Con pedido de captura internacional, Cositorto confesó que se tiene “que estar escondiendo” para que no lo detengan

El CEO de Generación Zoe es buscado por la Justicia. Mientras se investiga si hay supuesto fraude financiero y supuesta estafa y asociación ilícita, el “líder” sigue dando charlas virtuales para sumar más socios. Y cuestionó “a los personajes que han generado todo esto”.

Con pedido de captura internacional, Cositorto confesó vía Zoom que se tiene “que estar escondiendo” para que no lo detengan.
Con pedido de captura internacional, Cositorto confesó vía Zoom que se tiene “que estar escondiendo” para que no lo detengan.

El país habla de Leonardo Cositorto, el gurú y líder espiritual que se encuentra al frente de Generación Zoe y quien, desde el viernes, cuenta con un pedido de detención internacional y está prófugo de la Justicia. Luego de que en Villa María (Córdoba) una fiscal diera lugar a tres denuncias por irregularidades (falta de pago) y disponga la detención de Cositorto y de otros 7 referentes más de la firma que promete capacitaciones en liderazgo a cambio de inversiones en dólares (que, a su vez, prometen multiplicar de manera sideral si los inversionistas consiguen más socios), Cositorto reconoció en una conferencia vía Zoom que tiene que estar escondido.

“Voy a tomar este tiempo de reflexión, que me tengo que estar -encima- escondiendo para que no me tengan detenido estos personajes que han generado todo esto” declaró Cositorto en una charla que dio por esta plataforma de videoconferencias. Lo llamativo es que, según se lee en la “filmina” que acompaña el video y esta declaración, Cositorto dijo esta frase en medio de una charla para reclutar aún a más socios inversionistas.

Leonardo Cositorto. Prófugo de la Justicia y con pedido de captura.
Leonardo Cositorto. Prófugo de la Justicia y con pedido de captura.

Generación Zoe es la más reciente y popular de las estafas piramidales que se presentan en forma del ya híper conocido “Esquema de Ponzi” y que se nutre de, permanentemente, estar sumando a gente que invierta su dinero para que los que ya ingresaron al esquema puedan recuperar su inversión -o. al menos, intenten hacerlo-. El detalle es que, como ya pasó en Mendoza y en el país con una crema de cuidados de la piel y equipos que se ofrecían para esta finalidad o con un preparado bebestible para adelgazar, es el dinero que aportan los nuevos socios el que recuperan los que ya han ingresado. Y la pirámide se estira lo máximo posible hasta que el esquema se rompe, y aquellos socios que se encuentran en la base o los niveles más próximos, jamás recuperan su inversión.

“Invitación a la comunidad mundial y nuevos miembros. 100 U$D es el aporte desde hoy! Van de ahorro a tu back office. Reciben un link de sala de seminario e ingresan a Telegram. Reuniones conmigo cada noche y tendremos invitados especiales. A los 6 meses da acceso a Predio Nación, entrenamiendo cerrado personal! Al año, 12 pagos, acceso a una convención! Siempre los pagos van como ahorro / inversión y generan, además, el acceso a las reuniones de las noches. 8 PM de Argentina, 9 PM de Colombia y Perú”, se puede leer en la presentación de la pantalla que compartía Cositorto mientras aclaraba que se tiene que “estar escondiendo”.

“¡Vergüenza que el periodismo no diga nada! La Policía corrupta. Obviamente no todas, nosotros tenemos policías Generación Zoe, ¡benditos sean, que se la juegan!”, expuso Cositorto más adelante.

Oficinas de Generación Zoe, en el Cerro de las Rosas. (Nicolás Bravo)
Oficinas de Generación Zoe, en el Cerro de las Rosas. (Nicolás Bravo)

El Esquema Ponzi en Genración Zoe

Como ya ocurrió con otros tantos productos -uno de ellos, una serie de cremas de cuidado corporal y sus respectivos aplicativos que tuvo gran influencia y entrada en Mendoza-, Generación Zoe promete a quienes deciden ser parte de la estructura e invertir sus ahorros en dólares en criptomonedas -por intermedio de la firma- ganancias exponenciales y sorprendentes, impensadas para otros emprendimientos.

Sin embargo, no tiene nada de novedoso esta tentadora y peligrosa propuesta. La clave radica, precisamente, en el aspecto que más desconfianza debería generar: la promesa de acelerar e incrementar aún más las ganancias por medio de invitar y convencer a otras personas, a nuevos socios para que hagan sus aportes económicos. En pocas palabras, mientras a más gente se invita, mayores son las ganancias. Y todo endulzado por la promesa de “subir al próximo nivel”.

De aquí surge el nombre de estafa piramidal: quienes van entrando a las bases de la organización sostienen a los primeros y más antiguos inversores y la clave para nunca quedar en la base es conseguir a otras personas que entren y queden por debajo. El “espejito de colores” de aumentar las ganancias y la necesidad de que haya siempre alguien debajo de cada persona para no “clavarse” con la inversión y asegurar ganancias llevan a que quienes acaban de ingresar a estos espacios se muestren desesperados por sumar más socios.

Y es que, cuando están los ahorros de una persona en juego y la imperiosa necesidad de -por lo menos- recuperar esa inversión inicial, no hay tiempo ni perspectiva para entender el engaño de este esquema y que su “éxito” está garantizado en que permanentemente haya personas que no tengan ganancias (y busquen desesperadamente a alguien que les garantice conseguirlas). Un ciclo sin fin. O, mejor dicho, que parece infinito hasta que termina por romperse y -salvo aquellos que están en la parte más alta y que fueron los ideólogos del esquema- todos los socios pierden su inversión.

Las criptomonedas como anzuelo

En el caso de Generación Zoe, Cositorto (quien se encuentra en la parte más alta de la pirámide y, también, prófugo de la Justicia) y su ejército de reclutadores prometían lo mismo que todos estos esquemas piramidales: beneficios amplia y llamativamente superiores a cualquier otra inversión.

Leonardo Cositorto de Generacion Zoe (captura de video)
Leonardo Cositorto de Generacion Zoe (captura de video)

El producto o servicio en sí que ofrece Zoe son capacitaciones en liderazgo y coaching a cambio de membresías en dólares (y que son precisamene las que, en teoría, se pueden recuperar y hasta aumentar).

Con esta inversión inicial en dólares, mantenida inmovilizada durante todo un año (y entendiendo que esto significa que es plata de la que no se podrá disponer en 365 días), se prometen ganancias de 7,5% (también en dólares) cada mes.

La promesa se convierte en más tentadora todavía cuando, por medio del coaching y los mensajes motivacionales, se trabaja en cada socio para que ellos consigan nuevos inversores. Si cada uno consigue dos o tres inversionistas nuevos, el socio sube de nivel, las ganancias de 7,5% aumentan, y también crece la red. Por cada persona que se suma a la red, se le retorna 20% de lo que invierte ésta a quien la invitó y convenció de sumarse. Y, como si con esto fuera poco, la ganancia incluye un gramo de oro por cada Zoe Cash (criptomoneda) que los inversionistas adquieran dentro de la red.

Como agregado a casos anteriores, Generación Zoe encontró en las critpomonedas la miel necesaria para atraer a cada nuevo socio.

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