes a la madrugada, con la partida de las agrupaciones gauchas y centros tradicionalistas en peregrinación, desde Tulumaya (centro de Lavalle) hacia el lugar del encuentro. Y la caravana arribó ayer por la tarde ante el cerrado aplauso de la multitud que los recibió. Tras la llegada de los casi 200 jinetes, se realizaron los tradicionales bautismos de niños y la jornada religiosa culminó con la novena y misa junto a la parroquia.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Ya en la noche y bajo la luz de las estrellas se desarrolló el espectáculo artístico de danza y canto en un escenario natural, acompañado por comidas típicas en los tradicionales bodegones de adobe. La actividad continuará hoy mañana.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

La celebración data desde la misma construcción de la capilla, en 1609, realizada bajo la influencia de los jesuitas, con ramazones y palos de algarrobo, explican desde el municipio. En 1753, con la llegada de los franciscanos, se edifica una nueva de adobes que sufre las consecuencias del terremoto de 1861. El edificio actual se reconstruye sobre los antiguos muros y cimientos, esta vez orientado al Norte. Cabe señalar que la capilla es Monumento Histórico Nacional.

Miembros de agrupaciones gauchas volvieron a reunirse en el secano. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Miembros de agrupaciones gauchas volvieron a reunirse en el secano. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Erica Nievas, presidente de la Comunidad Huarpe de Lagunas del Rosario, destaca que hace más de 300 años hay registros del festejo religioso, “que con los años se transformó en una fiesta muy cuyana y hoy es muy popular. Es un lugar para el encuentro, mucha gente se ha conocido acá, en la fiesta y han formado su familia”. Erica cuenta que al principio esta zona de lagunas, bañados del río Mendoza y San Juan, no era un sitio poblado.

“Se fueron construyendo enramadas o construcciones de quincha que los visitantes hacían para las fiestas, pero con el tiempo, algunos se quedaron en forma permanente”, cuenta Erica a la hora de explicar cómo se desarrolló el pequeño pueblo que hoy tiene dos escuelas, posta sanitaria y servicios de energía eléctrica y agua, provista a través de un acueducto desde Gustavo André, más una cisterna. “Aunque son servicios que se deben mejorar, es un gran avance y de alguna manera se debería reparar con mayor inversión el daño que se generó en toda esta zona, al derivar el agua del río Mendoza hacia las otras zonas de la provincia”.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Junto a la capilla, un centro interpretativo muestra el pasado huarpe del lugar, objetos de cerámica, herramientas, elementos de caza, pesca y conanas para moler granos, maíz y quinoa especialmente, se destacan en la muestra, como así también las antiguas balsas de totora retratadas varias veces por Fidel Roig Matons. Allí, en la construcción se pueden observar sus cuadros también.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Daniel Quiroga, titular de la comisión de la capilla, cuenta que ellos colaboran con la restauración del edificio. Explica que el sector más antiguo, ubicado en el sector sur, donde está la torre y el campanario fue apuntalado y debe ser intervenido en los próximos meses. A la capilla se incorporó también la imagen del Cura Brochero. El padre José comenta la imagen en la capilla tiene un profundo significado, ya que Brochero fue amigo de Santos Guayama, el gaucho lagunero, uno de los líderes de la rebelión de Guanacache.

Juan Jaime, director de Desarrollo Económico, Turismo y Cultura de Lavalle reconoce que esperan a 60.000 personas en las 4 jornadas festivas y describe la importancia que tiene para Lavalle este festejo, mientras el personal municipal trabaja para asistir a la gente desde la delegación, uno de los pocos sectores que cuentan con wifi en la zona. Gran parte del acondicionamiento del lugar se hizo antes de la llegada de los visitantes y otro tanto se hará después de la gran reunión, cuando toque limpiar la zona.

Junto al puesto El Pichón, una larga fila de personas espera ser atendida para comprar algunas de las preparaciones típicas, como carne a la olla, pasteles (empanadas fritas), chivo al horno o carne a la parrilla. Y el niño Martín Francisco Ozán aprovecha para ofrecer mesitas plegables de madera. “Las hace mi papá, nosotros venimos de San Juan y vamos a todas las fiestas”, asegura el niño.

Lisandro González vino con su familia a caballo, en sulky y carro, desde El Borbollón. “Salimos el jueves, descansamos en Lavalle y aquí estamos. Venimos todos los años, con mi papá primero y ahora con mi familia”, asegura Lisandro, mientras compra un pan casero y se dispone a almorzar junto a su esposa, hijos y nietos.

Matías Araujo llegó desde la ciudad de Las Heras y cuenta que también viene casi todos los años. “Mi papá nos traía y seguimos la tradición”.

Salvador Bucolo y Cecilia Barzola, viven en Rodeo del Medio y ya están instalados con su casilla rodante. “Somos devotos de la Virgen, siempre venimos, también asistimos a la fiesta de Asunción y a la del Cristo de la Quebrada”, asegura Salvador. A modo de crítica constructiva agrega: “Nosotros preferimos disfrutar de la tranquilidad del lugar y otras personas disfrutan de la música de moda a todo volumen. Sería bueno ordenar esta gran reunión para regular las actividades y por sectores”.

Las actividades

Domingo 9

9 - Destrezas Gauchas

11 - Misa presidida por el Arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo

12.30 - Comidas típicas en los bodegones

15:30 - Misa y procesión

18 - Espectáculo artísticos en escenario natural.

21 - Comidas típicas en bodegones tradicionales

Lunes 10

12.30 - Comidas típicas en los bodegones lavallinos.

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