En la senda de los pioneros: se cumplen 200 años del primer diario impreso de Mendoza

Se cumplieron dos siglos de la salida del periódico primero en la provincia, El Termómetro del Día.

A 200 años del primer periódico de Mendoza.
A 200 años del primer periódico de Mendoza.

La historia del periodismo argentino ha establecido que en 1764 apareció la primera publicación, la Gazeta de Buenos Ayres, y en 1801 El Telégrafo Mercantil , seguido al año siguiente por el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio. La historia registra luego la salida del Correo de Comercio.

El 7 de junio de 1810 aparece el primer periódico del gobierno patrio, la Gazeta de Buenos Ayres, con la conducción de Mariano Moreno. Unos días antes, el 2 de junio, Cornelio Saavedra autoriza la salida de un órgano de prensa que responda y divulgue las inquietudes del gobierno.

Mendoza: primer intento

Juan Draghi Lucero, en su libro El Eco de los Andes (1943), da cuenta de un documento, fechado el 16 de mayo de 1819, hallado en el Archivo Administrativo e Histórico de Mendoza en el que hay un ofrecimiento al entonces gobernador, general Toribio de Luzuriaga, de establecer un periódico en la provincia.

Surge de este documento la proyectada intención del sucesor de San Martín en la Gobernación de editar un periódico, lo que finalmente no se concretó. Un año después, en los albores de la anarquía nacional, surge en 1820 el primer periódico de Mendoza.

El Termómetro del Día

El sacerdote menciona en su pedido una imprenta, la del gobierno provincial, y en ese año también funcionan la de la Sociedad Lancasteriana, entidad dedicada a la educación, y la Imprenta Escalante, propiedad de Juan Escalante. Este aparece como editor del primer periódico de Mendoza, el Termómetro del Día, que aparece el 20 de mayo de 1820, y son suyas las palabras de presentación de este novísimo órgano de comunicación en Mendoza.

“Mucho y muy sabiamente se ha escrito hasta hoy en todos nuestros periódicos, pero si exceptuamos mui pocos escritos, es preciso convenir en que se ha hablado de ellos con más erudición y sabiduría que gusto del pueblo. El periodista que llena un papel de continuas reflexiones, más bien arregla al periódico a sus reflexiones que sus reflexiones al periódico (...) Convencido por experiencia que aquel género es poco acomodado al genio del pueblo, a quien se dedica el Termómetro del Día, y que de su especie se ha publicado ya mucho, me abstendré de esparcir flores que no produce el estéril jardín de mi literatura”.

Con estas palabras, Escalante resumía la dicotomía existente en esa época, entre periódicos ideológicos y periódicos informativos.

Esa primera experiencia periodística en Mendoza dura poco tiempo: el Termómetro del Día, tras haber publicado siete números y uno extraordinario, los domingos, cesa el 4 de julio de 1820.

La Gazeta de Mendoza

Cuatro días después, el 8 de julio, aparece La Gazeta de Mendoza, como continuación del anterior, y en ella aparece el nombre de sus redactores: Agustín Delgado, Agustín Bardel y el propio Escalante. La publicación tiene marcado tinte informativo, y entre las noticias figuran la entrada a Mendoza del gobernador Tomás Godoy Cruz, la invasión realizada por el caudillo Corro, la apertura de una academia de francés dirigida por el mismo Bardel, y comunicaciones recibidas desde Chile sobre operaciones del general San Martín.

El periódico tiene también una vida efímera, ya que publica su último número, el 7, el 9 de setiembre de 1820.

Laico vs. religioso

Durante los dos años siguientes, Mendoza carece de publicaciones, hasta que el 22 de setiembre de 1822 aparece El Verdadero Amigo del País, cuya dirección y jefatura de redacción están a cargo del poeta y literato puntano Juan Crisóstomo Lafinur, acompañado por Juan Gualberto Godoy, Agustín Godoy, José Luis Salinas y Nicolás Avellaneda. En el primer número se inserta una proclama del gobernador intendente Pedro Molina y un decreto relativo a la publicación del Registro Ministerial.

Damián Hudson, en su libro “Recuerdos históricos sobre las provincias de Cuyo” señala que este periódico “cooperó a la difusión de las luces, el adelanto del país en todo sentido, a la mejora de las industrias, de la educación y de las costumbres, por medio de artículos escritos con sensatez, erudición y ardoroso celo por el progreso de la provincia”

Casi simultáneamente aparece El Amigo del Orden, dirigido por el sacerdote dominico Torres, de definida orientación católica, que tuvo como objetivo combatir las reformas liberales vinculadas al clero dispuestas por Pedro Molina. La disputa periodística dura dos años, en 1824 cierra El Verdadero Amigo del País, y dos hechos marcan el aparente triunfo de Torres: Lafinur es expulsado de sus cátedras en el colegio provincial (Filosofía y Literatura) y luego hace pública una “retractación” de sus ideas religiosas, dirigida al padre Oro, después obispo de Cuyo.

El Registro Ministerial

El 14 de mayo de 1822 se dicta el decreto de creación de este periódico oficial, cuya autoría corresponde al ministro de Gobierno, Nicolás Avellaneda, y la redacción a Lafinur. El objetivo es publicarlo semanalmente con todas las leyes, decretos y disposiciones oficiales del gobierno provincial. En décadas siguientes El Registro Ministerial se transforma en el Registro Oficial, a su vez antecesor del Boletín Oficial.

Excesos y restricciones

La virulencia de algunos artículos, gobernantes criticados y un estado general de intolerancia, dan por resultado lo que Jorge Scalvini caracterizó así: “La libertad de imprenta entonces existente permitió abusos que significaron libertinaje”.

El gobernador Godoy Cruz critica los “abusos de la prensa”, e instruye en 1822 a la Honorable Junta para que dicte una reglamentación que impida el “fomento de odios mutuos”, que establece la prohibición de publicar artículos anónimos y obliga al editor a archivar una copia firmada del autor del papel que da a luz “cuando éste quiera reservar su nombre”.

El Eco de los Andes

La personalidad y la pluma de Juan Gualberto Godoy van en aumento, y el 23 de setiembre de 1824 aparece el primer número de El Eco de los Andes bajo su conducción, con colaboradores como José L. Calle, Francisco Borja Correas y José María Salinas (boliviano de origen, secretario de Bolívar, radicado en Mendoza y propietario de una botica).

En la introducción a la reproducción facsimilar del periódico que hace Juan Draghi Lucero en 1943, señala los defectos y virtudes de esta publicación. Entre los primeros, la ausencia de una mínima crónica de la vida cotidiana, absortos en sus razonamientos filosóficos. También les reprocha el silencio sobre San Martín, que unos meses antes había dejado su chacra en Mendoza. Los valores: respeto a la ley, el orden, la tolerancia y aún la libertad de publicar artículos de sus opositores.

El Eco de los Andes desaparece el 25 de setiembre de 1825.

Un periódico en verso

Nuevas voces periodísticas se van sumando; El Aura Mendocina, que aparece el 30 de abril de 1826 dirigido por el canónigo Lorenzo Güiraldes, con el aporte de Godoy. El Iris Argentino, con Godoy, Calle, Borja, Salinas y Bardel surge el 25 de diciembre de 1826, “órgano serio” del partido unitario, que publica por primera vez una sección de indicadores económicos y otra de registros atmosféricos; finaliza en 1827, cuando Godoy y Borja parten al exilio. El Telégrafo, de filiación federal, data del 15 de abril de 1827, y es dirigido por el canónigo Güiraldes. El Fénix, unitario, dirigido por José Luis Salinas (24 de noviembre de 1827- 10 de febrero de 1828). La Abeja Mendocina, dirigido por Borja Correas, de tendencia unitaria, aparece en 1828, como opositor a la política de Dorrego.

Godoy, encendido unitario, vuelve a Mendoza, y el 22 de abril de 1827 comienza a editar El Huracán y entabla una virulenta campaña contra El Telégrafo. Las mutuas agresiones son tan fuertes que el gobernador Juan Corvalán dispone la clausura de ambas publicaciones y decreta la primera Ley de Imprenta, con severas penas para ese tipo de periódicos.

Godoy se aleja de Mendoza federal rumbo a Buenos Aires, y regresa en 1830, aprovechando un intervalo unitario, y funda el periódico El Corazero, que sale el 16 de octubre de 1830 con una desusada particularidad: está totalmente redactado en verso, si bien hay algunos textos en prosa y documentos oficiales. El periodista y poeta se declara “coracero y unitario”, como así “soldado y ciudadano” para terminar con la barbarie y la anarquía. “Pereceré –escribe- mil veces por el orden /y odiaré la anarquía hasta la muerte”.

Sus versos contra los federales disparan gruesos calificativos, hasta de mal gusto, y Godoy gana muchos enemigos, hasta que la impronta federal vuelve a hacerse fuerte en Mendoza. Juan Facundo Quiroga invade Mendoza y derrota a los unitarios el 28 de marzo de 1831 en la batalla de Rodeo del Chacón (Santa Rosa)

Juan Gualberto Godoy toma otra vez el camino del exilio, esta vez a Chile.

Periodismo poético

De la violenta época de El Huracán y El Telégrafo, 1827, Nelly Cattarossi Arana rescata en su “Literatura de Mendoza (Historia documentada desde sus orígenes a la actualidad 1820-1980), una composición denominada “El sereno”, que dice así:

“… Duerme pueblo a tu placer

sin recelos ni aflicciones

ya en la calle no hay ladrones;

se treparon al poder.

De noche no hay que temer

que nadie usurpe lo ajeno.

Hoy se roba a día pleno

por alta autorización.

¡Viva la Constitución!

La una ha dado y sereno…”

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