Es de Mendoza, busca a su madre biológica y solo sabe que en el hogar donde vivió rompieron su partida de nacimiento

Alejandra Córdoba se enteró a los 50 años la verdad familiar. Supo además que su madre de sangre la buscó pero sus padres adoptivos impidieron el reencuentro. Pide ayuda para reconstruir su identidad.

Alejandra Córdoba tiene 58 años, es mendocina y busca a su madre biológica. Le rompieron su partida de nacimiento original y no sabe el día exacto de su nacimiento.
Alejandra Córdoba tiene 58 años, es mendocina y busca a su madre biológica. Le rompieron su partida de nacimiento original y no sabe el día exacto de su nacimiento.

Alejandra Córdoba tiene 58 años pero recién hace 8 se enteró que era adoptada. Se lo confesó su madre adoptiva un día antes de fallecer, su padre adoptivo ya había fallecido hacía un mes. Desde ese día está buscando a su familia biológica con testimonios de una tía, familiares, ADN y más. Le dijeron que su madre una vez volvió a buscarla, pero le negaron verla, diciéndole que se había ido al extranjero, lo cual era mentira, por eso hoy decide contar su historia y ver si del otro lado también la siguen buscando.

Según el relato de su madre de crianza, ella no podía quedar embarazada y una tía abuela, llamada Petrona Córdoba, que trabajaba con el odontólogo Alberto Voloschín de Mendoza, le dijo que del entorno del Dr. Samuel Voloschín nacería un bebé y lo entregarían. Así fue que, en octubre de 1963, con tres meses de edad llegó a su nuevo hogar.

Alejandra Córdoba a los 7 meses.
Alejandra Córdoba a los 7 meses.

Alejandra llegó con una partida de nacimiento que databa de los primeros días de julio de 1963, pero su madrina le contó que esa partida de nacimiento la rompieron y la volvieron a anotar. Respetaron el mes y el año, pero cambiaron el día. Según la tía la partida de nacimiento original era de los primeros días de julio y a ella la volvieron a registrar los últimos días del mes.

Siempre sintió que era adoptada

“Crecí con un agujero en el corazón, viviendo el cuento del patito feo en carne propia, ya que sentía la mayor parte del tiempo que mi familia era otra. No sentía la pertenencia a la manada”, comenzó relatando Alejandra y agregó “Mi mamá cada vez que me mandaba a la escuela me decía ‘no hagas caso a lo que te digan en la calle”, esto en referencia a que era de piel más clara que sus padres.

Alejandra Córdoba a los 15 y a los 21 años, cuando se casó.
Alejandra Córdoba a los 15 y a los 21 años, cuando se casó.

Ella dijo que esta situación le trajo varios problemas porque sentía que no encajaba, ni en lo físico ni en lo cotidiano, por lo cual estaba deprimida siempre y no sabía por qué. “A los 50 años me enteré y ahora tengo 58 años, o sea que hace 8 me lo confirmó, porque en realidad siempre había tenido esta sensación de que no pegaba ni con plasticola con la familia de mi mamá”, comentó Alejandra.

Sin embargo, siempre sintió el amor de su hogar: “Asimismo, esa familia me crió como propia y nunca sentí alguna diferencia con mi hermano que vino 10 años después, él sí era biológico. Me enseñaron el don de gente que poseo y un gran amor al trabajo, actualmente soy una profesional exitosa”.

Apenas su mamá se lo dijo, le preguntó por qué hubo tantos años de silencio “me dijo que cuando era chiquita como que le daba mucha pena decírmelo, entonces me dice ‘y después vos te empezaste a hacer grande y después me daba vergüenza decirte”.

Alejandra Córdoba tenía tres años cuando le tomaron esa foto.
Alejandra Córdoba tenía tres años cuando le tomaron esa foto.

“Cuando ella me dijo que mi mamá me volvió a buscar entonces me partí en dos y estuve un año psicoanalizándome porque quedé destruida porque yo siempre lo sentí”, comenta Alejandra sobre sus sentimientos al enterarse de la verdad.

Esto sumado al cambio de su partida de nacimiento Alejandra no sabe qué día festejar su natalicio porque “ni siquiera sé cuándo es mi cumpleaños, no me puedo hacer ni una carta natal, con lo que me gusta la astrología”, reflexiona.

Su búsqueda

Al levantarse de este “duro golpe” Alejandra se unió al Colectivo Mendoza por la Verdad, y ellos lo ayudaron a empezar la búsqueda de su identidad.

“Contacté a familiares míos y sólo Cristina Córdoba, mi madrina de bautismo es quien está colaborando con mi búsqueda, los demás me dijeron ‘que deje a los muertos con sus secreto”, comentó Alejandra.

Alejandra Córdoba con 4 meses junto a su madrina Cristina Córdoba.
Alejandra Córdoba con 4 meses junto a su madrina Cristina Córdoba.

También publicó su búsqueda en la página de Facebook “¿Dónde estás?”, y la contactó un descendiente de la familia de Samuel Voloschín, quisieron aportar datos pero desconocen qué pasó.

“En 2019 realicé la denuncia en la Fiscalía y también me contacté con el Área de Identidad y Ciudadanía de la Defensoría de Pueblo de la Nación”, donde asegura que hicieron algunos trámites pero sin efecto.

Se hizo el ADN básico de Family Tree y comenzó a estudiar genealogía para entender el mundo de las coincidencias genéticas: “Sólo con el test de ADN tuve algún tipo de avance, ya que hace aproximadamente un año me llegó la noticia de que comparto ADN con un primo hermano de Segunda Generación, lo cual significaría que compartimos un abuelo o bisabuelo”.

Al ser el ADN básico desconoce si es por la rama materna o paterna. Solo pudo conocer algunos apellidos de los ancestros de esta coincidencia, que serían: Guiñazú-Araujo, Miranda por un lado, y por la otra rama Baigorria y Abrego.

La partida de nacimiento

Lo que más inquieta a Alejandra es poder dar con su verdadera partida de nacimiento, ya que ahí estarían los datos de lo que ella necesita, algo tan básico cómo saber dónde naciste, cuando, y quiénes te trajeron al mundo.

La familia que formó Alejandra.
La familia que formó Alejandra.

Luego de que su madre adoptiva falleció buscó la partida original por toda la casa pero nunca la encontró, la tía que le contó solo sabe lo de las fechas, la otra parte no se la dejaron ver.

Alejandra necesita saber cómo se puede hacer para buscar en la base de datos del Registro Civil las mujeres nacidas en julio del 63′ en la ciudad de Mendoza, que luego del nacimiento no hayan realizado ningún movimiento en su legajo, “En este sentido ninguna de las instituciones del Estado a los que he pedido ayuda han podido responderme a ciencia cierta si existe esta posibilidad”, dice frustrada Alejandra.

Ella asegura que alguien le debe resonar la historia, más si su madre biológica un día volvió a buscarla, está esperanzada y quiere encontrar su verdadera identidad: “Tengo la gran necesidad de cerrar mi historia, sin reproches, sólo saber que existe alguien que tuvo tanto amor como para desprenderse de una hija y encargarle su crianza a otra persona. Aporto varias fotos para que puedan ver y analizar mis rasgos”

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