El Ecoparque funcionará como Centro de Rescate y Rehabilitación del Cóndor Andino

La Fundación Bioandina podrá derivar al paseo mendocino los cóndores provenientes rescatados en la provincia y en otras partes del país. El espacio se suma al Plan de Conservación del ave.

Ignacio Blanco / Archivo Los Andes
Ignacio Blanco / Archivo Los Andes

El Ecoparque de Mendoza se incorporó al Plan Integral de Conservación del Cóndor Andino, liderado por la Fundación Bioandina en Argentina, y funcionará como centro de rescate y rehabilitación. Esto fue gracias a un convenio firmado por la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial.

Dicho convenio busca también incrementar la colaboración entre ambas instituciones en el campo de la investigación científica, biológica y ecológica de la especie Cóndor Andino (Vultur gryphus), favoreciendo así el continuo desarrollo del plan integral de conservación que contempla esfuerzos ex situ (en instituciones como el Ecoparque) e in situ (en la naturaleza).

“Hoy es un día importante en lo que refiere a la conservación del Cóndor Andino para nuestra provincia. Mediante este convenio, las partes nos comprometemos a unir esfuerzos para concretar programas de conservación in-situ y desarrollarán en el Ecoparque los planes de conservación ex-situ necesarios. Esto se realizará en base a acciones puntuales de difusión, rehabilitación, educación, rescates, incubación y cría en aislamiento humano para hacer posible su posterior reintroducción y seguimiento en la vida silvestre”, explicó el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance.

“Nos comprometemos, desde la Dirección de Ecoparque, a construir instalaciones según las indicaciones dadas por la Fundación Bioandina y a designar personal para desarrollar en su predio tareas relacionadas con el Programa. Para tal fin se asignarán dos cuidadores especializados y un veterinario a cargo del programa. Asimismo, podremos también incorporar pasantes para sumarse al equipo en la medida que el crecimiento del programa así lo requiera”, dijo la directora de Ecoparque, Mariana Caram.

La Fundación podrá derivar al Ecoparque Mendoza los cóndores rescatados en la provincia y en otras partes del país, para su rehabilitación.

En estos casos, el equipo del Ecoparque seguirá los protocolos de atención y manejo que la Fundación ha desarrollado a lo largo de estos años y sobre los que capacitará al plantel mendocino. Una vez obtenida el alta del animal, en el marco del PCCA, se dispondrá su liberación.

El director del Plan Integral de Conservación del Cóndor Andino, Luis Jácome, manifestó: “Estamos muy agradecidos con la Secretaría de Ambiente con quienes venimos trabajando ya, desde hace muchos años, en conjunto con la Dirección de Recursos Renovables de la Provincia y el Ecoparque Mendoza. Realmente tienen un equipo de gente extraordinaria. Es muy importante para nosotros tener un aliado como el Ecoparque, que tanta dedicación y esfuerzo le ponen a la conservación y el bienestar animal”.

Jacome explicó que a pesar de la pandemia, la intoxicación de cóndores por la utilización de cebos tóxicos no se detiene: “Lamentablemente hay gente que sigue usando veneno o plomo como cebos tóxicos para cuidar sus ganados de las amenazas de animales silvestres y terminan envenenando a estas maravillosas aves, pero hay un montón de gente dispuesta a hacer todo lo que se puede para sacarlos adelante y la verdad es que cada uno de ellos que se liberan es una bendición, es un sueño, es algo increíble. Ya llevamos más de 350 cóndores liberados, para tener una idea de la magnitud de este número tenemos que pensar que en todo Venezuela, Colombia y Ecuador se calcula una población de 300 cóndores y toda la población de Perú puede llegar a 250 ejemplares. Es un número realmente impresionante”.

Jacome también se refirió al censo de cóndores realizado recientemente en la provincia: “Fue el primer censo simultáneo para la Argentina en el marco del PCCA. Gracias a este censo ahora contamos con datos que nos permitirán ver, a través del tiempo, si hay cambios o no en la población de nuestro país. Hay 11 puestos de observación definidos, dentro de estos puestos tenemos un índice de población que nos va a decir a lo largo de las distintas estaciones del año y a los largo de los años si eso cambia o no. Es posible observar entre otras cosas, por ejemplo, si las relaciones entre machos y hembras que hay en la población es sana. Acabamos de sumar a San Juan y ahora las áreas protegidas de esa provincia también son Santuarios, al igual que las de Mendoza y las de Jujuy”.

El director resaltó que este nuevo escenario permitirá que se comiencen a unir los censos que se van realizando en cada región recopilando los datos necesarios para conocer la evolución de las poblaciones de estas aves en nuestro país.

“Para nosotros el Ecoparque Mendoza es un lugar ideal para el rescate, la rehabilitación y sobre todo para la educación. Generar dentro del Ecoparque centros de interpretación, brindar charlas educativas dirigidas a la comunidad es de extrema importancia para el Plan Integral de Conservación del Cóndor Andino”, concluyó Jácome.

Una especie amenazada

El Programa de Conservación ha logrado rescatar hasta la fecha más de 350 cóndores en Argentina. Las principales amenazas que ponen en riesgo a las poblaciones del Cóndor Andino están asociadas a la caza, la destrucción del hábitat, la introducción de cebos tóxicos para proteger la ganadería y la dispersión de pesticidas en su rango.

En los últimos años se ha detectado un incremento en la aparición de cóndores intoxicados, casi al borde de la muerte, como consecuencia de la ingesta de cebos tóxicos. Se trata de una práctica que se ha difundido entre algunos pobladores ganaderos que usan cebos tóxicos para eliminar grandes carnívoros que afectan su producción (puma, zorro, etc.), sin conciencia del altísimo daño que causan a las formas de vida en la cadena ecológica.

El Cóndor Andino por su biología carroñera, se alimenta de carnívoros muertos como el puma o el zorro y si estos mueren envenenados por la ingesta de cebos, el veneno pasa directamente al cóndor.

Además de trabajar intensamente sobre esa problemática, el Programa ha logrado criar más de 70 pichones de esta especie y liberado 196 ejemplares en todo Sudamérica.

Específicamente desde diciembre de 2003, logró reintroducir 57 ejemplares en la costa atlántica de la Patagonia Argentina, en un área donde la especie estuvo extinta por más de un siglo. Estos logros son valorados en la comunidad científica mundial, ya que el porcentaje de éxito en la reintroducción de animales criados con ayuda humana no tiene precedentes.

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