Una maipucina creó una app para los pequeños productores y fue premiada por la ONU

Fue María Fernanda Bonesso quien creó la aplicación, inspirada en la realidad diaria de sus padres en la finca y la economía regional mendocina. Es la aplicación Agrojusto, que tiene como fin virtualizar los emprendimientos de alimentos.

María Fernanda con su padre Miguel Angel, quien posee una finca de damascos en Maipú y vive la difícil realidad de los pequeños productores.
María Fernanda con su padre Miguel Angel, quien posee una finca de damascos en Maipú y vive la difícil realidad de los pequeños productores.

Una maipucina creó una aplicación para ayudar a los pequeños productores regionales, con el fin de que puedan comercializar sus productores sin intermediarios y así no perder dinero en el proceso. Su app, Agrojusto, fue premiado por la ONU como una de las 50 mejores pequeñas empresas del concurso “Best Small Business: Good Food for All”.

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Se trata de Maria Fernanda Bonesso, que ideó la app recordando la lucha que tienen sus padres año tras año con su finca de damasco.

La realidad de las fincas

La mayoría de los años, los pequeños productores de la región batallan para vender sus productos a un precio justo. Los padres de Bonesso no están ajenos a la situación, ya que ellos poseen una finca de damasco en Maipú.

La situación para ellos es complicada ya que para ellos, la balanza de ganancias siempre está en contra. Al vender a empresas más grandes, los pequeños emprendedores pierden dinero. Esto se observa claramente en la diferencia de precios del pequeño productor que vende al precio que luego compra el consumidor.

En muchas oportunidades, el precio que reciben por kilo por una fruta o verdura no alcanza ni siquiera para pagarle el trabajo a los cosechadores. Era la situación que estaba viviendo la familia de Maria Fernanda cuando nació su idea.

“Recuerdo de muy chica que todos los noviembre era tensión en casa porque había que colocar los damascos y eso siempre se tornaba muy difícil hacerlo de manera ágil. Mis padres tenían un nudo de angustia en la panza cuando llegaba el momento de vender esa fruta temprana. Lo mismo ocurría con otros productos que tuvimos en otros tiempos como el tomate y la aceituna”, expresó la joven a La Nación.

Maria Fernanda acompañaba a su padre en la finca desde niña, por lo que conocía bien las problemáticas con las que se enfrentaban a diario.
Maria Fernanda acompañaba a su padre en la finca desde niña, por lo que conocía bien las problemáticas con las que se enfrentaban a diario.

Con la realidad de sus padres en mente, la joven pensó en algo que ayudará la realidad de todos los pequeños productores, para que productores como sus padres no se extinguieran de la economía regional. Así nació Agrojusto.

Agrojusto

Maria Fernanda observó toda su vida las dificultades con las que su familia enfrentaba por su trabajo, por lo que decidió viajar a la hora de estudiar. María Fernanda estudió Economía y luego realizó posgrados en España y Buenos Aires. Mientras terminaba su tesis de posgrado en Buenos Aires, la idea de Agrojusto surgió.

El problema era solucionar el sistema de comercialización de los alimentos de estos productores, que siempre terminaban perdiendo a la hora de vender sus frutas y verduras a los mercados. Su manera de conectar y solucionar este problema era a través de la tecnología.

Así nace Agrojusto en el 2018, una plataforma que se dedica a digitalizar los emprendimientos de agroalimentos. Con esta aplicación, ya no hay más intermediarios, sino que se podrá comprar directamente a los productores, así ellos no pierden dinero y los consumidores no pierden calidad y naturalidad.

Actualmente tiene a 12 profesionales trabajando en la app, donde hay más de 100 productores que comercializan sus productores. Esos productores son de diversas provincias, como Mendoza, Jujuy y Rio Negro. Con ellos interactúan más de 340 minoristas, comprando lo que ofrecen.

Desde Agrojusto han logrado diversos acuerdos para crear redes y hacer más conocida su aplicación como la alianza con INTA y diversas escuelas rurales. Según la maipucina, serán ellos los nexos entre el trabajo de la finca y su comercialización.

“Son los jóvenes quienes deben contarle a sus padres que existe otra manera de vender sus productos y no solo es quedarse más de 10 horas parados en el puesto del mercado”, detalló Maria Fernanda.

Distinguido por la Organización de las Naciones Unidas

A fines de junio de este año, María Fernanda recibió un mail que la llenó de emoción. Entre 2000 aplicaciones de todo el mundo, Agrojusto fue elegida como una de las 50 mejores pequeñas empresas del concurso “Best Small Business: Good Food for All” de la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios 2021.

Agrojusto fue la única empresa argentina premiada en esta edición.
Agrojusto fue la única empresa argentina premiada en esta edición.

Fueron los únicos ganadores de Argentina y uno de los 9 que resultaron ganadores de América, lo que hizo que “se nos infle el pecho de orgullo”.

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La joven expresó que este reconocimiento les animó a seguir trabajando y confirmó que es posible ayudar a las comunidades rurales en los procesos de digitalización, mientras se sigue produciendo de manera sana y sustentable con el medio ambiente.