Dexametasona: comité de expertos de Mendoza analiza su uso para tratar casos de Covid-19

El comité de expertos que asesora al gobierno de Mendoza ya analiza el uso de dexametasona en pacientes con Covid-19 para dar su opinión al Ministerio de Salud. Este potente desinflamatorio no podrá ser usado para el tratamiento de esta enfermedad en tanto no tenga aval oficial ni existan protocolos sobre su uso, algo que deberá determinar la autoridad sanitaria.

Ayer se conoció que tras tratamientos realizados con este conocido corticoide en el Reino Unido, se lograron mejoras en pacientes en estadio grave de la enfermedad. Esto es una reducción en la mortalidad y morbilidad en aquellas personas que estaban recibiendo oxígeno o estaban conectadas a un respirador.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró el hallazgo aunque pidió cautela a los gobiernos hasta avanzar en estudios más amplios, evitar su uso como tratamiento preventivo y determinar específicamente su uso.

Los resultados preliminares arrojan que, en pacientes conectados a un respirador el tratamiento reduce la mortalidad en aproximadamente un tercio. En tanto, en pacientes que requieren solo oxígeno, la mortalidad se redujo en aproximadamente un quinto.

“Por ahora es algo que se analizará en el comité de expertos, es super nuevo en cuanto a lo que publicó la OMS y lo estamos trabajando”, adelantó el infectólogo Pablo Melonari, uno de los referentes del equipo de especialistas.

“Si tiene ese nivel de evidencia seguramente será incorporado y lo bueno es que es algo que tenemos disponible incluso en los centros de salud”, señaló en cuanto a la cantidad de casos estudiados, cercanos a los 1.400.

Viejo conocido

La dexametasona es un viejo conocido, en particular para quienes tienen problemas respiratorios crónicos como asma, ya que los ha salvado más de una vez del ahogo.

Es un medicamento que se encuentra en el mercado, accesible en cuanto a los costos y que se utiliza para patologías respiratorias tanto en pediatría como en adultos. Por ello los médicos conocen como usarlo.

Se trata de un potente desinflamatorio y por ello el beneficio en el caso de la Covid-19 ya que lo que ésta produce en los casos graves es una inflamación severa de sistema respiratorio, que incluso hace que se segregue una sustancia inflamatoria que favorece el proceso.

Es un cambio importante de estrategia. Melonari comentó que al principio de la pandemia no se recomendaba el uso de corticoides ya que se desconocía si eran beneficiosos. Luego, cuando se los comenzó a considerar se hablaba de otros y no de dexametasona.

Sólo pacientes graves

Se hace hincapié en que sólo es beneficioso en pacientes graves pero no debe usarse en casos leves, en los que advierten que incluso podría complicar su cuadro.

“Se demostró que la dexametasona no tiene un efecto beneficioso para las personas con enfermedad más leve, aquellos que no necesitan asistencia respiratoria”, explicó el director de la Organización, Tedros Adhanom Gebreyesus. Subrayó que sólo debe usarse bajo estrecha supervisión médica.

En tanto, el director de Emergencias de la entidad, Michael Ryan, explicó: “Esto permite que los pacientes sigan recibiendo oxígeno en la sangre desde los pulmones al reducir la inflamación muy rápido en un periodo crítico en la enfermedad. No es un tratamiento para el virus en sí mismo ni es preventivo contra el virus”. Este último subrayó además los riesgos de su uso de manera preventiva ante el nuevo coronavirus ya que podría ayudar a que el virus se divida y se replique dentro del cuerpo.

Uso específico

Melonari, en tanto, remarcó que aunque se trata de un medicamento que se usa hace mucho tiempo, lo cual es un beneficio, tiene indicaciones específicas para cada tratamiento. Por ello, habrá que esperar a definir cuáles son para el caso particular de tratamiento para la enfermedad que produce el virus Sar Cov-2.

“Se está trabajando para ver cómo se va a llevar a cabo la implementación y utilización de la dexametasona”, destacó.

Es importante aclarar que no puede usarlo un médico o nosocomio por iniciativa propia sino que debe estar protocolizado: en función de los criterios que se establezcan como cuándo debe usarse, de qué manera, por cuánto tiempo, con qué intervalo. Por otra parte eso da un necesario marco legal a los profesionales para poder utilizarlo.

“Es algo que se tiene que poner en consenso y llevarlo al ministerio que es el que finalmente dará el visto bueno”, subrayó.