Primer trimestre: exportamos más pero entró la misma cantidad de dólares

Los envíos al exterior de productos mendocinos subieron 22% en volumen pero sólo 2,7% en valor FOB.

Primer trimestre: exportamos más pero entró la misma cantidad de dólares
Primer trimestre: exportamos más pero entró la misma cantidad de dólares

En el primer trimestre de 2020, Mendoza exportó casi un 22% más en términos de volumen con respecto al mismo período de 2019. La mejora estuvo impulsada sobre todo por las ventas al exterior de vino, en donde el granel es el gran protagonista; que a su vez responden en gran medida a un aumento en la competitividad, ligado al tipo de cambio. Sin embargo, también se observa un incremento mucho más moderado en lo que al valor de esas exportaciones se refiere, ya que la suba interanual en términos de dólares FOB fue de 2,7%.

Mario Lazzaro, gerente de Promendoza, analizó la evolución de los productos que se venden al exterior y tienen un mayor impacto en la economía provincial. Sobre el ajo, detalló que se produjo un aumento significativo en el precio FOB (+33%) y una caída en la cantidad (-16%). Así, en el primer trimestre de 2019 se vendieron 40.867.488 kilos e ingresaron 48.644.336 dólares, mientras en los tres primeros meses de este año se exportaron 34.523.726 kilos por un monto total de 64.918.303 dólares.

Esto se debe, explicó, a que mientras en Mendoza hubo una temporada 2019 muy buena, China tuvo una marcada merma en la producción. Para entenderlo, los tres grandes oferentes de ajo en el mundo son el gigante asiático, con 1.500 toneladas; España, con 300 mil toneladas; y Argentina, con 70 mil. El año pasado, hubo 500 mil toneladas menos de ajo chino y esta disminución en la oferta provocó una tonificación en los precios.

La provincia tuvo importantes embarques en noviembre y diciembre, para responder a la demanda de los mercados externos, y en los primeros meses de 2020 ya se notó la menor disponibilidad del producto; aunque los precios siguieron en alza.

Las manufacturas de origen primario tuvieron una variación de +60% en volumen, pero de apenas +2% en precio. El comportamiento de este sector, señaló Lazzaro, está fuertemente influido por el vino. Y agregó que si bien hay productos que se comportan como commodities y el impacto de la modificación del tipo de cambio es casi inmediato, con el vino el efecto se verifica recién al año siguiente y sobre todo, en el segundo y tercer año luego de producido el ajuste.

Es decir que los contratos que permitieron un crecimiento en las ventas al exterior a partir del segundo semestre de 2019 y que explican el aumento en el primer trimestre de este año –de +2% para el fraccionado y +256% para el granel- responden fundamentalmente a la devaluación de abril de 2018. Ésta permitió a los elaboradores de granel volver a ingresar con vinos de 25 a 30 centavos de dólar -e incluso en ciertos casos aún menos- y en el mercado de los 2 a 2,20 dólares para los embotellados, que se había tenido que abandonar por una pérdida de competitividad.

Este mayor volumen de exportación pero a menor precio en dólares provoca que el aumento de 2% en litros de vino fraccionado tenga como contraparte una disminución de 4% en los dólares FOB y que la escalada de 162% en el granel sólo haya motivado una suba de 60% en el monto en la moneda norteamericana.

Lazzaro señaló que si bien hay quienes hablan de primarización de las exportaciones, el vino granel ya tiene un importante valor agregado por el trabajo de ingenieros agrónomos y enólogos, además del resto de los integrantes de la cadena de producción y elaboración; mientras que el fraccionamiento agrega insumos que aportan un par de empresas nacionales o que son importados. Pese a eso, resaltó que el vino en botella es más consistente en el tiempo y si bien cuesta más que crezca, también se demora más en caer con los vaivenes de la economía.

Frutas secas y aceite de oliva

El gerente de Promendoza lamentó, en cambio, que hayan caído notablemente, producto de una reducción en la producción, las exportaciones de ciruela desecada. Las de esta fruta seca con carozo cayeron un 64% en volumen –pasaron de 1.022.484 kilos a principios de 2019 a 371.715 en los primeros tres meses de 2020- y las de ciruela seca sin carozo disminuyeron 41% (de 2.843.647 a 1.668.757 kilos en la comparativa).

Otro producto dentro de las manufacturas de origen agropecuario que no tuvo un buen comportamiento en el mercado internacional es el aceite de oliva, que tuvo un descenso de 7% en el volumen exportado y de 29% en el precio. El gerente de la Federación Olivícola Argentina, Mario Bustos Carra, ilustró que en 1985 una sola empresa mendocina vendía el 50% del aceite de oliva que consumía Brasil, mientras 35 años más tarde todo el país tiene una participación de, en el mejor de los casos, el 16% del consumo de los brasileños.

Sobre las exportaciones de 2020, señaló que en 2019 no hubo una buena cosecha –los olivos vienen perdiendo superficie cultivada en la provincia- y que los aceites de oliva locales compiten con los subsidiados de Europa. Pero sobre todo, Bustos Carra apuntó a una ausencia de una política de desarrollo de las exportaciones, lo que provoca que muchos productos argentinos sólo puedan mejorar sus condiciones de inserción en el mercado internacional cuando los países competidores tienen una buena cosecha.

El también gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo indicó que las retenciones desalientan el agregado de valor en todas las mercaderías, ya que se paga sobre el precio total de la venta. Con el aceite, ejemplificó, no sólo se paga este producto, sino por la caja, la botella, la tapa, la etiqueta, etc. Bustos Carra comentó que vienen insistiendo hace más de 10 años en que los sucesivos cambios en las condiciones no sólo generan incertidumbre en los exportadores mendocinos sino que restan credibilidad para los importadores extranjeros.

En esta línea se refirió al reciente endurecimiento del cepo cambiario y señaló que la mayoría de los exportadores necesitan insumos y tecnología que vienen del exterior. Cuando se les dice que deben utilizar los fondos propios en el extranjero, opinó, se convalida que el precio efectivo del dólar no es el oficial (que ronda los $ 70) sino el de los otros, como el MEP (o Bolsa) o el "contado con liqui", que superan los $ 115. Así, muchos prefieren no vender y mantenerse porque a la cotización oficial hay que restar, además, las retenciones y el valor de compra de la divisa; lo que también desalienta el comercio.

En cuanto a las perspectivas a corto plazo, Bustos Carra estimó que si bien va a haber un buen stock de ciertas mercaderías, se va a salir a enfrentar a un mundo que también va a querer recuperarse y que los exportadores que cuenten con apoyo del Estado van a correr con ventaja. En cambio, los que estén en economías frágiles como la nuestra tendrán que moverse con mucho cuidado. Además, consideró que probablemente se sume el obstáculo de las complicaciones logísticas que ha acarreado la pandemia.

Industria

Las exportaciones de manufacturas de origen industrial tuvieron una caída, en el primer trimestre de este año, de 17% en volumen, en comparación del mismo período de 2019, y una reducción en su valor FOB de 27%. En los tres primeros meses del año pasado, las industrias mendocinas exportaron mercaderías por un valor de 54.725.053 de dólares, mientras en 2020 alcanzaron solo los 39.736.768 dólares.

Pedro Bizzotto, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), reconoció que en la entidad no tienen un registro exacto de las ventas al exterior, porque en ocasiones, cuando salen por el puerto de Buenos Aires, no quedan registradas en la provincia. Sin embargo, mencionó que una que exporta transformadores ya tuvo dificultades en el primer trimestre de este año y, por la escasez de trabajo, se vio obligada a suspender gente. Se debe subrayar que esto fue previo a la implementación de la cuarentena.

En cambio, en la empresa que él mismo trabaja, que se encuadra en el rubro vitivinícola, pudieron hacer algunas exportaciones, antes y durante la pandemia. Pero también indicó que se trata de un caso excepcional y que si bien la metalmecánica es más competitiva hoy por la cotización del dólar, también depende del mercado al que se venda, ya que Brasil ha devaluado y saca a las industrias locales de competencia.

Bizzotto planteó que el dólar oficial está "pisado" y que las industrias ya se están quedando en desventaja con las competidoras en el exterior, por lo que consideró que en algún momento se deberá devaluar para ganar competitividad. Por el momento, el mercado se encuentra deprimido desde marzo e incluso hay problemas para recibir materiales por complicaciones logísticas. Asimismo, se refirió a las medidas que tomó el gobierno para evitar la fuga de capitales, que obstaculizan la llegada de insumos importados, como aluminio, motores de alta potencia y elementos de electrónica.

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