A dos años y medio del confinamiento, los mendocinos dieron por terminada la pandemia

A dos años del inicio del confinamiento por el Covid, la tan mentada normalidad parece haberse instalado y la pandemia, casi olvidado en el día a día. Dejó de ser tema recurrente como fue desde aquel 20 de marzo de 2020, cuando se dispuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.

Cierre de actividades, suspensión de clases presenciales, el encierro que fue agobio, parques y calles solitarias, el home office, la obsesión por la desinfección y el distanciamiento parecen hoy algo muy lejano y casi ciencia ficción. Esta semana se sumó un nuevo capítulo: con la llegada de la primavera, el 21 de setiembre, el Ministerio de Salud de la Nación dispuso que el barbijo, inesperado protagonista aquellos tiempos más crudos de la pandemia, dejó de ser obligatorio. En Mendoza había dejado de serlo desde el 10 de mayo.

El jefe de la OMS advirtió que la pandemia no ha terminado: “Apenas empezamos a entrever la luz al final del túnel”

Lo cierto es que la mayoría parece haber decretado el fin de la pandemia. Los cuidados han quedado casi descartados, hasta la tan mentada ventilación cruzada ha desaparecido, incluso de los hospitales y consultorios.

Referentes locales consultados sobre el tema coinciden en afirmar que para la gente la pandemia hoy ya es un tema superado y se ha relajado. La demanda de vacunas, que generara largas colas, hoy ha bajado drásticamente y hasta se cierran los grandes centros.

El descenso se sostiene desde hace meses, tal cual señalan en los centros de vacunación y advirtió a Los Andes la directora de Inmunizaciones de la provincia, Iris Aguilar. “Tiene que ver con que ya no se percibe riesgo y socialmente la gente ha dado por finalizada la pandemia”, afirmó.

Andrea Falaschi, directora de Epidemiología de Mendoza, explicó que actualmente del virus Sars CoV-2, que causa el Covid, se hace vigilancia epidemiológica como cualquiera de los otros virus respiratorios a los que se les hace un seguimiento en cuanto a frecuencia, gravedad e impacto, entre otros aspectos. Detalló que desde abril en Argentina se implementa una estrategia de vigilancia epidemiológica integral de las infecciones respiratorias agudas.

Falaschi agregó que actualmente la positividad del virus es de 11% en Unidades de Monitoreo Ambulatorio. Además, estuvo de acuerdo en que puede decirse que, en las condiciones actuales, el Sars CoV-2 dejó de ser un riesgo grave en términos de mortalidad y demanda sobre el sistema sanitario. “La mortalidad y las tasas de hospitalización debido a la enfermedad han descendido gracias a la inmunidad de la población. Dicha inmunidad ha sido adquirida por haber padecido la propia enfermedad o por haber recibido las vacunas”, refirió.

En este sentido, sumó un dato para posicionarse en la realidad actual: “Más del 90% de la población del país y de la provincia recibió al menos dos dosis de la vacuna contra la Covid-19. Sin embargo, es necesario completar esquemas en los grupos de jóvenes y adolescentes y aplicar los refuerzos correspondientes”.

Se viene la endemia

Durante los meses que se han vivido de pandemia, se anticipó que las perspectivas eran que la enfermedad se transformara en endemia. Aún no se ha declarado como tal, algo que compete a la Organización Mundial de la Salud, pero podría asegurarse que se está a un paso.

“La situación actual del Covid está controlada, están transcurriendo los últimos días de la pandemia y primeros de la endemia. El virus tiene muy baja circulación en Mendoza, con muy pocos casos detectados, y no tenemos casos graves en los hospitales privados, tampoco hay pacientes en unidades de cuidados críticos”, sostuvo el doctor Rodolfo Torres, coordinador médico de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza. Dijo que la actividad en los nosocomios ya no está focalizada en el Covid.

De igual modo opinó Falaschi: “La enfermedad causada por el Sars CoV-2 ha pasado de tener un comportamiento epidémico a tener un comportamiento más endémico”.

En este sentido, destacó las diferencias entre uno y otro escenario: “Endemia es la aparición recurrente de una enfermedad en un área geográfica o en un grupo de población. También puede referirse a una prevalencia alta crónica de una enfermedad en dicha área o grupo. Se caracteriza por la presencia de un número elevado de casos de manera continuada, que es lo que estamos viendo en Covid-19 y se mantiene un número de casos constante. En tanto que epidemia es la ocurrencia en una comunidad o región de casos de una enfermedad o comportamientos específicos relacionados con la salud claramente superiores a lo esperado para esa época y área geográfica”.

En este punto, la situación y actitud de relajo no escapa a las miradas de los profesionales. “La gente ha perdido el temor y se relajaron por completo las medidas preventivas, hay que saber que las enfermedades respiratorias siempre circulan y que hay medidas que deberían mantenerse como lavado de manos, distanciamiento y barbijo para evitar circulación de virus y que haya nuevos focos de cualquier enfermedad respiratoria”, advirtió Torres. Destacó que el retiro del uso obligatorio de barbijo indica que se está en una situación de normalidad.

Últimos datos de Covid

En un mes los nuevos casos informados en Mendoza bajaron 60% y el promedio diario de notificaciones se redujo a menos de la mitad. Si se toman los últimos 4 informes semanales emitidos por el Ministerio de Salud de la provincia, entre el 22 de agosto y el 18 de septiembre, se reportaron 756 nuevas infecciones. Esto corresponde a 27 días, un promedio diario de 28 casos.

En tanto, las 4 semanas previas se acumularon 1.872 notificaciones en 28 días, un promedio diario de casi 67 casos.

En tanto, la ocupación de camas se ha mantenido relativamente baja durante toda la temporada fría, cuando se esperaba mayor circulación, muy lejos de la ocupación casi plena del primer cimbronazo en 2020. Aún así, las últimas semanas también expresan un descenso: hace un mes era de alrededor de 30% mientras que el último informe, hasta el 18 de setiembre, mostró el Gran Mendoza con 18,18% y 12,96% en todo el territorio mendocino.

Por otra parte, Torres advirtió que están viendo casos de post- Covid prolongado con daños en órganos diversos como cuadros cardiológicos, como arritmias, cuadros endocrinológicos, trastornos de las habilidades cognitivas, pero se ha visto que terminan resolviéndose tras 6 meses del contagio. Por ello, es que se recomienda un control posterior al alta de la infección.

¿Qué pasará con el Covid en el futuro?

Respecto de las posibilidades de que surja un rebrote, Aguilar explicó que, en principio, no parece haber indicios en ese sentido. “Por lo que se ve en todo el mundo, los refuerzos no alcanzan los mismos niveles que con el esquema primario y no se evidencian rebrotes ni mucho menos”, observó.

Por lo pronto, lo que circula es la variante Ómicron, aunque no puede descartarse que dado que continúa la transmisión pueda surgir una nueva mutación.

“La gente ha manifestado su cansancio con respecto a las medidas restrictivas, creo que han repercutido negativamente los periodos largos de aislamiento. Los riesgos de no cumplir con las medidas de cuidado serían la aparición de alguna mutación o surgimiento de alguna variante más virulenta y con mayor potencial de contagio”, consideró la directora de Epidemiología.

Si se habla de endemia cabe preguntarse cómo se cree que seguirá el esquema de vacunación. Ya hace tiempo se señalaba la posibilidad de que fuera como con la gripe: una dosis anual de una fórmula que contemple las variantes de circulación predominante. Incluso podría ser cada 6 meses si se tiene en cuenta que es el estimado a partir de cuando se cree que empieza a decrecer la protección. Sin embargo, Aguilar dijo que eso aún no tiene definiciones. “En el futuro hay que mirar a Canadá, por ejemplo, que ha empezado a vacunar con vacunas de nueva generación, aparentemente con una estrategia de dosis anual, así que habrá que ir viendo como progresa la evolución de la pandemia y el impacto de esta estrategia de vacunación”, opinó.

“El virus sigue circulando en la población, por eso el riesgo de mutación siempre existe y es necesario continuar con las medidas de cuidado que han llegado para quedarse”, advirtió Falaschi para cerrar.

“La población debería seguir observando medidas preventivas de cuidado personal tales como: lavado de manos, el guardar reposo durante la presencia de síntomas, la ventilación de los ambientes, el uso de tapabocas en algunos casos, es algo que sigue teniendo vigencia”, concluyó.

Entre las estrategias a seguir enumeró la necesidad de completar los esquemas de vacunación, especialmente de grupos de riesgo, continuar con las pruebas de detección y con la vigilancia genómica para controlar posibles nuevas variantes y mejorar los sistemas de salud a fin de evitar complicaciones y mortalidad.