Raúl, en la recta final de su mandato sucesorio

Con su probable reelección mañana domingo, el presidente cubano Raúl Castro tendrá cinco años para impulsar la lenta apertura iniciada desde que sucedió a su hermano Fidel en 2006, y para preparar el relevo que gobernará al término de su último mandato, en el marco de la incertidumbre creada por la enfermedad de Hugo Chávez, gran benefactor de la isla.

Es que el propio Raúl Castro fijó las nuevas reglas del poder comunista al limitar a dos el número de mandatos -cada uno de cinco años- que pueden cumplir los dirigentes cubanos.

El nuevo Parlamento, elegido tras un largo proceso electoral que comenzó en octubre con los comicios municipales, se constituirá oficialmente mañana para elegir a los 31 miembros del Consejo de Estado, principal órgano ejecutivo, que se espera designe a su presidente, Raúl Castro, para un segundo mandato.

Ayer, el presidente cubano bromeó ante los periodistas diciendo que va a renunciar, pues tiene derecho a retirarse debido a su edad.

“Voy a renunciar. Ya voy a cumplir los 82 años, tengo derecho a retirarme. ¿No me creen?”, dijo Castro sonriendo ante los periodistas, tras haber acompañado al primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, a colocar una ofrenda floral a un antiguo cementerio militar soviético cerca de La Habana.

Más allá de las bromas, los observadores buscan en el seno del Consejo de Estado al posible sucesor de Raúl Castro, que debería gobernar el país -sin los hermanos Castro- a partir de 2018.

Tres hombres se perfilan:

-Miguel Díaz-Canel, un ingeniero eléctrico que cumplirá 53 años en abril, ex ministro de Educación Superior, que desde marzo de 2012 es uno de los ocho vicepresidentes del Consejo de Ministros.

-Marino Murillo, un economista de 52 años, vicepresidente del Consejo de Ministros y encargado de supervisar las reformas económicas.

-Bruno Rodríguez, un abogado y diplomático de 55 años, ministro de Relaciones Exteriores desde 2009 y quien en diciembre entró al buró político del todopoderoso Partido Comunista de Cuba (PCC).

“El principal riesgo es una transición inter-generacional mal manejada. Esas experiencias han sido desastrosas para los partidos comunistas en el poder”, explicó el analista Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver (Colorado, EEUU). “Ninguno de estos dirigentes podrá gobernar a Cuba como lo han hecho Fidel Castro y Raúl Castro. No cuentan con la legitimidad carismática que es el signo clave del liderazgo histórico”, agregó.

Desde que sucedió oficialmente a Fidel en la presidencia, en febrero de 2008, Raúl Castro emprendió reformas estructurales, consistentes sobre todo en insertar elementos de una economía de mercado dentro del sistema estatal, sin tocar el poder del PCC.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA