Video: no pudo circular por la invasión de manteros, se enfureció y les revoleó toda la mercadería

El hecho ocurrió en el barrio porteño de Flores y quedó registrado por el celular de un testigo. La mujer, cansada de no poder caminar libremente, mostró su indignación. Pudieron calmarla y la situación no pasó a mayores.

La señora se enojó por no poder circular y empezó a desparramar la mercadería de los manteros.
La señora se enojó por no poder circular y empezó a desparramar la mercadería de los manteros.

La presencia de manteros en la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo un gran motivo de discusión, tanto en la calle como entre los dirigentes. Estos comerciantes, que venden sus productos en la vía pública y utilizan las veredas para exhibirlos, muchas veces son criticados por los vecinos porque dificultan la circulación peatonal. Además, hay un debate político acerca de que si es correcto permitirles o no llevar adelante esta actividad comercial o bien cómo regularla.

En las últimas hora se viralizó un video protagonizado por una señora, que cansada de no poder caminar tranquilamente y sin obstáculos por su barrio

, tomó y revoleó por los aires diferente mercadería de estos vendedores. El hecho ocurrió en el barrio porteño de Flores y un testigo que estaba en el lugar grabó toda la secuencia.

En las imágenes se observa cómo la mujer tira los productos de los manteros y, a los gritos, les exige que se vayan del lugar. “Señora, ¿qué le pasa?”, reacciona uno de ellos, totalmente atónito por la situación que estaban viviendo.

Luego de algunos segundos de pelea, una vendedora y un hombre con una mochila intentaron calmar a la encolerizada mujer, mientras los dueños del puesto callejero acomodaban las cosas. Después de este momento de gran tensión, del cual fueron testigos decenas de peatones que se encontraban caminando por la zona, la señora finalmente siguió su camino.

Este episodio de furia no es un hecho aislado en la Ciudad de Buenos Aires. Lo cierto es que los manteros tienen necesidad y derecho de trabajar, pero también es necesario escuchar a los comerciantes que reclaman condiciones justas de competencia-quien tiene un local debe asumir muchísimas gastos que no están presentes en el comercio en la vía pública-. Además, hay personas-como puede haber sido el caso de esta señora-que necesitan circular por veredas despejadas para hacerlo sin dificultades.

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