Brisa, la nena de San Rafael que padece microcefalia, recibió el mejor regalo

Una agrupación de moteros denominada Los Patriotas entregaron la silla postural que tanto necesitaba.

La Asociación Los Patriotas donó en San Rafael una silla postural para Brisa, una niña que sufre de hidrocefalia y que es ayudada por la organización Fierritos Solidarios.
La Asociación Los Patriotas donó en San Rafael una silla postural para Brisa, una niña que sufre de hidrocefalia y que es ayudada por la organización Fierritos Solidarios.

Una jornada a pura emoción vivió la ciudad de San Rafael el pasado sábado, cuando la agrupación Los Patriotas (integrada por personas provenientes de Realicó, La Pampa), entregaron una silla de ruedas postural a Brisa Páez, una nena de bajos recursos que padece hidrocefalia, un desarrollo anormal del cerebro.

La donación fue posible gracias a la Asociación Fierritos Solidarios, de San Rafael, a cargo de Silvia Romero, que suele hacer de puente para ayudar a distintas familias de esta zona.

Los Patriotas es un grupo de moteros cuyo titular es Roberto Leiva, que suele recorrer distintos puntos de la región para llevar a cabo acciones solidarias. En este caso la misión benefició a esta niña que vive con su mamá y su hermana y que se alimenta a través de un botón gástrico.

Durante la emotiva jornada estuvieron presentes moteros de otras provincias, como Neuquén, Córdoba y Mendoza, además de General Pico, también en La Pampa.

Hacía más de un mes que Fierritos Solidarios asistía a Brisa con pañales, leche y un suplemento especial, su único alimento.

“Estamos felices de haber podido interceder para que Brisa tenga mejor calidad de vida. Ahora vamos por su casa, que es otra de sus necesidades”, dijo Silvia Romero.

Gestos de solidaridad

Hace poco, Fierritos Solidarios también recibió la ayuda de otras personas solidarias, pero no miembros de una asociación, sino de dos panaderos. Pablo y Melina Basualdo, vendedores ambulantes de pan y tortitas en San Rafael, decidieron donar buena parte de su mercadería al barrio Costa Esperanza.

La que coordinó la entrega y sirvió de nexo fue, justamente, Silvia Romero, de Fierritos Solidarios. “Nos había quedado muchísimo pan, tortas de azúcar y raspaditas, riquísimas y frescas, y así fue que llamé a Silvia”, contó en su momento Melina a Los Andes.

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