El boom de las piletas hizo explotar los precios y faltan insumos

El problema es a nivel nacional, porque las fábricas no dan abasto por la alta demanda. También escasean otros insumos para mantener el agua en condiciones.

El costo de tener una pileta en casa. En la foto: Mariana Gonzalez
El costo de tener una pileta en casa. En la foto: Mariana Gonzalez

Luego del aumento de la demanda de piletas como consecuencia de la pandemia, tanto en la provincia como a nivel país faltan bombas lo que generó un incremento de hasta el 250 por ciento en estos insumos.

Fue a fines de septiembre del año pasado cuando la solicitud para colocar piscinas se disparó, por dos razones: como inversión ante la imposibilidad de comprar dólares y por la incertidumbre respecto de la situación sanitaria durante las vacaciones de verano.

Edgardo Ugalde, encargado de la empresa Hidrotécnica Rover, precisó que “entre noviembre y diciembre empezaron a faltar las bombas. Desde entonces, ya no mandan nada desde Rosario y Buenos Aires, donde están las fábricas”.

Por su parte, Fernando Bocanegra, del área comercial de Sabatini Bombas, calculó que el incremento de pedidos “ha sido de un 70 por ciento” respecto de años previos y que “cuando arrancó la primavera y venían los mismos instaladores y clientes y se llevaban de a 10 y de hasta 20 bombas”.

La escasez generó, como era de esperarse, un aumento en los precios, ya que quienes tienen stock pueden cobrar más y venden igual. En muchos comercios locales hay listas de espera desde hace un mes.

“Acabamos de hacer un pedido para ver si nos mandan algo, porque en diciembre nos dijeron que había 2 meses de demora para la entrega”, precisó Bocanegra.

Así, mientras que hasta noviembre se conseguían equipos de bombeo nuevos entre 15 y 18 mil pesos, dependiendo de la marca, actualmente cotizan entre los 40 y 60 los mil pesos. O sea, los aumentos oscilan entre un 150 y un 250 por ciento.

Como la falta de bombas se hizo notar desde fines de noviembre, hubo personas que decidieron instalar las piletas igual y esperar a que el panorama se normalice, pero esto aún no ha ocurrido.

Por todo esto, algunos han recurrido a comprar unidades usadas y/o reparadas. “Hasta el momento tenemos cerca de un 50 por ciento más de arreglos que otros años”, indicó Ugalde, aclarando que el precio “varía según la marca de la bomba”, pero que “si está quemada el service ronda entre los 9 y 14 mil pesos”.

Llenado de piletas, también en alza

En una provincia donde el recurso hídrico es escaso, algunos ciudadanos contratan empresas para llenar sus piscinas rápidamente y con agua de buena calidad.

“Tuvimos un poco más de demanda, sobre todo en diciembre, más o menos un 20 por ciento más que años anteriores. En enero empezó a ser similar que antes, renovando agua y llenado a quienes siguen instalando”, detalló Federico Pencolini, propietario de Agua Ya.

La mencionada empresa funciona principalmente en la zona del piedemonte, al oeste de Chacras de Coria, en Luján de Cuyo, aunque también trabajan en otros puntos de la provincia. Es que esta zona ha crecido mucho en los últimos años, pero no existe tanta disponibilidad de agua. “El 90 por ciento del trabajo es por llenado de piletas, el resto es para cisternas”, informó el dueño.

Por su parte, Heber Godoy, propietario de Aguas del Challao, coincidió en que la demanda ha sido muy grande: “Estuvimos trabajando con todas las unidades todos los días, no dábamos abasto. En total, entre un 30 y 40 por ciento más que otros años”, detalló.

Los valores varían según la zona y la cantidad de agua, ya que hay camiones de 10, 20, 25 y 30 mil litros. Los costos oscilan entre $1500 y $5000.

Quienes más contratan estos servicios son quienes habitan en zonas a las que no llega el agua de red y los vecinos de barrios con problemas de presión. “También llevamos a hoteles, supermercados y clínicas”, agregó Godoy.

Ambos empresarios aseguraron que son pocos los ciudadanos que, teniendo agua y buena presión, contratan camiones para no perjudicar a quienes no tienen este recurso escaso.

Mariana González vive en Vistalba, cerca de Las Compuertas, y es una de las tantas personas que contrató este tipo de servicio. “La hice llenar hace dos años y la fui manteniendo, incluso en invierno. La vacío nada más cuando hay que pintarla. Como el camión chico me sobró, llenamos también la cisterna de la casa”.

Jorgelina Basile vive en El Challao y hace 4 años que cargó su pileta con un camión y, desde entonces, la mantiene. “Le compramos una lona y en invierno se mantiene. Mis vecinos hacen lo mismo: la cuidan durante el año y la tienen tapada”, compartió.

Poco stock: sin filtros y escasez de alguicidas

Además de faltar bombas, el boom de las piletas también afectó el suministro de otros elementos necesarios para mantener el agua en buen estado y calidad.

Germán Hurtado, dueño de Hurtado Hidroservicios, explicó que “faltan filtros, principalmente”, lo que elevó su valor de compra “entre un 15 y un 20 por ciento”, pero que en algunos comercios han remarcado “hasta el 400 por ciento”.

Respecto al cloro, medidores de ph, alguicidas, entre otros artículos, también son muy solicitados y, en muchos casos, hay pocos productos o faltantes.

Respecto del aumento de demanda, Hurtado consideró que ha sido de “por lo menos un 150 o un 200 por ciento más” y que no ha sido mayor “porque no hay mercadería”.

Para no quedarse sin stock, algunos comerciantes han recurrido a trabajar con varias medidas que tienen este tipo de productos, pero otros sólo venden una o dos tipos o artículos de las marcas más conocidas.

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