Cómo excitar a un hombre activando sus puntos de placer

¿Los hombres tienen más zonas erógenas que las mujeres? Descubrilo en este mapa de la sensibilidad corporal masculina

Ellos tienen muchas zonas sensibles para estimular
Ellos tienen muchas zonas sensibles para estimular

Contrariamente a la creencia de que los hombres tienen menos zonas erógenas que las mujeres, el mapa de sensaciones corporales puede ser muy amplio pero también diverso, es decir, variar de un hombre a otro. Sin embargo muchas mujeres conviven con la falsa creencia de que solo el pene -y tal vez los testículos- son las únicas partes excitables de la anatomía masculina.

Como en todos los casos, el órgano más erógeno y el primero al que debemos apuntar si queremos tener un encuentro pleno es el cerebro, con la ventaja de que en el caso de los hombres, la imaginación vuela a velocidades supersónicas.

Pero lo cierto es que eso no es todo: volverlo loco con mensajes, miradas o roces es una excelente puerta de entrada, pero luego ellos disfrutan casi tanto del juego previo como las mujeres. Por eso preparamos una lista de zonas súper estimulables para que sepás cómo mantenerlo motivado durante más tiempo antes y durante la penetración.

Labios: El contacto con la boca es tan sensual como íntimo. Pasar la lengua suavemente por el labio inferior, darle pequeños mordiscos o succionar uno de los labios es una buena forma de comenzar a excitarlo.

Pies: “Al interactuar con otros centros de placer en el cuerpo, tu pareja puede excitarte antes para hacer que tus orgasmos sean más poderosos”, asegura el terapeuta sexual Gigi Engle en la publicación “Prevention”, y agrega: “Dejando a un lado los fetiches, son sensibles y pueden ser muy eróticos”. Por supuesto, al igual que con otras zonas, es importante saber de antemano si al hombre le gusta que le toquen los pies o no. Si no lo sabes, puedes ir probando de a poco, sin exagerar, con caricias o masajes hasta estar segura de que se puede avanzar a prácticas más osadas como lamerlos.

Orejas: Desde susurrar al oído a morderlas suavemente, todo vale. Incluso chupar el lóbulo o hacerle escuchar pequeños jadeos resulta muy efectivo. Pero no le metas la lengua si no estás segura de que le gusta.

Ombligo: El ombligo es un área del cuerpo que rara vez recibe suficiente atención (especialmente en los hombres). Por supuesto, es una zona que no se activará para todos igual, pero puedes averiguarlo rápidamente si tu pareja hace círculos suavemente dentro con el dedo o la lengua.

Cuello: Los besos suaves y arrastrados por el cuello hacen que a casi todos los hombres se vuelvan locos. En lo posible tratá de no dejar marcas. No solo puede que a él no le guste sino que además lo hará quedar mal en su trabajo o con sus amigos.

Pelo: “La sensación de que las uñas corren suavemente por el cuero cabelludo es un simple movimiento, pero es suficiente para enviar escalofríos por todo el cuerpo”, promete Engle. Es un relajante instantáneo que hará subir la temperatura para la intimidad intensificada que viene después.

Pecho: Los pectorales son una de las zonas a la que los hombres le dedican mucha atención y les encanta que lo valores. Acariciarles el pecho con las manos o recorrerlos con los labios o la lengua les genera una enorme sensación de satisfacción sexual.

Pezones: Algunos hombres tienen pezones ultrasensibles, pero otros prefieren que no los toquen, por lo que se sugiere ir despacio. Si detectas que le gusta el contacto en esa zona, podes besarlos o rozar con los dedos. Para subir la apuesta, explica Engle, que los aprieten suavemente justo cuando vaya a tener un orgasmo, para hacer que el clímax sea más poderoso.

Hombros: Una forma de hacerlo sentir más relajado es frotar los hombros antes de llegar a la cama. Luego, durante el sexo se puede dejar jugar la creatividad con besos, dejando correr las uñas suavemente o permitiendo que el pelo roce en esa zona.

Espalda: Tenderlo boca abajo -quizá con un poco de fuerza- para acariciar su espalda, les encanta. Sobre todo si esas caricias se hacen con las manos untadas en algún aceite de masajes o, mejor aún, masajéandolos con tus pechos.

Codos: Lamer o frotar con suavidad el pliegue del codo. Es una zona poco frecuente para estimular, sin embargo es muy sensible ideal para los preliminares.

Abdominales bajos: La zona que se encuentra justo debajo del ombligo y antes de llegar a los genitales es ultra sensible. De hecho, durant el sexo oral se recomienda acariciar “la pancita” del hombre por la enorme cantidad de descarga sensorial que tienen en esa zona. Esto se debe a que a medida que la sangre fluye hacia la pelvis y se acumule la tensión sexual, él tendrá más deseos de que llegues a su pene. Por otra parte, si te animas a pasar de los genitales a otras áreas y luego volver a los abdominales bajos, generarás tensión sexual en todo el cuerpo, lo cual mantendrá ardiendo la pasión.

Dedos: El viejo truco de chupar los dedos es un clásico, pero a los hombres les encanta porque les hace pensar en el sexo oral.

Muslos internos: Es una zona particularmente atractiva para estimular, ya que se encuentan muy cerca de los genitales. Ya sea con la mano abierta o con la yema de los dedos, estos juegos tienen un final feliz siempre.

Rodillas: Seguramente no pensaste en las rodillas como zonas erógenas, sin embargo debido a su enorme cantidad de terminaciones nerviosas se convierten en receptores perfectos para iniciar el contacto. También se pueden besar y acariciar por la parte de atrás, donde se doblan.

Sacro: Es una de las zonas menos conocidas. Se trata del pequeño triángulo al final de su médula espinal, justo sobre los glúteos. Intenta acariciarlo o pasa tus dedos o uñas sobre él. Lo tomarás por sorpresa y apreciará la espontaneidad.

Cola: A muchísimos hombres les gusta que les aprieten las nalgas o les pases las uñas por ellas durante el acto sexual.

Escroto y testículos: El escroto es el “saco” que contiene los testículos. Algunos hombres lo tienen demasiado sensible para tocarlo, pero a otros les encanta que se lo acaricien, siempre con mucho cuidado, porque son delicados.

Perineo: Es la zona comprendida entre el pene y el ano. A la mayoría de los hombres los vuelve loco una caricia en esa zona. También se puede estimular con aceites o con la lengua.

Ano y próstata: Conviene preguntar antes, ya que a algunos no les agrada que se los estimulen.

Pene: Por último, el punto erógeno por definición es el glande. El consejo es prestar especial atención a la corona (la cresta que va alrededor del glande) y al frenillo, que es esa especie de cordelito que hay bajo el glande. Esta zona tiene una enorme cantidad de posibilidades para estimular

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